Zapato de más de 700 años
Tesoros textiles medievales cobran nueva vida en el Museo Arqueológico Nacional
El taller de restauración del MAN acoge la minuciosa labor de Mercedes Amézaga y su equipo, quienes preparan una inédita exposición de tejidos andalusíes y cristianos, entre ellos un singular zapato del siglo XIII
En el corazón del Museo Arqueológico Nacional (MAN), en Madrid, el taller de restauración se ha transformado estos días en un espacio de trabajo tan silencioso como reverente. Allí, bajo la dirección de la reconocida restauradora Mercedes Amézaga, se lleva a cabo un meticuloso proceso de restauración, limpieza y conservación de una valiosa colección de textiles medievales, muchos de los cuales serán mostrados por primera vez al público este otoño.
Entre las piezas más destacadas se encuentra un delicado zapatO de cuero que perteneció a doña Inés Téllez de Girón, segunda esposa del infante don Felipe, hermano del rey Alfonso X «el Sabio». Este calzado femenino, de más de 700 años de antigüedad, fue hallado en la tumba de la noble dama en Villalcázar de Sirga (Palencia) y conserva aún restos de pan de oro y tintes originales. «Es una joya única, no solo por su belleza, sino porque se conservan muy pocos ejemplos de calzado medieval», explica Amézaga.
El conjunto en restauración incluye seis tejidos andalusíes y cuatro cristianos, confeccionados en ricos materiales como seda, lino e hilos de oro. Las telas presentan decoraciones vegetales, geométricas e incluso figuras como grifos y estrellas, y proceden de diferentes contextos históricos y religiosos. Algunas, como un fragmento de casulla nazarí que perteneció a San Valero, obispo de Zaragoza, datan del siglo XIII al XV y nunca antes habían sido expuestas.
Además del trabajo en el MAN, el taller de Amézaga ha intervenido en otras piezas emblemáticas, como capas del Siglo de Oro prestadas recientemente al Museo de la Santa Cruz de Toledo, una casaca del héroe de 1808 Luis Daoíz, un traje ceremonial sioux restaurado para la baronesa Thyssen, e incluso la emblemática «Bandera rasgada» de Panamá.
La restauración, financiada por la Fundación Iberdrola España, incluye estudios técnicos, análisis científicos, la digitalización 3D de algunas piezas, y la creación de modelos táctiles para personas ciegas. «Queremos que todos puedan disfrutar de este patrimonio», afirma Amézaga.
La muestra será breve debido a la fragilidad de los tejidos, pero promete ser una experiencia única. «Estas piezas son una maravilla y hay que venir a verlas sin falta», concluye la restauradora, visiblemente emocionada.