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17 de junio de 2024

Andrés Amorós
Crónica deAndrés AmorósMadrid

Roca Rey, cinco avisos en dos toros, en medio de la polémica

Cayetano sufre varias contusiones y confirma la alternativa Jorge Martínez

Actualizada 22:59

El diestro peruano Andrés Roca Rey brinda su toro a su hermano

Roca Rey brindó a su hermano el segundo toro de su loteEFE

Nueva tarde de «No hay billetes». Quieran o no los ministros antitaurinos, los toros se han puesto de moda. Además de otras cosas, la Feria de San Isidro supone un gran acontecimiento social, que atrae mucho turismo, a muchos jóvenes y a muchos espectadores que no quieren quedarse al margen de lo que tanta gente comenta. Con buena temperatura, la Presidenta de la Comunidad se da un baño de masas, al llegar a la Plaza.

Después del fiasco del Puerto de San Lorenzo, acudimos a la Plaza con la esperanza de que los toros del conde de Mayalde tengan casta; más de una vez así lo hemos visto, en Madrid y en Gijón. Debuta esta tarde en corrida de toros en Las Ventas. Con un sobrero de esta ganadería abrió Roca Rey por primera vez esta Puerta Grande.

Esta vez, los toros tienen hermosa estampa, son variados de pelo y de juego; destaca el noble tercero. Cayetano es arrollado y sufre varias contusiones. Jorge Martínez muestra su buen estilo. Roca Rey se queda en petición de oreja y escucha nada menos que cinco avisos.

El murciano Jorge Martínez, alumno de la Escuela de Almería, más de una vez ha demostrado en Las Ventas sus buenas maneras; también, algunas veces, se ha quedado sin redondear el triunfo: ¿la espada, el carácter? Ésta es solamente su cuarta corrida como matador.

Jorge Martínez, que confirmaba alternativa, da un pase de pecho

Jorge Martínez, que confirmaba alternativa, da un pase de pechoEFE

El primero derriba al picador y, al salir del caballo, voltea al toricantano, felizmente sin consecuencias. Al salir del segundo puyazo, arrolla con gran peligro también a Cayetano, destrozándole la chaquetilla y el chaleco. Una ceremonia de alternativa con el padrino en mangas de camisa es una estampa insólita. (Pasa Cayetano por su pie a la enfermería). Brinda a su apoderado, el matador almeriense Ruiz Manuel. El toro embiste con fuerza, pega gañafones, engancha la muleta: ¿habría necesitado un puyazo más? Cuando se acopla, Jorge luce su buen estilo en derechazos. Al tomar la izquierda, el toro se apaga y surge un desarme. Mata de estocada desprendida.

Por el percance de Cayetano, se cambia el turno: Jorge Martínez mata el cuarto, de hermosa estampa y noble pero con fuerzas limitadas. Brinda al público. Traza muletazos pulcros, que el toro toma con clase, pero surge algún enganchón y falta emoción. Lo mejor, una tanda de derechazos con la mano baja. Suena el aviso antes de tomar la espada: acierta a la segunda. Torea bien pero ha de «romperse» más para conectar con el público.

Vuelve a Las Ventas dos tardes muy próximas Cayetano. No sé si es la mejor estrategia: si el primer día no salieran las cosas bien, el recuerdo estaría fresco. Conserva su gancho mediático. En la etapa final de su carrera, no es el momento de exigirle lo que ya no ha dado.

Después de ser arrollado, con gestos de dolor en el cuello, lidia en camisa al segundo, mal picado, que embiste desigual. Se le advierte una herida en el cuero cabelludo. Brinda al público. Comienza de rodillas y en seguida ha de tomar el olivo, con gran riesgo: su segundo gran susto de la tarde. Tirando de raza, saca naturales esforzados: es el lado bueno del toro; por la derecha, queda corto. Mata con decisión, trasero, con su peculiar estilo, dando un salto. Vuelve a pasar a la enfermería. El parte facultativo menciona contusión cervical y erosiones con hematoma en el escroto, la región parietal derecha y la cara anterior del muslo.

El picador fue derribado por el primer toro de la tarde

El picador fue derribado por el primer toro de la tardeEFE

Cayetano Rivera, con la chaquetilla rota tras la cogida

Cayetano Rivera, con la chaquetilla rota tras la cogidaEFE

Cayetano toreó a su segundo astado en mangas de camisa

Cayetano toreó a su segundo astado en mangas de camisaEFE

Sale de la enfermería para matar en último lugar a su segundo toro, un hermoso colorado ojo de perdiz, al que pican muy trasero. El toro es soso, noble, flaquea, dice poco. El correcto trasteo no logra conectar con el público. Otra vez se muestra eficaz matador, con salto.

