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Andrés Amorós
Crónica deAndrés AmorósSevilla

Gran faena lidiadora de Luque a un mansazo, incomprensiblemente no premiada

Primores gallistas de Morante y un trofeo a Rufo, con toros deslucidos de Garcigrande

Actualizada 23:22

Daniel Luque, con el primero de su lote, al que sacó mucho más de lo que tenía

Daniel Luque, con el primero de su lote, al que sacó mucho más de lo que teníaEFE

Por quinta vez, en esta Feria de Abril, se cuelga el cartel de «No hay billetes». Esta misma tarde, comienza la Feria de San Isidro y también se cuelga ese mismo cartel. Como indica sagazmente el ministro Urtasun, la Tauromaquia apenas interesa ya a casi nadie…

El de esta tarde, en Sevilla, es uno de los mejores carteles de la Feria: la cuarta actuación de Morante, el indiscutible número uno, junto a dos de los diestros actuales más interesantes. Curiosamente, los dos coinciden en haber cambiado de apoderado, queriendo iniciar una nueva etapa: Daniel Luque ha elegido a los Lozano; Tomás Rufo, a Víctor Zabala.

Salvo el lote de Rufo, manejable, los otros cuatro toros de Garcigrande han dado muy mal juego, mansos y deslucidos. No corta ningún trofeo Morante pero se despide de la Feria con una actitud de entrega y muchos detalles gallistas, que al público le encantan. Daniel Luque demuestra una vez más su gran capacidad: su faena al segundo toro me parece extraordinaria, aunque no se premie, y le arranca un trofeo al quinto. También Tomás Rufo corta una oreja al último, con su buen estilo de muletero y estoqueador.

Después de una actuación histórica, la de la serie de largas, Morante demostró el lunes que, delante del toro, ha superado ya sus problemas de salud. Hoy, lo confirma plenamente. El primer toro sale ya cayéndose: lo alivia por alto y dibuja algunas verónicas realmente magníficas; después, según viene, unos airosos delantales. Dos rotundos pares de banderillas de Ferreira. Traza José Antonio algunos naturales primorosos, traga con valor, se alivia con torería pero el toro se cae continuamente y se para enseguida: es una birria total. Sin toro, ni Morante ni el que inventó el toreo… Mata de un pinchazo hondo, sin pasar.

Morante de la Puebla, con el primero de su lote este viernes en Sevilla

Morante de la Puebla, con el primero de su lote este viernes en SevillaEFE

El cuarto, bien armado, engatillado de pitones, sale más fuerte pero embiste con mal estilo, protesta, echa las manos por delante. Lo lidia bien Morante con el capote. El toro cumple en varas pero hace sonar el estribo. El comienzo de faena de muleta es sencillamente deslumbrante: una serie de pinturerías e improvisaciones, por alto y por bajo . El toro se para pronto pero José Antonio, muy valiente, con perfecta técnica, le va sacando muletazos a media altura. Da gusto ver cómo cuadra al toro, sólo con unos pasos laterales, sin necesidad de dar ningún pase. Si mata a la primera, hubiera cortado un trofeo pero pincha, antes de la estocada: da igual, le hemos visto detalles primorosos de torería.

Con los exigentes toros de Victorino, Daniel Luque volvió a demostrar su gran capacidad. Hoy, lo repite y lo amplía. El segundo toro es manso, huye de todo, flojea, queda muy corto, hace sonar el estribo, se duele en banderillas: una joya… Con un toro así, lo lógico es darle unos doblones por bajo, mostrar al público que no vale nada y matarlo. Luque no hace eso: consintiéndole y tragando mucho, le va sacando lo que nadie esperaba; al final, unos preciosos naturales de mano baja. Mata con decisión , algo desprendido: para mi asombro, el Presidente no concede la oreja, aunque hay petición, y da la vuelta al ruedo. Ha sido, sencillamente, una faena de gran mérito.

Recibe al quinto con capotazos ganándole terreno, aunque el toro es incierto, embiste con feo estilo, hace floja pelea en varas. Me sorprende el brindis al público: ¿qué le ha visto al toro Daniel Luque? Por bajo, le enseña a embestir; con gran facilidad, traza muletazos suaves, ligados, bajándole la mano. Sin aspavientos, le ha sacado todo lo que el toro escondía y más. Concluye con la derecha, sin ayuda, con luquecinas mandonas. Otra estocada de rápido efecto: esta vez sí le conceden la oreja. Como premio para el conjunto de su actuación, me parece justo, pero, en mi opinión, la faena a su primero ha tenido mucho más mérito.

Daniel Luque, con el quinto de la tarde

Daniel Luque, con el quinto de la tardeEFE

El toledano Tomás Rufo ha abierto ya las Puertas Grandes de Sevilla y de Madrid: no hace falta decir más. Ha entrado sólo en un cartel de esta Feria pero es uno de los mejores carteles. Esta tarde, tiene fortuna en el sorteo, le tocan los dos toros más manejables y los aprovecha con buen estilo.

