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03 de mayo de 2024

Rodrygo se besa el escudo del Real Madrid tras marcar un gol

Rodrygo se besa el escudo del Real Madrid tras marcar un golAFP

Rodrygo acepta la responsabilidad y coge los galones del Real Madrid

Es su momento, lo sabe y lo ha aprovechado. Rodrygo Goes es ahora la referencia en el ataque de un Real Madrid que vuela, que gana casi sin parar y que este sábado tiene un exigente examen en el Benito Villamarín de Sevilla. Rodrygo es ahora el faro goleador de un equipo que sobrevive a una plaga de lesiones enorme, algo que lejos de ser una excusa ha convertido a Ancelotti en mejor técnico.
En la figura de Rodrygo está explicado gran parte de los méritos del entrenador italiano. El brasileño es un hijo futbolístico de Carletto. Ambos lo han reconocido. Sin este técnico no sería de extrañar que Rodrygo hubiera dejado ya el Madrid y sin el brasileño es posible que Ancelotti no sería el que es ahora.
A mitad ya de diciembre, el joven futbolista es otro respecto al que empezó el curso. Hizo un mal arranque de temporada que levantó todas las alarmas. Marcó un gol al Athletic en la primera jornada de Liga y tuvo un parón de dos meses (11 partidos) sin marcar el siguiente. Una sequía preocupante que acabó en el duelo ante el Sporting de Braga en Portugal. Ese partido fue un antes y después.
Dos semanas más tarde Rodrygo volvió a marcar al equipo luso, esta vez en el Bernabéu, y antes del parón le hizo dos al Valencia en lo que fue su definitivo regreso. Se fue con Brasil en una casi traumática experiencia, ya que regresó con numerosos ataques racistas y una persecución enorme por parte de los seguidores más sectarios de Messi, que no perdonan que cualquier rival pueda encararse con su ídolo.
Rodrygo Goes ha marcado en los últimos cinco partidos del Real Madrid

Rodrygo Goes ha marcado en los últimos cinco partidos del Real MadridEFE

En ese periodo de selecciones su gran amigo Vinicius cayó lesionado y Rodrygo ya supo que además de tener la titularidad siempre estaba obligado a coger galones. Desde entonces ha demostrado que lo que ocurrió antes del parón no había sido aleatorio, era el inicio de un gran regreso.
Con dos golazos al Cádiz cogió galones el brasileño, que siguió con su gran estado de forma en Champions, donde marcó otro gol al Nápoles, y en Liga, anotando también ante el Granada. Esto hace un total de cinco partidos seguidos marcando con el Real Madrid, con siete goles en total. Antes solo había anotado dos.
Dijo Ancelotti de él, y con muy buen conocimiento de causa, que uno de sus futbolistas predilectos, de los que más ha cuidado dentro y fuera del campo, «ha vuelto a su mejor nivel, marcando muchos goles, desmintiendo a los que piensan que marca solo por la izquierda». Ese es un asunto más táctico dentro de los muchos debates que salen en la actualidad del Real Madrid.
Más allá de la cantidad de goles que lleva en estos últimos encuentro la clave de Rodrygo es que ha aceptado la responsabilidad que le da la desgraciada lesión de Vinicius, que hasta enero no regresará. Lleva desde los 18 años en Madrid, sabe lo que es la presión y la relevancia del club blanco, pero esta circunstancia le hace ser la referencia del ataque, el hombre que tiene que traer los goles. Él ha cumplido.
El beso que Ancelotti le dio a Rodrygo en la victoria del Real Madrid al Cacereño

El beso que Ancelotti le dio a Rodrygo en un partido del Real Madrid la pasada temporadaAFP

En el Real Madrid siempre se ha creído en él, también en sus horas más bajas. Acaba de ser renovado hasta 2028 en lo que es una evidente apuesta de futuro. Rodrygo ha vivido todas las caras, desde las críticas y algunas burlas a los mayores éxitos posibles. Él bien lo sabe, que calló a todos los críticos con sus increíbles apariciones en las noches más espectaculares de Champions, teniendo el punto más álgido en la que siempre será inolvidable –mal que le pese a Piqué– remontada al Manchester City de Guardiola en el Bernabéu.
Cuando Rodrygo estaba peor, sin acierto y con dudas sobre su titularidad, Ancelotti y su cuerpo técnico le pidieron que siempre tuviera una actitud positiva porque ese sería el camino para regresar al mejor nivel. Era también un tema psicológico: se había enrocado en su mente el fallo y tenía que salir de allí. Le dijeron que sintiera la alegría de jugar en el Real Madrid y que viva la felicidad de pensar que es titular en el club más exigente del mundo con 22 años. Se hizo un gran trabajo para recuperar al Rodrygo que hoy vemos, fundamental en el ataque blanco.
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