Todo el peso del cartel y toda la expectación se centran en Andrés Roca Rey, el indiscutible rey de la taquilla. Con su ambición y su entrega, sigue siendo garantía de éxitos en casi todas las Plazas; en Sevilla y Madrid, los exigentes han comenzado ya a discutir su estilo. La obligación que se ha impuesto de triunfar le lleva a recurrir a recursos efectistas: espaldinas, bernadinas y otras «inas». También está mostrando cierta irregularidad con la espada. Y su veto indisimulado a Daniel Luque no ayuda a su imagen. Por su edad y por su imagen, atrae mucho al nuevo público juvenil.

Al tercero, castaño salpicado, lo recibe a pies juntos, con delantales un poco de costadillo, todos por el lado derecho: lo ha visto claro y se muestra decidido. La primera vara queda trasera. Pitan que no se le coloque bien para el segundo puyazo. En banderillas, embiste con alegría y nobleza pero flaquea. Comienza Andrés de modo vibrante, con estatuarios y espaldinas. Se luce en derechazos dominadores, aunque algunos censuran la colocación. El toro va peor por la izquierda pero los naturales son mandones; con la nueva espaldina, surge la división. Mejora en los nuevos derechazos. Cierra con las habituales bernadinas, cambiando el viaje al toro. Mata con decisión, yéndose un poco: el bravo toro tarda en caer, suenan dos avisos, falla una vez al descabello y todo queda en petición.

Estatuario de Roca Rey en esta decimotercera corrida de San Isidro

Estatuario de Roca Rey en esta decimotercera corrida de San IsidroEFE

El quinto sale suelto, mansea, va de un caballo al otro. Es absurdo pitar a un manso pero sí se debe exigir a una primera figura una lidia ordenada, cosa que no vemos. Brinda a su hermano Fernando, también matador de toros. Dejar pasar al toro con estatuarios a un toro tan suelto parece un contrasentido. Cuando el diestro se mete de verdad con él, sometiéndole, el toro responde sin maldad. Logra muletazos mandones, de mano baja, que no a todos convencen. Recurre al muletazo cambiado y el arrimón, con división de opiniones. Mata mal, aprovechando el viaje, a la cuarta, caído. No coge el descabello y suena el tercer aviso justo cuando dobla el toro, en medio de los lógicos pitos. El público no ha entendido que no cogiera el descabello: algo censurable, tanto si ha sido por inhibición como por error de cálculo.

Ya sé que, en el arte del toreo, las estadísticas no son decisivas pero, en dos toros, Andrés Roca Rey ha escuchado nada menos que cinco avisos. En Las Ventas, para una primera figura, es demasiado, sin duda alguna. El gran público no ha advertido que está pasando este año una etapa irregular, con la espada. Ya en México escuchó tres avisos. Si da un paso lateral, la espada queda inevitablemente atravesada. Una primera figura como él debe remediarlo. Al margen de eso, su capacidad y ambición es evidente pero el camino de las espaldinas no es el que gusta a los aficionados exigentes.

POSTDATA. Esta mañana, en Las Ventas, el Foro Cultural «3 Taurinos 3», de Almería, ha organizado un acto de recuerdo y homenaje a Luis María Gibert, que fue Presidente de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña. Pocos aficionados han luchado tanto por la Fiesta. En 2012, cuando los animalistas e independentistas, con la ayuda del Partido Socialista Catalán, lograron prohibir los toros en Cataluña, mi amigo Luis María Gibert puso en marcha la Iniciativa Legislativa Popular en favor de la Fiesta. En principio, nadie creía en ella. En la discusión que tuvimos con los antitaurinos, en la Comisión de Cultura del Senado, pude comprobar, por ejemplo, que al representante de Convergencia no le importaban nada los toros; lo que quería a toda costa es impedir que el Estado español pudiese legislar algo que en Cataluña fuese de obligado cumplimiento. Gibert consiguió más de las 500.000 firmas exigidas. Luego, prosperó la enmienda de inconstitucionalidad promovida por el PP, con el protagonismo de Juan Manuel Albendea y Pío García Escudero. Gracias a ellos, de modo especial, hoy sí son legales los toros en Cataluña, aunque el empresario no se atreva a organizar corridas. Quede aquí mi aplauso y mi recuerdo para el muy querido amigo Luis María Gibert, catalán, español y gran defensor de los toros.

  • Madrid. Feria de San Isidro. Viernes 24 de mayo. «No hay billetes». Toros del conde de Mayalde, serios, encastados, variados de pelo y de juego; destaca el noble tercero.
  • CAYETANO, de nazareno y oro, en el segundo, estocada trasera y tendida, con salto (Palmas). En el sexto, estocada con salto (palmas de despedida).
  • ROCA REY, en el tercero, estocada y descabello (dos avisos, petición y saludos). En el quinto, tres pinchazos y estocada caída (tres avisos, pitos).
  • JORGE MARTÍNEZ, que confirma la alternativa, en el primero, estocada desprendida (ovación). En el cuarto, pinchazo y buena estocada (aviso, palmas).
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