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02 de mayo de 2024

Estatua de El Viti en la Plaza de Toros de Salamanca

Estatua de El Viti en la Plaza de Toros de Salamanca

Una fundación antitaurina pide el cierre del Museo Taurino de Salamanca por escasez de visitas

Aseguran que el museo es «una rémora de soporte al lobby taurino local, sin impacto real para el potencial turismo ni para las familias salmantinas»

5.200 visitantes al año con una media de 14 por día. Ese es el saldo del Museo Taurino de Salamanca que la Fundación Franz Weber, conocida por su oposición frontal a la tauromaquia, quiere cerrar por esos números: «El museo taurino de Salamanca es una ruina. Así lo evidencia el escasísimo número de visitas cosechadas durante 2023 (5.283) que mostrarían únicamente catorce visitas diarias, incluso con meses donde este número se reduce a poco más de un acceso por jornada, como sucedió en enero del pasado año».
Ponen como ejemplo otros museos de Castilla y León con más visitantes para justificar una pretensión cuya principal motivación en realidad es la prohibición común en la que se edifican los antitaurinos: el prohibir porque no les gusta independientemente de la libertad. Dicen los prohibicionistas en un lenguaje ya reconocible que el museo es «una rémora de soporte al lobby taurino local, sin impacto real para el potencial turismo ni para las familias salmantinas».
Aseguran, en el colmo de la demagogia, que su coste es «difícilmente justificable mientras decenas de familias tienen dificultades para realizar una cesta de la compra equilibrada o para satisfacer sus cuotas hipotecarias o alquileres». Algunos salmantinos se quejan de que el lugar no es objeto de promoción, al contrario que la Casa Lis, sede el Museo Art Nouveau y Art Déco de la ciudad. Otros abogan por trasladarlo a la Plaza de Toros, La Glorieta, de 1893, año que da una idea de la fuerte raíz taurina de Salamanca que algunos quieren borrar como si no hubiera existido.
Inaugurada por el elegante Luis Mazzantini y Guerrita, quien no pudo actuar por un percance anterior, aquel cartel previsto con los dos grandes matadores del momento confirma el abolengo de la capital castellanoleonesa y universitaria respecto a los toros (con nombres autóctonos imborrables como El Viti, El Niño de la Capea y Julio Robles), cuya feria es cita ineludible para las grandes figuras. Nada dicen los radicales antitaurinos del Museo de la Energía en Ponferrada, con un presupuesto de 100 millones de euros, donde se preveía la llegada de 250.000 visitantes anuales. En su primer año, 2011, apenas se superaron los 40.000, y cuatro años después se dejaron de publicar los números.
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