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26 de abril de 2024

El árbitro de Primera División, Miguel Ángel Ortiz Arias, posa tras su entrevista con El Debate

El árbitro de Primera División, Miguel Ángel Ortiz Arias, posa tras su entrevista con El DebateMiguel Pérez

Un día con el mejor árbitro de Primera División: «Al final, aprendemos a vivir con el insulto»

Miguel Ángel Ortiz Arias, Premio Guruceta al mejor árbitro de la pasada temporada, atiende a El Debate a pocos días del inicio de LaLiga tras el parón por el Mundial

Miguel Ángel Ortiz Arias cita a El Debate en el campo de fútbol donde se entrena junto a sus asistentes. Con el Mundial ya acabado es hora de dar la bienvenida, de nuevo, a la Liga. Quedan pocos días para que el campeonato vuelva a echar a rodar y este joven colegiado inicia su segunda temporada en Primera División.
Hijo de árbitro, empezó en el mundo del fútbol como jugador y acabó, gracias al empecinamiento de su progenitor y la cercanía del Colegio de Árbitros, cambiando la equipación de jugador por la de colegiado. Y no le ha ido mal. Este profesor de Educación Física en excedencia recibió la pasada temporada el premio Guruceta como mejor árbitro de Primera División.
–¿Cómo llegó al arbitraje?
–Fue una cosa curiosa. Yo jugaba al fútbol y era bastante quisquilloso con los árbitros. Mi padre, que fue árbitro, un día me dijo «¿Por qué no pruebas?». Yo lo dejé pasar, pero engañaron a un vecino para ir juntos al Colegio de Árbitros, que lo teníamos relativamente cerca, e hicimos el curso. Y desde entonces hasta aquí.
–¿Cuál fue su primer partido?
–Sí, lo recuerdo perfectamente. Fue un partido de fútbol siete, en Fuente del Saz. Recuerdo además que me vino a ver un árbitro de Tercera División y ahí empezó todo.

El VAR ha venido para hacer más justicia. La gente no está preparada para nuestros errores

–¿Cómo es el paso de ser jugador a árbitro?
–La verdad es que te abre un poquito la mente y los ojos. Uno siempre tiene la visión que te inculcan de que el jugador viene a ganar el partido y el árbitro parece que viene a fastidiarlo. Sin embargo, el árbitro viene a hacer su trabajo, como el futbolista. Una pieza tan fundamental que si no estuviera no podría jugarse el partido
–Ha pasado por todas las categorías, ¿cómo se convive con el insulto cada fin de semana?
–Al final lo normalizamos. Realmente, al final, no lo escuchas. Y sobre todo a medida que vas ascendiendo de categoría, que vas teniendo intercomunicadores, te abstraes más. Yo salgo a calentar a un estadio y solo en el calentamiento ya empiezan los improperios. Es desagradable, pero vivimos con ello.

Nosotros estamos preparados para dar una rueda de prensa tras un partido, pero creo que nuestro entorno no lo está

–¿El árbitro es el gran desconocido del mundo del fútbol?
–Yo creo que sin ninguna duda. Conocemos mucho a los futbolistas, a los entrenadores y a los árbitros, muy poco.
–Los jugadores dan ruedas de prensa y los entrenadores dan ruedas de prensa pero los árbitros no. ¿Cree que ustedes deberían darlas?
–Yo creo que nosotros estamos preparados para ello, pero creo que nuestro entorno no lo está. Tal y como está el entorno montado, no sería ni positivo para nosotros ni para el fútbol. ¿Qué me van a preguntar? ¿Por qué has sacado tres tarjetas? No. Me van a preguntar por qué he pitado o no un penalti. Evidentemente la respuesta va a ser que porque lo he visto o porque no lo he visto. Sin embargo, a un jugador no se le pregunta por qué ha fallado un penalti o una ocasión. Se da por hecho que el jugador quiere acertar y quiere marcar gol. Debemos dar por hecho que el árbitro quiere acertar porque nosotros vivimos de nuestro acierto.
–¿Cómo es la rutina de un árbitro en el día a día?
–Nosotros tenemos un preparador físico que nos sigue al milímetro, tenemos que levantarnos, pesarnos y meter el peso en la báscula. Tras esto, desayunamos y hacemos lo que ese día toque: gimnasio, campo de fútbol, etc. Tenemos un reloj que nos mide las horas de sueño y una web donde subimos todos nuestros datos para estar monitorizados, para prever, por ejemplo, si vamos a tener una lesión.
El árbitro Ortiz Arias durante un momento de la entrevista con El Debate

El árbitro Ortiz Arias durante un momento de la entrevista con El DebateMiguel Pérez

–¿Qué no debe faltar en la preparación de un árbitro de Primera División?
–La preparación psicológica, la preparación del scouting de cada partido (saber a quién vas a arbitrar, dónde vas, qué equipos tienes, qué jugadores hay, el momento de la temporada...) y luego la preparación física sin duda, claro.
–¿Qué no falta en el equipaje de Ortiz Arias cada semana?
–No falta mucha ilusión siempre y mucha dedicación. Soy muy meticuloso siempre con la ropa. Además, llevo siempre una foto de mi mujer y mis hijos, con quienes hablo siempre antes del partido.
–¿Alguna manía confesable?
–Depende del partido, por ejemplo, tengo una moneda u otra.
–¿Cómo es tu relación con los jugadores y los entrenadores? ¿Les habla de tú o de usted?
–A los jugadores siempre de tú. A los entrenadores siempre de usted. Yo soy un árbitro que me gusta dialogar y escuchar a los jugadores siempre que vengan con respeto y con educación.

Fastidiado te vas muchas veces cuando, por ejemplo, tiene que intervenir el VAR porque tú no has sido capaz de ver ese error y cuesta dormir

–¿Cómo lleva que le que le corrijan desde el VAR?
–Bien, muy bien. Te lo puedes tomar de dos maneras: que se entrometen en tu trabajo, que creo que es un error y que ningún compañero, creo, piensa, o lo puedes tomar como que menos mal que estaba el VAR, porque si no al día siguiente tendríamos un escándalo.
–¿El VAR ha venido para quedarse?
–El VAR ha venido, por suerte para nosotros y yo creo que para el fútbol, para hacer más justicia. La gente no está preparada para nuestros errores. Sí está preparada para el error del deportista en general, del futbolista, del entrenador, pero no del árbitro.
–En esa temporada y media que lleva en Primera División,¿se ha ido algún día hecho polvo a casa por un partido?
–Sí. Tú no quieres fallar. Fastidiado te vas muchas veces cuando, por ejemplo, tiene que intervenir el VAR porque tú no has sido capaz de ver ese error y cuesta dormir.
–¿Un árbitro suele dormir bien por la noche?
–Si te refieres a las decisiones, siempre. Salvo que hayas hecho algo que no creas que tenías que hacer. O que crees que tenías que haber hecho una cosa, pero acabas haciendo otra. Normalmente obras en consecuencia con tu conciencia y con lo que tú ves.
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