Diego Pablo Simeone, durante el partido Atlético de Madrid - Elche
La crisis sin precedentes a la que se puede enfrentar Simeone durante el parón de selecciones
El técnico argentino está obligado a ganar en Vitoria para que el Atlético coja oxígeno y no se vaya sin victorias al parón
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Se suponía que el Atlético de Madrid estaba llamado a hacer algo grande esta temporada. En el mes de junio se dibujaba una tremenda inversión para acercarse a Real Madrid y Barcelona que al final no ha sido tal. El club rojiblanco ha gastado una gran cantidad de dinero pero la sensación que deja es que el trabajo en el mercado de fichajes ha sido incompleto aunque el principal objetivo, rejuvenecer la plantilla, está hecho.
De ahí que tras las dos primeras jornadas la primera persona a la que se ha mirado por los resultados tan pobres del equipo sea Diego Pablo Simeone. El técnico argentino no ha dado con la tecla ante dos equipos muy asequibles como Espanyol, en Cornellá, y Elche, en el Metropolitano. El bagaje es de una derrota y un empate que dejan al equipo con números de descenso cuando tendría que estar peleando al menos por superar los 80 puntos.
Seamos claros, desde hace tiempo al Atlético de Madrid no se le puede exigir únicamente quedar entre los cuatro primeros. Cierto es que la directiva se contenta con ello porque estar año tras año en Champions ayuda a crecer económicamente al club. Lo dijo Simeone: «Ahora el club crece más rápido que el equipo». Esto viene a decir que la entidad tiene más prestigio que calidad en la plantilla. No aspira a competir ante Real Madrid y Barça.
De hecho, no es descabellado decir que esta temporada el Villarreal se ha acercado más al nivel del Atlético que los rojiblancos al de Madrid y Barça, dos plantillas muy por encima de la colchonera. Prueba de ello es que únicamente Julián Álvarez sería titular en el Barça en vez de Lewandowski, en el resto de posiciones no entra ninguno ni en Madrid ni en Barcelona. Así de claro.
Competir hasta el final
Ahora bien, por muy buena pinta que tenga el proyecto del Villarreal y que podamos decir que la diferencia se ha estrechado, hay dos cosas a tener muy en cuenta. La primera de ellas es que el Atlético lleva dos años seguidos quitándole su estrella al conjunto groguet (Sorloth y Álex Baena) y la segunda es que sigue contando con mayor calidad individual. Los hombres del Cholo tienen la obligación de competir por todos los títulos hasta el final y como mínimo ser terceros. Superar la barrera de los 80 puntos que decíamos antes.
Cuentan además con un once titular muy apañado y han hecho una inversión de 107 millones de euros que se una a la de casi 80 'kilos' del curso pasado. Luego está el debate de si se han hecho los fichajes acertados o si se ha sobrepagado por ciertos jugadores o comprado varios planes 'B' después de que se cayera el objetivo principal. Habrá infinidad de opiniones, pero aun así los rojiblancos no pueden permitirse pinchazos tan graves como el del Espanyol y el Elche. Tiene equipo más que de sobra y es ahí donde se termina escapando la posibilidad de competir.
El once del Atlético de Madrid ante el Elche
Esto ha provocado que la jornada 3 de Liga sea ya una final para el Atlético. Fallar no está permitido ante el Deportivo Alavés en Mendizorroza y si lo hacen se abrirá una tremenda crisis y además larga, pues el parón generaría mayor ansiedad por ganar. Simeone ya ha firmado su peor inicio en las 14 temporadas que ha iniciado en el Atlético y la cosa podría ir a peor. Él no está cuestionado (ni lo va a estar), pero en un equipo tan pasional como el colchonero si llega tan pronto la desilusión existe el riesgo de que la temporada se 'tire' nada más comenzar.
Además, se habla mucho de que ya están a cinco puntos de Real Madrid y Barcelona, pero también de Athletic Club y de Villarreal, los equipos a los que debe superar sí o sí para garantizarse estar en Champions y seguir creciendo como club, el gran deseo de los dueños del Atlético. Un año sin Champions podría ser una catástrofe económica en el Metropolitano. Fallar ya no está permitido y esto acaba de empezar.