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26 de abril de 2024

Lucas Pérez dejó Primera División por Primera RFEF (dos categorías menos) para jugar con el Deportivo de La Coruña

Lucas Pérez dejó Primera División por Primera RFEF (dos categorías menos) para jugar con el Deportivo de La CoruñaRC Deportivo

Equipos históricos y millones de aficionados, en vilo: ¿qué pasa con la Primera RFEF?

La tercera categoría del fútbol español, en la que hay clubes con gran masa social, está herida de muerte y podría desaparecer a final de esta temporada

La Primera RFEF es la tercera categoría del fútbol español. No se puede decir, pues, que sea un torneo menor. Es un nivel que está a las puertas de la Segunda División y que engloba a equipos históricos y clubes que tienen una gran masa social detrás. Sin embargo es un desastre.
Esta competición, que cumple esta temporada su segundo curso de vida, es una de las grandes apuestas de Luis Rubiales y la que más se le está atragantando. En otros aspectos acertó el presidente de la Federación –véase la clara mejoría de la Copa del Rey o de la Supercopa– pero aquí tiene un problema que está enquistado desde su nacimiento.
La Primera RFEF tiene serios riesgos de morir a final de la presente temporada. O de que si se mantiene con vida dure un año más y gracias. Vino a sustituir al pozo de la antigua Segunda B, una competición que se dividía en cuatro grupos y de la que salir (para ascender a 2ª) era toda una aventura. Estaba muy lejos de la profesionalización, algo que se quiso mitigar con la entrada de esta Primera RFEF que hasta ahora apenas ha cambiado nada.
Con dos grupos de 20 equipos el tercer nivel actual de fútbol español es más atractivo y de más nivel que ese mismo tercer nivel de antes de la pandemia. Hay cosas buenas. El ingreso que la RFEF aporta a cada uno de los clubes es más grande que en ninguna otra gran federación de Europa. Se da unos 500.000 euros por club, un 20 % del presupuesto de un equipo medio de la categoría. Aunque es insuficiente aún en el contexto español.

Estancamiento

Sin embargo y pese a contar con grandes alicientes la categoría está estancada porque algunos clubes lo ven con recelo. Hace unas semanas la RFEF no logró sacar el modelo de competición básico para esta categoría porque los clubes no llegaron a votarlo. Hay quejas de muchos equipos por la inestabilidad que supone la Primera RFEF, por la situación económica que sigue siendo mala, por lo alejado que sigue de la profesionalización. Especialmente hay un desencuentro entre el control económico que quiere establecer la Federación, algo que no es malo porque es un paso también para esa anhelada profesionalización. El asunto es cómo se hará, si por la vía del diálogo o de la imposición.
Y eso que se tiene, al menos este año, a equipos tan históricos que suenan a Primera División. En esta Primera RFEF juegan clubes como el Deportivo de La Coruña, todo un campeón de Liga y club que tiene más abonados que varios equipos de Primera División. También está el Real Murcia, con 19 temporadas en su historia en Primera. O el Sabadell, que estuvo 14 años en la máxima categoría. Por citar a otros que al gran público le suena juegan también Castellón, Córdoba, Pontevedra, Numancia, Nàstic de Tarragona, Mérida, Cultural y Deportiva Leonesa.... Todos ellos jugaron la Primera División en algún momento.
El Deportivo de La Coruña es el principal equipo de la categoría por historia y afición

El Deportivo de La Coruña es el principal equipo de la categoría por historia y aficiónRC Deportivo

Si se suman los aficionados de todos estos equipos llegan al menos a los dos millones de personas, si bien los cálculos nunca podrán ser exactos porque no hay forma de contabilizarlo. Se mide esto por la trascendencia de los equipos que aquí juegan con las ciudades que representan. Un aficionado no es un abonado (en cambio un abonado sí sabemos que es aficionado) y un hincha puede serlo sin ir al estadio o desde la distancia.
En esta Primera RFEF están representadas, entre otras, la ciudad de Murcia (séptima por población de toda España), Palma (8ª), Alicante (11ª), Córdoba (12ª), La Coruña (18º), Sabadell (25ª), Fuenlabrada (32ª), Castellón de la Plana (38ª), Alcorcón (40ª) o Logroño (42ª). Citamos estos ejemplos porque por población todas estas localidades estarían en el fútbol profesional toda vez que la Primera y Segunda División la componen 42 equipos. Bien es verdad que de estas ciudades no todos sus habitantes son del equipo local, del que está ahora en Primera RFEF.
El Real Madrid Castilla, con los cracks del futuro del equipo blanco, juega en Primera RFEF

El Real Madrid Castilla, con los cracks del futuro del equipo blanco, juega en Primera RFEFHelios de la Rubia (Real Madrid)

Unido a esa lista de tener equipos con una masa social importante detrás, que a menudo dejan bonitos duelos cada fin de semana, se une el hecho de tener también filiales atractivos en los que se puede ver a los próximos cracks de Real Madrid o Barcelona, por ejemplo. O el de tener historias con tanto encanto como la de Lucas Pérez, el futbolista que deja Primera División por el equipo de sus amores aún teniendo que pagar él por ello.
Es indudable que con esta Primera RFEF la Federación hizo más atractivo lo que se considera fútbol modesto, que mejoró el formato y el interés, pero falta mucho. A los clubes no le llegan las mejoras y esta división amenaza con el fin de un torneo nuevo que en caso de desaparecer daría paso a algo similar a la antigua Segunda B, un paso atrás que sería triste para el fútbol no profesional de nuestro país.
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