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02 de mayo de 2024

MADRID, 09/04/2024.- El centrocampista del Real Madrid Fede Valverde (i) celebra con Luka Modric su gol, durante el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones que Real Madrid y Manchester City disputan este martes en el estadio Santiago Bernabéu. EFE/Juanjo Martín

Fede Valverde celebra con Luka Modric el gol del 3-3EFE

Real Madrid 3-3 Manchester City

El Real Madrid muestra dos caras y regala un duelo memorable para dejar abierta la eliminatoria

El equipo de Ancelotti encadenó buenos momentos con otros peores y salva un empate justo a tiempo

Una montaña rusa de emociones. Esto es lo que mejor define lo que fue el duelo de ida entre el Real Madrid y el Manchester City. Una epopeya en toda regla. Gol del City; dos del Madrid; otros dos del equipo de Guardiola; reacción blanca. Qué más se puede pedir a un partido de fútbol. ¿Lo más entretenido? El resultado. Un 3-3 que deja todo abierto para la vuelta. El Etihad Stadium de Mánchester dictará sentencia.
El Bernabéu fue una caldera desde el principio. Todo el madridismo se volcó con el Real Madrid. No cabía un alma en el coliseo blanco y el ambiente era titánico, brutal, ensordecedor. Se acaban los adjetivos para describir lo que es el templo madridista en las grandes noches europeas. Y a eso hubo que sumarle las ganas de revancha que tenía el conjunto vikingo. Ya lo aventuró Guardiola en la previa. Al Real Madrid es muy difícil ganarle dos veces en Champions.
Pero fue el City el que golpeó primero. El colegiado Lexetier señaló falta de Tchouaméni al borde del área y le sacó amarilla en el primer minuto de juego (el '18' madridista se perderá el partido de vuelta), una decisión que el Bernabéu protestó airadamente. Bernardo Silva adquirió la responsabilidad y el centrocampista luso sorprendió con un tiro medianamente raso a un Lunin que tocó tarde un balón que ya se había colado en su portería. Chasco para el Madrid nada más empezar.
Como dijo Juanito en su día: «90 minuti en el Bernabéu son molto longo». Y un Madrid algo nervioso se puso manos a la obra. No era nada fácil la tarea que tenía por delante el cuadro de Ancelotti, pero el Bernabéu empezó a empujar como si del último encuentro del Madrid en su estadio se tratara. Con el paso de los minutos, el ritmo y los decibelios decayeron y al Madrid le estaba faltando un punto extra de precisión en los pases para así poder sorprender a la zaga citizen.
Y lo que es el deporte de la redonda. El Madrid en su estadio juega ultra motivado y en tan solo dos minutos fue capaz de remontar un partido que se le había puesto muy cuesta arriba. Primero fue Camavinga con un rebote que pilló con el pie cambiado a Ortega y luego fue Rodrygo el que sorprendió a la defensa skyblue a a espalda y puso el 2-1 a favor. El Bernabéu se vino abajo y al City se le vinieron los fantasmas del pasado.
Frenar a Vinicius ha sido un quebradero de cabeza para el City

