El escritor C. S. Lewis
Cuando Aslan se sacrificó para salvar Narnia: una lectura cristiana de la obra de C. S. Lewis
El autor C. S. Lewis fue uno de los apologistas cristianos más conocidos del siglo XX, y para su labor empleó su obra
Desde San Pablo, han sido innumerables las personas que han dedicado su vida y su obra a defender con argumentos el cristianismo. Hay nombres muy ilustres en esa lista, como San Agustín de Hipona o Santo Tomás de Aquino.
Aquellos que componen este grupo se conocen como apologetas cristianos. Y han sido ellos los encargados de dotar a la religión de un discurso argumental para su divulgación.
Estos argumentos pueden ser de muchas formas, desde filosóficos a teológicos pasando por culturales. En concreto, se pueden plasmas en obras, por ejemplo, literarias, preceptos y principios de la creencia, como la fe o la esperanza. Este fue el caso del escritor norirlandés C. S. Lewis.
Lewis es mundialmente famoso por su saga Las crónicas de Narnia, que sembró de referencias cristianas, como el sacrificio que conduce a la redención, por ejemplo. Pero no se limitó a eso. Gran parte de su obra está dedicada a pensar y reflexionar sobre los principales valores del cristianismo.
Referencias cristianas en la obra de C. S. Lewis
Es uno de los momentos clave del primer libro de la saga Las crónicas de Narnia, El león, la bruja y el armario. El león es Aslan, el creador del mundo mágico que describió Lewis. Aslan camina hacia las dependencias de la villana de la historia, la bruja, para ofrecerse en sacrificio y así salvar a uno de los personajes humanos.
Aslan es humillado y, finalmente, asesinado. Pero como el león no ha cometido maldad alguna, vuelve a la vida para acabar con la bruja y devolver a la vida a los habitantes de Narnia que esta había secuestrado.
La historia guarda una fuerte reminiscencia bíblica con el sacrificio de Jesús para salvar a la humanidad. Así, a través de una novela juvenil, el autor plasmó un episodio clave de la historia del cristianismo.
No obstante, las referencias a la Biblia no acaban ahí. Sin ir más lejos, los protagonistas humanos de Las crónicas de Narnia, Peter, Edmund, Susan y Lucy Pevensie, son conocidos como «hijos de Adán» e «hijas de Eva».
De hecho, la historia general de Narnia es una crónica de la lucha del bien contra el mal y el sacrificio. Con ello, Lewis hace un llamamiento a sus lectores para que reflexionen, en otro contexto, sobre estos valores cristianos.
A pesar de todo esto, el escritor norirlandés fue ateo parte de su vida, pero acabó convirtiéndose al cristianismo. Aparte de la saga que le dio fama, dedicó gran parte de su obra a reflexionar sobre temas cristianos. Así lo atestiguan libros como Mero cristianismo, en el que argumenta a favor de la existencia de Dios, o Sorprendido por la alegría, donde explica su conversión.
Lewis trasladó al mundo de la fantasía los principios cristianos. Con el sacrificio de Aslan y otras referencias el autor reflejó valores que el mundo lleva agradeciendo desde hace 2.000 años y continúa con la tradición apologética cristiana que tantos nombres ilustres ha dado a la humanidad.