
Brooke Slusser, jugador de voleibol universitario estadounidense
La llegada de Trump pondrá fin a la «locura» transgénero en el deporte universitario femenino
El nuevo presidente de Estados Unidos busca proteger el deporte femenino con la Ley de Protección de Mujeres y Niñas
«Sustituyen a las mujeres»: el deporte americano, en guerra por incluir atletas trans en categoría femenina
2024 fue un año muy polémico para el deporte femenino y la inclusión de atletas trans en esta categoría. El escándalo más sonado fue el de la púgil intergénero Imane Khelif, que conquistó el oro en peso wélter en los Juegos Olímpicos de París. La boxeadora argelina nació mujer y no era transexual, pero tenía cromosomas XY, testículos internos y biológicamente era un hombre.
Todo esto provocó que su participación en un deporte como el boxeo fuese un enorme riesgo para el resto de competidoras, pero el Comité Olímpico Internacional (COI) prefirió mirar para otro lado y 'regalarle' la medalla de oro, pues sus condiciones físicas eran superiores a las del resto al contar con un gran número de hormonas masculinas. Además, aunque fue menos sonado su caso, Yu-Ting también se llevó la medalla de oro en la categoría de 57 kilos siendo intergénero.
No obstante, lo que ocurrió en los Juegos Olímpicos puede dar lugar a más debate porque ambas nacieron y se criaron como mujeres. En cambio, la participación de atletas trans en la categoría femenina está cada vez peor vista, pues por mucho que lleven a cabo un proceso para convertirse en mujeres son hombres biológicos con unas condiciones físicas superiores a las de una atleta que ha nacido mujer.
Uno de los países que más lío ha tenido con este asunto ha sido Estados Unidos, sobre todo en sus deportes universitarios, que recordemos, tienen incluso más seguimiento que el profesional. Estas modalidades se han visto afectadas por mujeres trans que rompen récords, ganan becas y alteran el desarrollo normal de la competición, algo que Donald Trump no quiere que ocurra durante su segundo mandato.
Ley aprobada en la Cámara de Representantes
Donald Trump, que fue el presidente 45 de Estados Unidos entre 2017 y 2021, regresará a la Casa Blanca el próximo 20 de enero para convertirse también en el presidente 47. El empresario norteamericano, de 78 años, se ha comprometido a garantizar que «los deportes femeninos se reserven exclusivamente para personas cuyo sexo biológico al nacer sea femenino» y que acabará con la «locura transgénero».
De hecho, antes de iniciar su segundo mandato, la Cámara de Representantes ya ha aprobado la Ley de Protección de las Mujeres y las Niñas en el Deporte de 2025 con 218 votos a favor y 206 en contra. El proyecto de ley, presentado por el congresista republicano Greg Steube, de Florida, modifica el Título IX, una normativa federal de 1972 que prohíbe la discriminación basada en el «sexo».
Esta ley, que ha sido una demanda de la sociedad norteamericana, todavía tendrá que pasar por el Senado, donde los republicanos cuentan con una mayoría de 53 escaños frente a 47 demócratas, pero necesitarán sumar el apoyo de al menos siete senadores del partido azul para que no sea detenida y pueda ser enviada al despacho presidencial.
No obstante, parece que tarde o temprano Trump podrá cumplir su promesa y mantener a los hombres «fuera de los deportes femeninos» y que casos como el de Brooke Slusser, que denunció a una compañera transexual de su equipo universitario que ocultó su condición y le costó hasta recibir hasta amenazas de muerte por hacerlo, dejen de suceder.