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El ministro de Cultura Ernest Urtasun

El ministro de Cultura Ernest UrtasunEFE

Urtasun trata de esquivar la polémica de la descolonización con obras del siglo XVII para el Museo de América

El ministerio de Cultura trata de sacudirse las críticas por intromisión ideológica en el Museo de América con la adquisición de dos obras del siglo XVII procedentes del virreinato de Nueva España

El Ministerio de Cultura ha formalizado la adquisición de una colección compuesta por nueve enconchados, pinturas al óleo sobre tabla con incrustaciones de nácar, por un importe total de 2,2 millones de euros.

Esta operación, la más elevada del año en cuanto a la compra de bienes culturales por parte del Estado, enriquece el patrimonio artístico nacional y refuerza la colección del Museo de América, al que quedarán adscritas las obras. Esta institución posee, actualmente, el mayor fondo mundial de este tipo de creaciones.

Pero lo llamativo es que esta compra llega justo cuando se ha anunciado una remodelación completa de la colección y discurso expositivo del Museo de América para que la descolonización sea su eje principal. ¿Trata Urtasun de sacudirse las críticas por la intromisión del Ministerio en el Museo?

Uno de los enconchados representa a Santa Ana impartiendo la lección a la Virgen niña

Uno de los enconchados representa a Santa Ana impartiendo la lección a la Virgen niñaMinisterio de Cultura

Las pinturas, elaboradas a finales del siglo XVII en el virreinato de Nueva España, presentan una temática mariana y constituyen un conjunto excepcional, tanto por su integridad como por su excelente estado de conservación.

Los enconchados, técnica artística propia de aquella época y territorio, se caracterizan por su combinación de pintura y nácar, y solo se desarrollaron durante un periodo de aproximadamente un siglo. De esta manifestación artística apenas se conocen unas 300 obras en todo el mundo.

Además de su relevancia histórica, estas tablas sobresalen por la riqueza de sus materiales y por el cuidado de sus detalles ornamentales, reflejo del gusto barroco novohispano.

Este estilo se vio influenciado por la atracción hacia los lujos asiáticos que se extendió entre los siglos XVI y XVIII, dando lugar a obras de gran suntuosidad y refinamiento técnico.

La Virgen de Guadalupe es otro de los enconchados adquiridos

La Virgen de Guadalupe es otro de los enconchados adquiridosMinisterio de Cultura

El conjunto adquirido consta de ocho escenas relativas a la vida de la Virgen: ‘La Natividad de la Virgen’, ‘La Presentación de la Virgen Niña en el Templo’, ‘La Educación de la Virgen’, ‘La Anunciación’, ‘La Visitación de la Virgen a santa Isabel’, ‘El Bautismo de la Virgen y san José’, ‘La Dormición y el Entierro de la Virgen’ y ‘La Asunción y la Coronación de la Virgen’.

A ellas se suma una novena pintura, ‘La Virgen de Guadalupe’, que, por sus características estilísticas, probablemente también formaba parte de la misma serie.

Estas obras incorporan elementos iconográficos de gran originalidad. Algunas escenas, como ‘El Bautismo de la Virgen y san José’ oficiado por Jesús de Nazaret, resultan inusuales en el arte mariano del periodo.

Igualmente, en varias composiciones aparece el Espíritu Santo representado como una paloma de nácar, y otras combinan dos momentos narrativos en una sola tabla, como ocurre con ‘La Dormición y el Entierro de la Virgen’ o ‘La Asunción y la Coronación’.

Los fondos ornamentales también presentan una notable elaboración. En las escenas domésticas y ceremoniales destacan los ajuares y los vestidos, cuya ejecución detallada transmite la fastuosidad propia del barroco.

En las escenas exteriores, las nubes contorneadas en oro evocan la estética oriental, y en la imagen de la Virgen de Guadalupe cobran protagonismo los claveles y rosas de Castilla, en alusión a las apariciones guadalupanas del Tepeyac en 1531.

Los marcos, elaborados con la misma técnica enconchada, están pintados para imitar la laca negra y dorada japonesa conocida como urushi. Incluyen además elementos decorativos como rosetas y puntas de diamante, lo que refuerza la conexión con la influencia artística asiática presente en el virreinato novohispano.

El Museo de América, que custodia casi un centenar de enconchados, alberga así la mayor colección de este tipo a nivel internacional. Su fondo incluye obras individuales, mayoritariamente religiosas, y conjuntos completos como las dos series dedicadas a la Conquista de México, una de ellas en depósito del Museo Nacional del Prado.

Asimismo, posee otras series como la Vida de Cristo, procedente del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, y otra sobre la Vida de la Virgen, proveniente de la Colección Real española.

Según aseguran fuentes del Ministerio de Cultura, con esta adquisición se busca reforzar el patrimonio nacional y consolidar al Museo de América como referente mundial en la conservación y estudio de este singular género artístico.

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