Michael Phelps, en una conferencia la pasada semana en París
La nueva vida de Michael Phelps: una lucha para mejorar la salud mental de los deportistas
El legendario nadador dice que es «mucho más importante que ganar una medalla de oro»
Michael Phelps, uno de los deportistas más grandes de toda la historia, está en otra faceta años después de su retirada. El legendario nadador estadounidense viaja ahora por todo el mundo para hablar de la condición mental de los atletas, una misión «mucho más importante que ganar una medalla de oro», ha dicho en una entrevista a AFP.
Y es que el deportista con más títulos olímpicos ha forjado una nueva carrera fuera de las piscinas para ayudar en algo que él sufrió... y escondió. Phelps dedica ahora su nueva vida a la prevención de la salud mental de los deportistas, algo que él no cuidó cuando estaba en su exitosa carrera en la piscina. Como él ha reconocido, escondió su depresión y quiere que las cosas no sean igual tras haber vivido esa dureza.
«Preferiría tener la oportunidad de salvar una vida que ganar una nueva medalla de oro», ha dicho Phelps, ya con 37 años. «Demasiados atletas olímpicos se han suicidado, no quiero perder a un solo miembro más de mi familia olímpica», añade una figura mundial que vivió la cara y la cruz del éxito deportivo y la exigencia: en 2004 ganó ocho medallas -seis de oro- en los Juegos Olímpicos de Atenas, pero comenzó a sufrir una depresión. «Viví un periodo en el que no quería seguir viviendo», confiesa.
«Disputar competiciones era lo que prefería. Era un tiburón, sentía la sangre en el agua y continuaba», recuerda en esta entrevista a la AFP. Temía que confesar que sufrir una enfermedad mental se convirtiera «en una señal de debilidad que podía dar una ventaja a los rivales». Implicado en la realización del documental El peso del oro, sobre la salud mental de los deportistas, Phelps muestra su apoyo a la tenista japonesa Naomi Osaka y a la gimnasta estadounidense Simone Biles después de que ambas reconocieran sufrir problemas mentales.
«Cuando vemos lo que ha pasado con Simone Biles, tuvo que soportar todo eso durante uno de los momentos más importantes de su carrera», comenta un Phelps que reflexiona que «muestra hasta qué punto los problemas mentales llegan en momentos inesperados, pueden aparecer de la nada».
Padre de tres niños; Phelps tiene ahora una vida «que no se para nunca», junto a su esposa Nicole. «Viajo alrededor del mundo, trabajando con patrocinadores o dando charlas motivacionales», cuenta sobre su faceta actual: «Nicole podría explicarles que hay días en los que me levanto y me siento muy bien, y el día siguiente me levanto y es completamente diferente, por lo que para mí se trata de encontrar el equilibrio».
Sobre la opción de convertirse en entrenador, Phelps dice que no hay «ninguna posibilidad» aunque no descarta tener un papel en el equipo estadounidense o en la Federación Internacional de Natación. Además se ha mostrado a favor de que haya tres categorías en la natación y de que las transexuales no compitan en categoría femenina: «Creo que debería haber tres categorías: hombres, mujeres y trans, para dar a todo el mundo las mismas oportunidades de competir».
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