El partido que disputaron este sábado las selecciones femeninas de Chile y Venezuela tuvo un invitado muy especial. Acostumbrados a que salten al campo espontáneos, algunos más vestidos que otros, con pancartas o reivindicaciones varias, el de este sábado fue entrañable, aunque obligó a parar el partido.
Se trataba de un amigable perro negro que, en un afán por conseguir cariño, se paseó por todo el campo acercándose a las jugadoras y mostrándose dócil para que estas le acariciaran la barriga. Al final lograron sacar al peludo amiguito del campo y continuaron con el partido, que terminó ganando Venezuela 1 - 0.
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