El castillo de Castelmore, del famoso mosquetero D'Artagnan, en Gers, al sur de Francia
El presidente de Alcampo se queda con el castillo de D'Artagnan
La sociedad encargada de tramitar la venta acepta su propuesta de convertir el edificio en un museo y la finca en una explotación para agricultores locales
Ya es irreversible: Yves Claude, presidente de Auchan Retail –que en España controla los hipermercados Alcampo–, es el nuevo propietario del castillo de Castelmore, considerado como el lugar de nacimiento de Charles de Batz de Castelmore, más conocido como D'Artagnan, el personaje que inspiró al protagonista de Los Tres Mosqueteros, la inolvidable novela de Alejandro Dumas.
Los acontecimientos se precipitaron el 19 de enero, cuando la Sociedad de Ordenación del Territorio y de Establecimientos Rurales del Gers, Safer en sus siglas francesas, y competente para ejercer el derecho de tanteo sobre las propiedades agrícola, emitió su resolución definitiva a favor de Claude. Nada más conocerse el desenlace, Barbara Neto, presidencia del consorcio de municipios y demás instituciones locales que también pretendía adquirir el famoso château, desconvocó la manifestación prevista para el día siguiente en Lupiac.
Bien es cierto que el ejecutivo, que hasta la fecha no había comunicado públicamente sobre el caso, tomó la delantera la víspera de que se conociese la resolución de la Safer a través de una carta remitida al canal televisivo público France 2: en ella, Claude afirma que su proyecto «nunca consistió en hacer [de Castelmore] su segunda residencia». «Se trata de una insinuación malintencionada», alega.
Una historia del pueblo de Gers
«Desde el primer día, dejé claro al propietario y a la Safer que la propiedad estaría abierta y que pondría toda mi energía en compartir este lugar con el público tanto como fuera posible. Quiero destacar la historia de este lugar. La historia de d'Artagnan pertenece al pueblo de Gers [la provincia en la que se ubica el castillo] y al pueblo francés, y no puede ser propiedad de un particular, ni de una colectividad local [ayuntamientos, provincias o regiones], ni utilizarse con fines políticos».
«¿Es realmente función de las autoridades locales utilizar dinero público para comprar tierras y luego alquilarlas a los agricultores?», pregunta Claude. «Me parecería más interesante desarrollar asociaciones público-privadas con particulares dispuestos a invertir tiempo, dinero y energía».
A continuación, detalla los planes que han convencido a la Safer, adaptados a «un proyecto razonado en un entorno tranquilo y bucólico, como el campo de Gers». Claude quiere preservar toda la tranquilidad y la magia del lugar y se compromete a «no hormigonar ni crear suelos artificiales» para acoger a un gran número de autocares. Tampoco se construirán instalaciones como aseos, bares o restaurantes.
Musée d'Artagnan, en Lupiac, Francia
Prefiere los pequeños proyectos, como el enlace ecuestre que se está construyendo actualmente entre Maastricht, el lugar donde murió d'Artagnan, y Lupiac, que permitirá a la gente venir a Lupiac y dormir con sus caballos aquí en Castelmore, en uno de los clubes hípicos cercanos o en uno de los Bed and Breakfast vecinos. En suma, Claude define su proyecto como «modesto pero evolutivo, polifacético, internacional y acorde con el espíritu del lugar».
Unas perspectivas que reciben la aprobación, en principio, de Henri De Marignan, delegado en Gers de «Vieilles Maisons Françaises», una de las principales asociaciones francesas de defensa del patrimonio histórico y cultural. Preguntado por El Debate, señala: «No nos parece en absoluto escandaloso que la finca de Castelmore, que era propiedad privada, lo siga siendo», sin ocultar su sorpresa ante la polémica: «Me pregunto por qué los cargos locales se interesan tanto por esta casa, en venta desde hace más de ocho años. Me parece loable que los poderes públicos se preocupen por el patrimonio del de la provincia. Pero el proyecto que impulsaban podría eclipsar el precioso museo d'Artagnan, situado en la antigua capilla de Saint Jacques de Lupiac».
En cuanto a una hipotética desnaturalización del castillo debido al cambio de propietario y a las consiguientes obras de restauración, De Marigan precisa que «este temor queda disipado por el hecho de que el castillo de Castelmore está parcialmente catalogado como Monumento Histórico por decreto de 7 de diciembre de 1993, por sus fachadas y tejados, así como por el vestíbulo, la escalera y el rellano del primer piso».
¿Nació D'Artagnan en Castelmore?
De Marignan afirma que «desconocemos la fecha y el lugar exactos de nacimiento de Charles de Batz, conocido como d'Artagnan, ya que no hemos encontrado su partida de nacimiento. Algunos historiadores creen que probablemente nació en el castillo de La Plagne, en Lupiac, otra finca que perteneció a la familia de Batz».
Para apoyar su argumentación, añade que el «Castelmore de D'Artagnan era mucho más modesto, con solo las dos pequeñas torres redondas y el edificio principal que las conecta, que alberga la famosa cocina abovedada que es de la Edad Media». De Marignan visitó Castelmore en junio de 2019 a la cabeza de una delegación de «Vieilles Maisons Françaises» y encontró el castillo en «buen estado, como si estuviera habitado»: «La cocina abovedada del edificio original estaba totalmente equipada, la biblioteca contenía un buen número de libros y el salón parecía ser utilizado para recibir invitados».
Su único lamento es que la anterior propietaria «no mostrara ningún interés por la pequeña capilla del siglo XVIII situada en el patio trasero del castillo, que estaba parcialmente en ruinas, pero aún conservaba algunas de sus vidrieras».
Para apoyar su argumentación, añade que el «Castelmore de D'Artagnan era mucho más modesto, con solo las dos pequeñas torres redondas y el edificio principal que las conecta, que alberga la famosa cocina abovedada que es de la Edad Media». De Marignan visitó Castelmore en junio de 2019 a la cabeza de una delegación de «Vieilles Maisons Françaises» y encontró el castillo en «buen estado, como si estuviera habitado»: «La cocina abovedada del edificio original estaba totalmente equipada, la biblioteca contenía un buen número de libros y el salón parecía ser utilizado para recibir invitados».
Su único lamento es que la anterior propietaria «no mostrara ningún interés por la pequeña capilla del siglo XVIII situada en el patio trasero del castillo, que estaba parcialmente en ruinas, pero aún conservaba algunas de sus vidrieras».
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