El Atlético explota contra el árbitro del partido ante el Celta y cree que les perjudica cada vez que les pita

Que el Atlético de Madrid se marchó enfadadísimo de Vigo es algo que supimos incluso antes de que terminara el partido que cerró la jornada 8 de LaLiga. «Sos un caradura», le dijo Diego Pablo Simeone a César Soto Grado para reprocharle al colegiado riojano la expulsión por doble amarilla de Clement Lenglet. Iba el conjunto rojiblanco 0-1 ganando en Balaídos con el partido controlado y quedarse con 10 durante más de 50 minutos cambió por completo el choque.

Entendió Soto Grado que el agarrón de Lenglet en el campo del Celta tras perder el balón era merecedor de segunda amarilla y dejó al Atlético con uno menos en un partido que estaba dominando de forma cómoda. Fue el punto de inflexión, la acción que marcó el duelo y que llevó al equipo del Cholo a cambiar su plan. Quitó a Griezmann el argentino para dar entrada a Javi Galán y así defender para tratar de mantener el resultado.

No lo logró el Atlético porque Iago Aspas empató el encuentro en el minuto 68. Después, el Celta se lanzó a por la victoria y el equipo rojiblanco terminó pidiendo la hora para al menos salvar un punto. La cosa es que una vez acabado el choque, en tablas, el conjunto colchonero se marchó enfadadísimo y dejó varias críticas hacia el arbitraje de Soto Grado al considerar que les había perjudicado. No es la primera vez que se siente así el Atlético cuando les arbitra el riojano.

El primero en hablar fue el capitán, Koke, que aceptó con resignación la expulsión de Lenglet, pero consideró que Soto Grado tuvo una doble vara de medir a la hora de mostrar cartulinas. «Si el árbitro lo ha decidido así, es que ha sido expulsión. Parece que no ha hecho mucho, pero lo ha considerado así. Podía haber enseñado alguna amarilla más al rival y no lo ha hecho», afirmó.

Siempre la misma historia

Después Simeone, en rueda de prensa, optó por morderse la lengua y no quiso criticar a los colegiados. «No tiene sentido que hable de eso, porque no va a cambiar nada de lo que pasó», comentó para intentar dar carpetazo al asunto. Y es que después los periodistas siguieron insistiendo al argentino sobre la actuación de Soto Grado y volvió a salir por el mismo lado: «No voy a opinar nada. Perdón, pero no. Son los famosos criterios».

Aun así, la reflexión interna que hace el Atlético de Madrid sobre Soto Grado es que la historia se repite. Es el 'nuevo' Gil Manzano para el equipo colchonero, que también ha tenido sus más y sus menos con el árbitro extremeño. En cambio, a día de hoy la designación que menos gusta es la de Soto Grado, al que ven reincidente a la hora de aplicar diferentes «criterios», como decía Simeone.

Y es que la sensación que hay en el Atlético es que con Soto Grado siempre salen perjudicados. Frente al Celta se considera que hubo faltas de los celestes que merecieron la tarjeta amarilla, mientras que la segunda de Lenglet es más que discutible. Así pues, creen que el criterio no fue el mismo y se arbitró en función de la camiseta, algo que, según el Atlético, no es la primera vez que les sucede con Soto Grado.

En la memoria de los rojiblancos está sobre todo el derbi copero de 2023 en el Bernabéu, cuando con 0-1 en el marcador no se expulsó a Dani Ceballos por doble amarilla tras una dura entrada sobre Thomas Lemar. También se habló de «cacería» a Morata por numerosas faltas sin señalar y de una injusta expulsión a Savic. Tal fue la indignación que los colchoneros sacaron a los días un comunicado cargando contra Soto Grado.