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Escuela infantil

'La buena y la mala educación', una obra de referencia en el mundo educativo

Nueva edición revisada y aumentada de esta obra ya clásica, en la que Inger Enqvist analiza la eficacia de diversos modelos educativos

Inger Enkvist se ha convertido, con todo mérito, en una de las voces más autorizadas dentro del panorama educativo. En las últimas décadas, esta hispanista sueca, cuyo espíritu humanístico le ha llevado a publicar obras sobre numerosos campos como la literatura y la historia, ha desarrollado también una importante labor de investigación en el terreno educativo. Entre las obras más destacadas en este campo cabría destacar Educación: guía para perplejos y Conocimiento en crisis.

Cubierta de 'La buena y la mala educación'

Encuentro (2025). 285 páginas

La buena y la mala educación o el dominio del lenguaje

Inger Enkvist

Sin embargo, su obra más conocida es La buena y la mala educación o el dominio del lenguaje, que acaba de ser reeditada en una versión revisada y aumentada, si bien solo en algunos de sus capítulos. En la primera parte de este libro, quizá la más reveladora, Enqvist describe de manera pormenorizada diversos sistemas educativos, desde el estadounidense hasta el japonés, pasando por el finlandés y el chino. Para ello, la autora se centra en el enfoque y la metodología con que cada país afronta la enseñanza de diferentes disciplinas como la lengua, las matemáticas, las ciencias naturales o la historia, y en la eficacia y los resultados de cada uno de los métodos utilizados.

A la luz de este análisis, Enkvist extrae una conclusión nítida: el cambio de paradigma que ha sufrido la educación en los últimos tiempos, que se ha traducido en la llamada «nueva pedagogía», está lejos de haber mejorado la calidad educativa. En efecto, los numerosos datos existentes en todos los países analizados revelan que el rendimiento de los alumnos ha bajado en los últimos años de forma persistente.

En este libro, la autora señala algunas de las posibles causas que explican el deterioro del aprendizaje de los alumnos. Entre ellas, destaca el progresivo descuido por parte de las autoridades académicas del lenguaje y la lectura, que Enqvist señala como los pilares del aprendizaje del resto de materias, algo que la investigación educativa de los últimos años ha corroborado ampliamente.

Otro factor que explica la deriva actual de la educación es el culto al igualitarismo y el antiintelectualismo que este ha traído aparejado, los cuales han provocado que se desprestigie el aprendizaje por parte de la sociedad en general. Esta tendencia inevitablemente ha calado entre los alumnos, quienes lejos de anhelar aprender más, a menudo intentan disimular o incluso ocultar su interés por formarse y sus buenos resultados académicos, para no sufrir el rechazo por parte de sus compañeros.

Lejos de quedarse en enunciar los motivos de esta decadencia, Enqvist da un paso más y, a través de los ejemplos de los sistemas escolares más exitosos, presenta algunas soluciones que podrían mejorar la educación actual. En ese sentido, cabe destacar que el éxito de los mejores sistemas educativos no pasa necesariamente por invertir más dinero, sino por reivindicar el valor social de la formación y el aprendizaje, por reforzar la implicación de las familias en la educación de sus hijos y por poner el foco en que los alumnos aprendan más y mejor, rescatando la importancia del esfuerzo individual por parte del estudiante.

Vemos, por tanto, cómo Enkvist llega a la misma conclusión que otros autores que ya han sido mencionados en esta sección con anterioridad, como Gregorio Luri, Catherine L’Ecuyer o François-Xavier Bellamy: la escuela debe recuperar su rol esencial como centro de transmisión de la cultura y el conocimiento. Algo especialmente necesario en el caso de los alumnos con menos apoyo académico fuera del colegio, ya que en su caso la escuela será el único lugar donde podrán tener acceso a la literatura, el arte, la historia o la ciencia. Quizá así se logre evitar que sigan saliendo de las escuelas tantos alumnos huérfanos de cultura y desheredados de la tradición a la que pertenecen.

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