Frenar a Vinicius ha sido un quebradero de cabeza para el CityEFE

El Real Madrid remontó y el equipo de Guardiola le puso algo de pausa al duelo. Los primeros 20 minutos de la primera parte fueron desenfrenados, meteóricos y absolutamente trepidantes. Nadie se esperaba un encuentro así. Ni el madridismo en sus mejores sueños por muchas ganas que pusieran desde la grada. Pero al final unos cuartos de Champions, al menos el partido de ida, sirven para arriesgar cuando hay que hacerlo y, de paso, para poner toda la carne en el asador.
Cada fallo o balón perdido del City se celebraba como un gol. En ese aspecto, Haaland estaba desaparecido y sujetado en todo momento por la retaguardia vikinga. El peligro citizen salía de las botas de Foden, el niño de oro que brilla en el lado azul de Manchester, y de Grealish. Aun así, Lunin tenía todo bastante bajo control y el meta ucraniano no fue demasiado exigido. El Madrid, mientras tanto, salía a la contra cuando se le presentaba la oportunidad o la chance, como dirían los que habitan en las British Isles. El problema es que los disparos salían muy centrados y Ortega los paraba fácil. Así se llegó al intermedio.
Tras el descanso, el City durmió el duelo y se hizo con el control del balón. Y a los tres minutos, Jack Grealish se quedó a centímetros de hacer el 2-2, pero el disparo del atacante inglés se marchó por encima de la portería de Lunin. Se estaba viendo un plan de partido muy similar al del primer acto.
Si en el City era Haaland el ausente, en el Madrid eran Vinicius y Bellingham. Al brasileño y al inglés les faltaba algo de punch a la hora de encarar al último hombre. Y en un partido de esta magnitud, cuando dos futbolistas están abstraídos se nota mucho. Esa fue la única nota negativa del Madrid en el partido. Ambos futbolistas perdonaron dos buenas ocasiones para aumentar la renta. Por lo demás, todo correcto.
Vinicius y Foden se disputan un balón

Vinicius y Foden se disputan un balónEFE

El City estaba jugando a no encajar más goles y cuando tenía que tomar riesgos... ahí estaba la defensa del Madrid, primero y Lunin, después, para frenar cualquier tipo de aspiración citizen. La cosa es que el conjunto blanco estaba regalando unos balones inexplicables y jugando con muchísimo fuego. Quién sabe si en el partido de vuelta esto le acaba pasando factura al Real Madrid. En ese aspecto, el equipo de Pep Guardiola no es, con todos los respetos, el Cádiz o el Luton Town. Si tienen que marcar lo van a hacer.
Dicho y hecho. Otra pérdida del Madrid en campo propio y Phil Foden fusiló a Lunin para hacer un auténtico golazo y poner el 2-2. Con el gol del futbolista inglés, la hinchada citizen desplazada a la capital de España se puso a cantar el famoso «Come on, City». El Madrid necesitaba cambios como el comer. El que reaccionó fue el Bernabéu con su famoso «Cómo no te voy a querer si fuiste campeón de Europa una y otra vez».
El Madrid estaba noqueado. El gol de Foden le sentó como un jarro de agua fría. Y poco después, le llegó otro estacazo. Esta vez fue Gvardiol el que superó a Lunin para poner el 2-3 en el marcador. El equipo de Ancelotti, no se sabe muy bien por qué, estaba firmando una segunda parte horrenda. Falta de firmeza, relajaciones incomprensibles... Todo lo malo que le podía pasar le estaba sucediendo al Real Madrid.

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Sin embargo, el Madrid en Champions es mucho Madrid. Y cuando todo apuntaba a una derrota, Fede Valverde emergió como un obús al área y ametralló a un Stefan Ortega que solo se pudo quedar mirando el derechazo del centrocampista charrúa. El Bernabéu se vino arriba. El Madrid intentó buscar el cuarto gol, el que hubiera vuelto loco al coliseo madridista, pero los de Ancelotti se tienen que conformar con un 3-3 que tendrá que decidirse en Mánchester.

Ficha técnica

Real Madrid 3: Lunin; Carvajal, Rüdiger, Tchouaméni, Mendy; Camavinga, Valverde, Kroos (Modric, 72'), Bellingham; Rodrygo (Brahim, 72') y Vinicius (Joselu, 85').

​Manchester City 3: Ortega; Akanji, Stones, Dias, Gvardiol; Rodri, Kovacic; Foden (Julián Álvarez, 87'), Bernardo Silva, Grealish; Haaland.

​Goles: 0-1 Bernardo Silva (3'); 1-1 Ruben Dias p.p (12'); 2-1 Rodrygo (14'); 2-2 Foden (66'); 2-3 Gvardiol (71'); 3-3 Fede Valverde (79')

​Árbitro: François Lexetier (Francia). Amonestó a los locales Tchouaméni (1') y Dani Carvajal (81') y a los visitantes Akanji (37') y Bernardo Silva (88')

​Estadio: Santiago Bernabéu (Madrid)
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