Recibe al primero con una larga serie de verónicas, de manos bajas, ganándole terreno, hasta el platillo, cada vez más lentas: si eso lo hace un sevillano, se cae la Plaza. Acude pronto el toro al caballo pero se va. Muy bien Fernando Sánchez en banderillas, provocando la arrancada. Brinda Tomás a Pedro Trapote. De rodillas, liga siete buenos derechazos. El toro es manejable, va largo y lo aprovecha con muletazos mandones, templados, enroscándoselo a la cintura. No dura mucho el toro, se apaga. Rufo se vuelca con la espada, que queda desprendida: petición.

El último flojea de salida, se duerme en el peto, se va. Nos sorprende Morante en un quite de dos verónicas y media extraordinarias: rugen los olés. El toro ha despertado en banderillas, va bien pero se desentiende un poco de los engaños. Rufo manda mucho, bajando la mano; logra naturales largos, suaves, hasta que el toro se apaga. Una gran estocada, entrando muy recto, pone en sus manos la oreja.

Siempre he dado una importancia relativa a los trofeos, me importan más otras cosas, pero, a veces, también hay que valorarlos. A pesar del mal juego de cuatro de los toros, la tarde de gran expectación no ha defraudado: hemos visto cosas importantes. Alternando con dos primeras figuras, Tomas Rufo ha mantenido el tipo, usando sus armas, de la escuela toledana: da muletazos largos, templados, y se vuelca, muy recto, con la espada. Que siga por este camino.

Tomás Rufo, con el segundo de su lote, al que cortó una oreja

Tomás Rufo, con el segundo de su lote, al que cortó una orejaEFE

No ha cortado ningún trofeo Morante, ni falta que le hace: ha estado sencillamente extraordinario. Nos ha deleitado con primores gallistas; en mi opinión, no tanto de Joselito como de Rafael, su hermano: torería innata, claridad de ideas, improvisación… Y un valor sereno que El Gallo no solía prodigar. De nuevo está Morante en un momento magnífico: si pueden, no se lo pierdan.

No suelo yo discutir la concesión o no de orejas pero la negativa del Presidente a otorgársela a Luque, en el segundo toro, me ha parecido absolutamente incomprensible. Una norma indiscutible es que hay que valorar cada faena según las condiciones del toro: con un torito de dulce, como otras tardes hemos visto, no es demasiado difícil, para bastantes toreros, dar muletazos estéticos. En cambio, lograr imponerse a un mansazo flojo, corto y huido, sacarle todo lo que pueda tener dentro y más es sólo privilegio de los grandes lidiadores (y, para el buen aficionado, algo muy emocionante). Hoy, Daniel Luque ha confirmado que lo es. En el actual escalafón, ¿qué otro torero es capaz de hacer una faena así? Que en la Maestranza no se premie una lidia de esta categoría me apena y me parece muy mal síntoma.

POSTDATA. El Museo de Bellas Artes de Sevilla es, sin duda, uno de los más hermosos museos españoles, por su colección permanente (Murillo, Zurbarán…) y por su arquitectura, con una serie de hermosos y tranquilos patios sevillanos, donde uno se olvida del barullo de la ciudad, en Feria. Por la mañana, visito la exposición temporal de Francisco Leygonier, una figura curiosísima, que yo desconocía: fue el primer fotógrafo de Sevilla, hacia 1850, y uno de los primeros que abrió estudio, en Burdeos. Sus hermosas fotografías son un precioso documento de los principales monumentos de Sevilla: la Catedral, la Giralda, la Torre del Oro, el Alcázar, el Ayuntamiento, la Casa de Pilatos… y, por supuesto, la Plaza de los Toros de la Real Maestranza. Admiro la hermosa imagen de la Puerta del Príncipe, casi idéntica a la actual, y una curiosa imagen del diestro Manuel Domínguez, Desperdicios, especialista en la suerte de matar recibiendo, con su picador: parece un cuadro romántico de Delacroix. Ya se ve: un lugar de «tortura» y unos sanguinarios «torturadores», repiten algunos.

FICHA

  • Sevilla. Plaza de la Real Maestranza de Caballería. Feria de Abril. Viernes 9 de mayo. «No hay billetes». Toros de Garcigrande: salvo tercero y sexto, manejables, todos los demás son flojos y deslucidos.
  • MORANTE DE LA PUEBLA, de nazareno y azabache, con chaleco en oro, pinchazo hondo y descabello (saludos). En el cuarto, pinchazo y estocada (aviso, saludos).
  • DANIEL LUQUE, de rioja y oro, estocada (petición y vuelta, con gran bronca al Presidente). En el quinto, estocada desprendida (oreja).
  • TOMÁS RUFO, de verde y oro, estocada desprendida (petición y saludos, con pitos al Presidente). En el sexto, buena estocada (oreja).
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