Los jugadores del Barcelona tras ganar en el Ciutat de València
Las medidas desesperadas que planea Laporta si no puede inscribir a los jugadores que faltan
El presidente del Barcelona es consciente de que la situación económica del club es muy delicada y que el plan A podría fallar
Joan Laporta, en apuros: todo lo que tiene que hacer el Barça esta semana para evitar el enésimo caos
nunca está de más recordar la frase que pronunció Joan Laporta en septiembre del año pasado. «No estamos en la regla 1:1 del fair play financiero de LaLiga porque no nos interesa y no queremos», dijo el presidente azulgrana cuando compareció para dar explicaciones del pasado mercado de fichajes y se quedó tan tranquilo. Él sabía perfectamente que mentía, pero así ganaba tiempo para tratar de regularizar la situación económica del FC Barcelona.
Lo que pasa es que así ganaba tiempo para encontrar la forma de resolver el problema sin que nadie le metiese prisa. Logró con esto dar la sensación de que todo estaba controlado, aunque eso solo le valió durante cuatro meses porque después llegó la chapuza del caso Dani Olmo. El futbolista se quedó sin ficha y fue el Gobierno de España por medio del Consejo Superior de Deportes (CSD) quien le salvó de un ridículo mayúsculo con pocos (o ningún) argumento para hacerlo.
En aquel mes de diciembre, Joan Laporta presentó tarde y mal el acuerdo de la explotación de los 475 asientos VIP que habrá en primera línea del Camp Nou por valor de 100 millones de euros. Ya de por sí ese negocio fue malo porque los expertos creen que si hubiese negociado sin la presión de cuadrar las cuentas podría haber sacado el doble, pero es que además lo presentó tarde y la ficha de Dani Olmo caducó, al igual que la de Pau Víctor.
Lo que ocurrió después es de sobra conocido, pero es que además LaLiga todavía no ha dado validez a los asientos VIP al no estar en funcionamiento. De ahí que el Barcelona siga sin estar en la regla 1:1 y tenga tantos problemas para inscribir. Ni regalar a Íñigo Martínez, ni la lesión de larga duración de Ter Stegen han sido suficientes para regularizar la situación y ahora el tiempo se acaba y Wojciech Szczesny, Gerard Martín, Marc Bernal y Roony Bardghji siguen sin ficha.
Medidas desesperadas
La idea del Barcelona era dar salida a Iñaki Peña, que se va al Elche, y rescindir el contrato de Oriol Romeu. Pensaban que con eso, más la salida de Íñigo Martínez, iban a tener espacio para meter a Szczesny y Gerard Martín. Sin embargo, ya están viendo que podría no ser posible y de ahí que ahora en Can Barça únicamente piensen en inscribir al guardameta polaco y esperar al último día de mercado para el resto de capítulos.
La auditora Crowe no parece que vaya a permitir que los asientos VIP, la clave de todo este asunto, contabilicen en el ejercicio del año a causa de los retrasos en la ejecución de las obras del Camp Nou. Esto provoca que el Barcelona no vaya a entrar en la regla 1:1 y siga con tantos problemas para inscribir. Se cree, que al menos a Szczesny y a Gerard Martín se terminará consiguiendo, aunque nadie se atreve a asegurarlo 100 %. Ahora bien, con Roony Bardghji ya estén pensando en cederlo hasta enero al Copenhague, algo que no es tan fácil porque el club danés y el entorno del jugador sueco no acabaron nada bien. De ahí que no se descarte mandarlo unos meses a algún club inglés o alemán.
Roony Bardghji luciendo la camiseta del FC Barcelona
Por su parte, Marc Bernal apunta a ser inscrito con el filial. Esta es la idea del Barça, pero la directiva es plenamente consciente de que podría no salir como prevén y ya hay quien cree que no va a quedar más remedio que buscar un ingreso extra en forma de venta o, como ha ocurrido en otras temporadas por ejemplo en el caso de Koundé, que la junta avale con su patrimonio.
El problema de ese aval que tanto ha utilizado es que es un riesgo que Joan Laporta no quiere correr más. De ahí que haya alguna tímida voz que hable de vender a Fermín o a Casadó, dos jugadores de La Masia, pero que actualmente no están teniendo apenas protagonismo con Hansi Flick. Es la solución más fácil y los clubes interesados tratan de aprovechar las urgencias azulgranas, pero la directiva, y sobre todo el presidente, saben que puede ser una de esas salidas que no perdone el soci culé.