Vinicius, en el último partido del Real Madrid en el Bernabéu ante un césped en mal estado
Los motivos por los que el Real Madrid vuelve a cambiar (por quinta vez) el césped del Bernabéu
Benzema lideró la queja de los jugadores tras medirse al Villarreal y al Celta en casa; hay calvas en las áreas y fallaron goles por esa imprecisión; el Real Madrid remodela el verde con vistas al City
Los gestos de enfado de Karim Benzema tras vencer al Celta por dos goles de diferencia eran evidentes. El Real Madrid había ganado bien y es verdad que desperdició muchas ocasiones. El Balón de Oro y Asensio desaprovecharon oportunidades por malos botes del balón en el área. Lo dijeron abiertamente al entrenador y a sus compañeros.
También sucedió frente al Villarreal, pero ese día los pupilos de Ancelotti no hicieron la denuncia pública para no justificar la derrota en la hierba. Fue ante Aspas y Veiga, con un triunfo por delante, cuando expusieron su enojo al técnico italiano para explicar al club que el césped debía ser cambiado una vez más.
El Real Madrid escuchó esas quejas y se dispone a levantar y reinstaurar el verde del campo por quinta vez esta temporada.
Beneficia a Real Madrid y City
La entidad acometerá la renovación nada más finalizar el encuentro frente al Almería. Tendrá nueve fechas para colocar el césped y cuidarlo con el fin de presentar una tupida hierba en el encuentro de ida de semifinales de la Champions frente al Manchester City, que se disputará dentro de diez días, 72 horas después de la final de Copa ante Osasuna en el estadio de La Cartuja de Sevilla.
El arreglo beneficiará a la calidad técnica y en este sentido ayudará mucho a las cualidades de los futbolistas del Real Madrid pero también a los pupilos de Pep Guardiola, el gran rival de los blancos en la Copa de Europa y el vudú irredento del barcelonismo para impedir un nuevo triunfo madridista en la Liga de Campeones, insoportable para un Barcelona que lleva dos años haciendo el ridículo más ostentoso en el continente.
La hierba dura bien mes y medio
La casa blanca acomete el quinto cambio del césped porque el polvo de las obras, especialmente el del cemento, y la falta de sol lo derrotan.
Hay especialistas que aseguran que la culpa no es del polvo de la gran remodelación del Bernabéu. pero es una realidad que cuando el Real Madrid no juega en Chamartín y hay margen para consolidar el trabajo de las obras la hierba se deteriora mucho más.
La carencia de sol es el problema más importante. Durante cinco décadas el Real Madrid ha sustituido la ausencia de rayos solares en el fondo sur con un magnífico sistema de calefacción colocado bajo el campo. Las obras actuales han obligado a levantar ese complejo sistema calefactor y ahora el verdor del sector de Concha Espina está mustio porque no recibe rayos solares ni el calor suficiente, especialmente durante las doce horas sin luz. La mayor envergadura del estadio con un techo soberbio acrecienta actualmente el problema.
Estos inconvenientes han provocado que el verdoso prado aguante en buenas condiciones un máximo de 45 días, como se ha comprobado a lo largo del curso. Toca otro implante capilar al Bernabéu.
Será el último cambio
El levantamiento de la hierba actual y la colocación de la nueva durará unos dos días. Posteriormente deberá ser cuidado y regado para que se encuentre en perfectas condiciones dentro de diez fechas.
Será la quinta y última renovación del campo en la presente campaña.
El increíble césped retráctil
El Real Madrid vive en este campo, nunca mejor dicho, el final de una etapa provisional producida por las obras y todo este problema se solventará en el verano, en septiembre, con vistas a la siguiente temporada y al futuro.
La tecnificada instauración del césped retráctil, que estará instalado al final del verano, ofrecerá la gran solución de este asunto.
El nuevo prado verde de la gran remodelación se dividirá en siete extensas siete tiras de 110 metros de largo y ancho que serán levantadas cuando se organicen toda clase de eventos y serán situadas en el campo para jugar al fútbol. Una operación que requiere una tecnología punta.
Cuando no haya competición las siete tiras serán guardadas en una gran cueva colocada en el lado del Paseo de la Castellana, un enorme hueco y una reforma ultramoderna que ha retrasado el final de la remodelación del Bernabéu durante un año.
La hierba repartida en esas siete tiras dormirá en esa cueva compuesta por siete plantas, como si fuera El Corte Inglés, donde será regada y cuidada constantemente con la temperatura que se necesite, día y noche. Ya no hará falta calefacción debajo del estadio. El calor lo deberán suscitar los futbolistas a la hora de la verdad.
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