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03 de mayo de 2024

El Barça atraviesa por su mayor crisis deportiva, económica e institucional

El Barça atraviesa por su mayor crisis deportiva, económica e institucionalLu Tolstova

Fútbol

El Barça se desmorona: corrupción, un equipo en crisis, un estadio en ruinas y el lastre separatista

El equipo blaugrana atraviesa su peor momento: sumido en una deuda de más de 1.000 millones de euros, una gestión marcada por la corrupción y una crisis deportiva sin precedentes

Hubo un tiempo en el que el Barça maravilló al mundo con su fútbol. Un estilo basado en el amor por el balón se convirtió en ejemplo de cómo había que jugar. Bajo la batuta de Pep Guardiola continuó el estilo que había iniciado Johan Cruyff y contó desde el comienzo con estos jóvenes jugadores para formar su equipo, que resultó ser el mejor de la historia del Barça. En 2009 el equipo azulgrana consiguió todos los títulos posibles, consiguiendo un sextete histórico. Tras el adiós de Pep los éxitos continuaron con Tito Vilanova, consiguiendo la Liga.
En ese momento la presidencia cambió de dueño y accedió a ella un hombre llamado Josep María Bartomeu que apostó por entrenadores como el 'Tata' Martino, que pasó sin pena ni gloria por el Camp Nou, Luis Enrique, que consiguió un triplete histórico, Ernesto Valverde que consiguió dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España.
A partir de ahí, los éxitos deportivos empezaron a escasear y salió a la luz un entramado de presunta corrupción que acabó con los Mossos d'Esquadra registrando la sede culé y saliendo a la luz contratos de dudosa honorabilidad que reflejaban casos como el de la empresa I3 Ventures, que recibió un millón de euros y que gestionaba una serie de cuentas en diferentes redes sociales que, entre otras tareas, se dedicaban a dañar la imagen de numerosos futbolistas del Barça, –de Leo Messi a Gerard Piqué, pasando por Xavi o la propia pareja de Messi– y proteger la imagen de la directiva culé que preside Josep María Bartomeu. Un escándalo que dejó aún más tocada la figura del presidente que se vio obligado a dimitir a finales de octubre de 2020.

Corrupción en Can Barça

Con la llegada del nuevo presidente, Joan Laporta, se puso en marcha una auditoría con la que levantar alfombras y descubrir la verdad de la gestión de la anterior junta directiva. Diez meses después de llegar a la presidencia, la investigación encargada por la directiva de Laporta ha concluido. Una investigación que ha acabado con una denuncia a Bartomeu por delitos como apropiación indebida, administración desleal y falsedad contable, como consecuencia de pagos sin causa, pagos con causa falsa y pagos desproporcionados.

Comisiones millonarias

La directiva presidida por Bartomeu realizó presuntamente pagos de comisiones de intermediación de hasta el 33 % cuando lo que marca el mercado es un 5 %. Se descubrieron pagos de hasta 10 millones de euros a empresas en contratos posteriores a ciertos fichajes. Además, también se hicieron pagos a periodistas.

Sin Champions, sin Copa y... ¿Sin Liga?

El inicio de la temporada 21/22 será recordado como el del desplome del Barça. Con Koeman ratificado por la ausencia de cash en caja se vivió un inicio de temporada marcado por la distancia entre Madrid y Barça, que tras la derrota culé en el Clásico se fue hasta los siete puntos, y que acabó con Koeman cesado tras un tropiezo en Vallecas. Laporta decidió encomendarse a un Xavi del que meses antes pensaba que estaba verde, que era el hombre fuera de su rival por la presidencia del club, pero al que ahora se aferraba para poner remedio a la sangría de puntos y derrotas.
La situación con el de Terrassa, lejos de remontar, se ha quedado estancada y con números muy similares a los de su antecesor.
Con Xavi a los mandos el club vivió su eliminación de la Champions en la fase de grupos antes de Navidad, quedando eliminados en la fase de grupos de la Champions, algo que no ocurría desde del año 2000. Comenzó el año 2022 con un Madrid a 15 puntos en Liga y eliminando a los culés de la Supercopa de España, que acabarían levantado los blancos. Por si fuera poco, el Athletic Club les apeaba de la Copa del Rey tras haber forzado la prórroga.
Los azulgranas están a un punto de la cuarta plaza. Alcanzarla y clasificarse para la Champions es su objetivo de esta temporada.

Presiones a jugadores

La mala situación económica del club ha hecho esta nueva directiva haya hecho ejercicios de ingeniería financiera para conseguir mantener los baremos del fair play financiero. Para poder cuadrar las cuentas han hecho operaciones tan llamativas como renovar a un jugador como Samuel Umtiti que llevaba varios meses en la rampa de salida. Prácticas sorprendentes y otras más que discutibles como la empleada con jugadores como Illaix Moriba, Demir o la última vivida con Dembélé.
En el caso de Moríba, el canterano acababa contrato y decidió no renovar. El Barça amenazó al canterano con dejarle en la grada si no renovaba o buscaba una salida. La presión hizo mella en el joven futbolista, que finalmente acabó marchándose a la Bundesliga. Con Demir, el atasco provocado por las entradas y salidas obligó al club a aparcar a un lado sus valores y cortar a un jugador que estaba a un encuentro para que se estipulara su inmediata opción de compra al Rapid de Viena. Una fórmula usada para inscribir a Ferran Torres. La última situación más que cuestionable, por el momento, es la vivida con Dembélé, quien decidió no renovar y cuyo futuro parece estar enfocado en pasar los próximos seis meses en la grada hasta que finalice su contrato. Ejemplos reprobables para una entidad que se denomina Més que un club.

Coqueteos con el independentismo

Casi todos los presidentes recientes del FC Barcelona han bebido los vientos por el nacionalismo catalán (más tarde independentismo) y viceversa. Pero quien le prometió un amor casi eterno fue Joan Laporta, que en su primera etapa estuvo desde el año 2003 hasta el año 2010. Desde el inicio de su mandato las habituales ofrendas del equipo al monumento Rafael Casanovas durante la Diada se convirtieron en un enaltecimiento del soberanismo a través de la boca de Laporta, quien reclamaba sin tapujos, durante su primera etapa como presidente, un «Estado propio» para Cataluña y siempre desde su posición: la de presidente de un club con más de un siglo de historia.
Una historia reciente en la que se agolpan capítulos de pitos al himno nacional en las finales de Copa del Rey, ensalzamiento de la independencia en el minuto 17 de cada partido que se vive en el Camp Nou y una petición muy especial de los líderes del procés al club durante el famoso 1 de octubre: colocar urnas en el estadio. Una luna de miel, que tiene visos de seguir durando.

Un estadio que se cae

En el Barça se abren grietas hasta en el estadio. El Camp Nou (cada vez menos Nou) presenta un repertorio de goteras, asientos rotos, falta de higiene, carbonatosis o problemas de amianto que denotan el abandono en el que se encuentra la institución deportiva. Lejos de intentar solucionar estos problemas, en el club han decidido endeudarse aún más y pedir permiso a sus socios para gastarse 1.500 millones en un nuevo estadio, el doble de lo que costará el nuevo Bernabéu.

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