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01 de mayo de 2024

Robert Smith, del grupo The Cure, durante un concierto en Estocolmo

Robert Smith, del grupo The Cure, durante un concierto en EstocolmoGtres Online

Robert Smith, de The Cure, consigue que Ticketmaster devuelva el dinero a sus fans

El vocalista ha llegado a un acuerdo con la empresa para rebajar las tarifas en los próximos conciertos, mientras Taylor Swift sigue en pie de guerra

Robert Smith, el vocalista del The Cure, ha entrado en una espiral furiosa por la actitud de la plataforma de venta de entradas de Ticketmaster, como así ha asegurado a través de redes sociales: «La política de precios dinámicos es un poco estafa».
Todo comenzó cuando algunos de los fans se encontraron varios obstáculos para comprar entradas. De hecho, muchos no pudieron hacerse con ellas debido a las numerosas caídas de la web. Aunque, sin duda, el mayor problema eran las tasas asociadas a cada entrada.
No han sido pocos los seguidores de la banda que demostraban a través de redes sociales los precios llegaban incluso a duplicarse y triplicarse debido a las «tasas de gestión».
Ante los problemas, fue el propio líder del conjunto de rock el que se encargó de ponerse en contacto con la plataforma. Tras una larga conversación, finalmente llegaron a un acuerdo: «Ticketmaster ha aceptado que las comisiones que cobraron son demasiado altas, y por ello, en un gesto de buena voluntad, ha ofrecido un reembolso de 10 dólares por cada entrada (de precio bajo) comprada con cuenta de fan verificada». La plataforma también ha prometido bajar los costes en futuras localizaciones.

La batalla contra Ticketmaster

Cada vez que salen a la venta las entradas de un concierto de un artista de talla mundial, la web se colapsa, los precios se disparan, las entradas se agotan y aparecen en reventa... El monopolio de Ticketmaster y Live Nation, fusionadas en el año 2010, se ha comenzado a tambalear, debido en gran medida a la denuncia de los fans.
La primera banda que se atrevió a disparar contra la compañía fue Pearl Jam. La formación de grunge estadounidensa, allá por 1994, se enfrentó a Ticketmaster aduciendo que elevaban los precios de los billetes para sus shows en perjuicio de sus fans. La banda quería ofrecer conciertos gratuitos o a bajo precio, pero ellos decidieron cobrar, por lo que Pearl Jam llevó a la compañía a los tribunales en base a la Ley Antimonopolio, aunque perdieron el juicio.
Tras admitir que sitúan algunas de sus entradas en portales de reventa que les pertenecen, como Viagogo, en Reino Unido se hizo viral una actuación Rihanna en la que la empresa había colgado el cartel de 'sold out' pero tenía algunas gradas del Wembley Stadium completamente vacías. Al año siguiente, miles de fans se quedaron sin entradas para Lady Gaga, que aparecen inmediatamente en los portales de reventa, como Seatwave (del mismo grupo que Ticketmaster y Live Nation).
En España se dispara el problema en 2018, cuando U2 vende todas las entradas para sus conciertos en Madrid y Barcelona en diez minutos y aparecen al instante en Seatwave, algo que también ha pasado recientemente con Beyoncé y Madonna, por no hablar de Bruce Springsteen, cuyas entradas han alcanzado los 5.000 dólares en Estados Unidos.
Rosalía, Christina Aguilera o Rolling Stones han sido otros ejemplos que han hundido la reputación de la empresa en el último año. En agosto, las colas virtuales para los próximos shows de Coldplay eran kilométricas, lo que volvía a suceder con el concierto de Harry Styles de este verano. One Direction ha denunciado la reventa masiva, Dua Lipa observó como miles de personas se quedaban sin entrar en su concierto debido a la reventa descontrolada y Bad Bunny denunció que sus fans habían pagado 500 euros por entradas falsas y duplicadas.
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