Nick Cave durante la coronación de Carlos III el pasado 6 de mayo
Nick Cave, el músico que defiende contracorriente el conservadurismo y la religión
El artista australiano ha admitido no creer en el «progreso por el progreso» y sentirse bien por ser considerado un «raro ejemplo»
«Soy un músico conservador, y estoy orgulloso de ello». Estas son las palabras sin tapujos de Nick Cave en el Hay Festival. Antiguamente los artistas se mostraban contracorriente, que es precisamente lo que hace el cantante australiano, al contrario que la mayoría de los artistas actuales, plegados a las nuevas ideologías que dominan el mundo, incluidas sus nuevas «religiones».
Niño cantor en su infancia, la música siempre ha estado en la vida del líder de aquellos Nick Cave and The Bad Seeds (que han vuelto) que no cree en «el progreso por el progreso» y se siente satisfecho de ser considerado un «raro ejemplo de músico conservador», claro que en un conservadurismo que ha mutado.
Lo conservador de hoy es lo progresista del pasado. «Creo que debemos ser cautelosos con la idea de progreso. Solo veo que las cosas se mueven muy rápido y muchas cosas diferentes me preocupan mucho, como la Inteligencia Artificial».
«No creo que el progreso sea, en sí mismo, bueno», dijo. «No estoy en contra del progreso y creo que hay grandes problemas en el mundo con los que realmente tenemos que lidiar. . . pero la idea de que todo está sistemáticamente jodido como la única forma de ver el mundo es profundamente desmoralizante para nosotros como sociedad».
En su sitio web, The Red Hand Files, escribió que «(La idea de que) los seres humanos son corruptos, personalmente encuentro esto no solo incorrecto sino perturbador y se está convirtiendo en un problema», que el músico pone su origen en el cinismo de la sociedad, relacionado con el declive de la religión.
«Creo que nos deshicimos de la religión, esencialmente, lo que puede o no ser algo bueno, pero creamos un vacío con el que realmente no sabemos qué hacer», dijo. «Y creo que se ha llenado de personas que intentan encontrar la espiritualidad en las cosas equivocadas, como la política, por ejemplo».
La política y la ideología que lo ocupa todo. El nuevo «conservadurismo» que en realidad es «progresismo radical», como denuncia Cave, que describe un mundo sin asideros, el mundo al revés de lo que fue la música, el rock: jóvenes contra el estado de las cosas, jóvenes que pretendían cambiar el mundo, y viejos que hoy pretenden dejarlo, en buena medida, como está, para que se siga pareciendo, sin negarse a los cambios razonables, al mundo que ellos crearon.
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