Manuel Segade, director del Reina Sofía, presentaba la nueva temporada del museo «un poco tarde», pero con una sorpresa, advirtió. Sorpresas, o no tantas. Para empezar Tàpies: la primera retrospectiva comisariada por el experto en el artista catalán, según Segade, el exdirector de la casa, Manuel Borja-Villel.
James Lee Bryars llegará el 9 de mayo y se irá el 1 de septiembre. La «corporalidad» y lo «performativo» como ejes de la obra del artista de Detroit. Ecología de los 70 en la vienesa Eva Lootz, también en mayo, y Soledad Sevilla en septiembre, antes del Esperpento de Valle-Inclán «desde donde elevar evoluciones de lo social».
Una crítica de la modernidad, ¿revisionismo?: sí, revisionismo. El feminicidio y el militarismo señalados donde se alcanza al inexistente colonialismo español. ¿Arte abstracto o arte político? Muchos préstamos y orgullo, admite Segade en El el aire conmovido, exposición que llega en noviembre con «utopía» y «esperanza política».
«Patrones de metaracismo» en la muestra de Grada Kilomba, otra vez comisariada por Borja-Villel. Descolonización, «necropolítica y diáspora» en este viaje a África donde se recopilan «episodios de racismo cotidiano escritos en forma de breves relatos psicoanalíticos». La Danza Macabra de Olga de Soto. Otra vez la «performance», «lo performativo va a llegar» hubiera dicho Fernando Arrabal. «Memoria oral y corporal» hasta que aparece la sombra del ministro Urtasun y la descolonización en todo su esplendor.
Cantó Segade «descolonización» con Dispositivo 92: ¿puede la historia ser rebobinada? El colonialismo y los efectos nocivos del imperialismo. «Globalización y alteridad», conceptos lejanos para conseguir «trascender la imagen exotizante de los territorios descolonizados», el cierre de la comparecencia antes de la primicia anunciada que era la resolución de la convocatoria-concurso para la subdirección artística del Museo a la que presentaron 52 personas.
Amanda de la Garza es la elegida, la directora del MUAC mexicano, antropóloga y socióloga, comisaria diversa de 42 años, miembro de las juntas directivas del CIMAM, el Comité Internacional para los museos y Colecciones de Arte Moderno que va a acompañar a Segade en el relato omnipresente de la descolonización como «tema ineludible del arte contemporáneo», dice el director, que más que una corriente artística parece, también ineludiblemente, un objetivo social y político con poco arte, por mucho que sea moderno.
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