Kylian Mbappé, tras el Real Madrid - Celta de Vigo
Mbappé, gran valedor de Xabi Alonso, dolorido por la situación del entrenador en el Real Madrid
El técnico pide a los jugadores mayor actitud y el equipo reconoce que les ha faltado intensidad y hacer bien la presión
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El Real Madrid funciona mejor en las situaciones límite y Xabi Alonso vive la primera gran situación límite como entrenador del conjunto blanco. Lesionada toda la defensa, Camavinga también es baja en el partido frente a Guardiola. El centrocampista se suma a los descartes de Militao, Trent, Alaba, Mendy, Huijsen y Carvajal. El colmo de este infortunio es que Kylian Mbappé, el gran valedor del técnico, su principal apoyo en la plantilla, el hombre que siempre puso el pulgar hacia arriba al enjuiciarse su trabajo, sufre fuertes molestias en la parte posterior de la rodilla izquierda y es duda para el gran partido de esta noche.
El francés sufrió una contusión en esa rodilla en el duelo frente al Celta y hoy no puede ayudar en condiciones en el gran examen final de Alonso. Si el vasco pone un circo le crecen los enanos, se duermen los leones y los elefantes se constipan por la trompa. Todo se pone en contra del guipuzcoano y deben ser los jugadores los que le saquen de esta crisis total: física, de resultados y de confianza en su jefatura. Una crisis en la que ellos le han metido.
Esos mismos futbolistas que le han dejado tirado hasta ahora reconocen en la cocina de Valdebebas que Xabier Alonso no es el culpable de esta crisis. Manifiestan sin tapujos que no han jugado con la intensidad necesaria que se requiere en el fútbol actual para ganar cualquier partido. Lo vimos ante el Celta. Aceptan también que han hecho muy mal la presión que les exigía el preparador. No han cumplido con dos preceptos innegociables en el balompié de hoy en día. Así no se puede.
La consecuencia de estos fallos grupales es la pérdida de nueve puntos en un mes: dos en Vallecas, dos en Elche, dos en Gerona y tres ante los celtiñas. Y la gran consecuencia es que el preparador ha sido colocado en la diana de todo el mundo por culpa de sus presuntos pupilos, que no han sido precisamente unos pupilos de verdad en sus comportamientos diarios con el técnico. No han creído en él. No le han querido. Ahora toca dar la vuelta a una situación complicada. Esta reacción tiempo positiva se la contamos al final. Primero explicamos un antagonismo que no tenía sentido y que ha llevado al Real Madrid a esta situación.
Al regreso del Mundial de Clubes algunos futbolistas decían que Alonso estaba muy verde para llevar la rienda del Real Madrid, una frase que han repetido hasta hace unos días y que denota una falta de respeto profesional hacia el entrenador. Llegó la autogestión consecuente, cediendo Xabi a todas sus peticiones. Vídeos cortos, poca presión alta. Dos días de libranza tras ganar en Bilbao para satisfacer a los que se enfadaron por dormir allí un día antes. Solo un día de entrenamiento para medirse al Celta del magnífico Giráldez. Un desprecio que se pagó caro.
Mbappé pelea un balón con Ilaix Moriba en el Real Madrid - Celta
Derrocado el poder del preparador, la imposición de ciertos jugadores tampoco ha dado resultado. Los futbolistas han jugado donde han querido y no rinden. ¿Entonces, para qué critican tanto al jefe si ellos no funcionan en su anarquía egoísta? Si se quita el poder al jefe del banquillo es porque vas a demostrar que eres superior. El problema es que han demostrado que no son superiores a nadie. De aquellos barros surgen estos lodos. Y ahora todos tienen que ir corriendo a limpiar la calle del barro.
Kylian Mbappé desearía ayudar a Xabi Alonso esta noche. Siempre estuvo con él. Ha sido fundamental en su continuidad. La rodilla le traiciona. Otros que admiten que son los culpables deberán dar el do de pecho. Alonso está en manos de los que le fallaron.
Les hemos relatado esta cronología de hechos que desvelan una equivocación total de ciertos futbolistas que han dirigido al grupo. Vinicius, Bellingham, Camavinga y Valverde han jugado donde han pedido. Hoy están a cuatro puntos del Barcelona cuando hace un mes llevaban cinco de ventaja y se hablaba del Real Madrid campeón de Liga. Ahora todos tienen que remendar su gran error conceptual. Mejor tarde que nunca. ¿O ya es tarde?
Xabi se la juega en tres partidos
El balance de esta gran equivocación de los futbolistas es que el entrenador se la juega ahora en tres partidos de diciembre, ante Manchester City. Alavés y Sevilla. Pero no hay que estudiar tres carreras de autogestión en Harvard para saber que si el City gana con claridad en el Bernabéu el cambio de entrenador se producirá antes. Ahora los jugadores quieren reconvertir la crisis en un punto de inflexión.
Buscarán la victoria ante Guardiola cuando nadie cree en ellos. Honestamente no pueden pedir nada a la afición, suman demasiadas deudas con ella. Pero esperan que el público les apoye incondicionalmente para comenzar el punto de inflexión. Los seguidores son los de la Champions. Los que se ponen en la Plaza de los Sagrados Corazones a animar desde horas antes. Los futbolistas lo darán todo.
Mbappé, el goleador del equipo, querría estar en perfecta forma para salvar la primera bola de partido de Alonso. Sabe que su jefe se juega su continuidad en estos tres encuentros. No puede perder ninguno. El primer punto de partido es frente a su antiguo entrenador en el Bayern, Pep Guardiola, con el que compartió muchas vicisitudes en la forma de llevar el equipo como director de juego.
Los dos dialogaron muchas veces en profundidad de los movimientos de balón, recursos y variantes para dirigir al equipo y superar la presión del enemigo. Xabi aprendió cosas con Pep. Y Guardiola le daba la razón al Alonso futbolista cuando le indicaba cosas para salir de la presión enemiga. Precisiones profundas de dos estudiosos del fútbol para vencer a los rivales. Guardiola siempre dijo que Alonso sería entrenador. Ahora puede forzar su despido. El fútbol es cruel.
El guipuzcoano puede salvar el primer punto de partido si gana o empata ante el club británico. Una igualada mantendría al Real Madrid en una buena situación en la Champions para mantenerse entre los ocho primeros clasificados, puestos que permiten posteriormente jugar en casa los duelos de vuelta de las eliminatorias. Lo que Alonso no puede es perder en Vitoria o fallar posteriormente ante el Sevilla en el Bernabéu. Eso le condenaría, aunque no tenga defensas, pues Carreras y Fran García no estarán en Vitoria por sanción y se añadirán a la criba de ausencias de la línea de retaguardia.
Xabi Alonso y Kylian Mbappé abrazados tras un partido
Los futbolistas conocen la situación de su jefe y quieren salvarlo. Las charlas en la cocina de Valdebebas han servido para clamar a la heroica y dar un golpe sobre la mesa ante los hombres de Guardiola.
Lo que el técnico madridista desea es que la concentración máxima se extienda también a la Liga. El grupo ha funcionado razonablemente bien en la Copa de Europa, con excepción del fiasco de Anfield. Debe entregarse al máximo ante el City y mantener después esa actitud en el campeonato doméstico.
Actitud ha sido la palabra clave mencionada por Alonso en su discurso ante los futbolistas. Les pide que quieran. En el Real Madrid históricamente querer es poder. A algunos se les ha olvidado este gen diferenciador y hay que recordárselo. Carvajal, que ha ganado seis Champions y sabe lo que es esto, debe tomar cartas en el asunto.