'Respect'
Lo que más me gusta de este Madrid es el talento inabarcable y su desparpajo, el orden físico de las cosas que impone y lo bien que obliga a jugar a los rivales
Si en los refranes está la vida resumida, en su abuso está la cursilería. Pasa también con las frases hechas y con la nostalgia de los amores perdidos. Aunque a veces no hay remedio.
«Dios aprieta pero no ahoga» es lo que pienso cuando acaba el verano pero llega la Copa de Europa. Y hoy el Madrid jugaba con el Celtic de Glasgow. No está mal para un martes tonto.
Hoy también en el Senado, antes de lo de la Champions, Feijóo le dijo a Sánchez que con la que nos viene contara con él para un final de legislatura serio y ordenado, con el apoyo del PP en los grandes temas de Estado. Pactados, no impuestos. Y Sánchez le dijo que prefiere quedarse como está. Hay quien no tiene solución y luego está Hazard, que bajo la pesada sombra de salir por Benzema hizo mucho bueno, asistencia de gol y otro suyo. Mis dos hijos pequeños tienen la camiseta de Hazard, con eso les digo todo; en esta casa abrazamos la esperanza y, a veces, funciona.
A los males que arrastramos, como que aún falta mucho para las elecciones generales, Benzema se lesionó en el primer tiempo. Todo el universo que encierran estas dos frases solo hay que explicárselo a los incautos.
Lo que más me gusta de este Madrid es el talento inabarcable y su desparpajo, el orden físico de las cosas que impone y lo bien que obliga a jugar a los rivales.
Y al final, lo importante que tenia que decirles es que en esta primera noche europea de la temporada el Madrid dejó en Glasgow un trabajado 0-3 contra un equipo cuya afición aplaudió a Luka y a Kroos. Respect.
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