Ben Shelton, en una imagen de la gira de tierra batida
Pelea en Montecarlo entre dos tenistas por un bolazo en las costillas: «Esto es tenis, no béisbol»
Ben Shelton golpeó una pelota que impactó en el cuerpo de Andrea Vavassori y se formó el lío
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El torneo de dobles del Masters 1000 de Montecarlo ha llamado la atención por una polémica en uno de sus duelos de octavos de final. Ben Shelton y Rohan Bopanna lograron meterse en la antepenúltima ronda tras eliminar a los terceros cabezas de serie, los italianos Simone Bolelli y Andrea Vavassori, en un duelo cargado de tensión que acabó con más que un apretón de manos.
La chispa se encendió en los compases iniciales del encuentro. En el segundo juego, Shelton conectó una volea que, sin intención, fue a impactar directamente en el cuerpo de Vavassori, que cubría la red. El estadounidense se disculpó de inmediato, pero el incidente no quedó en el olvido.
El encuentro terminó con triunfo para la pareja formada por el joven norteamericano y el veterano indio, que remontaron un set en contra y se impusieron por 2-6, 7-6(4) y 10-7 en el super tie-break. Sin embargo, el momento más tenso llegó al final, cuando Vavassori se acercó a Shelton visiblemente molesto, acusándolo de apuntar deliberadamente al cuerpo durante el partido. La respuesta del estadounidense no rebajó el tono: «Esto es tenis, no béisbol, hermano», le soltó, y remató el cruce con un «eres muy blando».
Horas después, la historia dio un giro inesperado. A través de sus redes sociales, Vavassori anunció que la volea de Shelton le causó una lesión en las costillas que le impedirá competir la próxima semana en el torneo de Barcelona. «Lamentablemente no podré jugar en Barcelona. Las pruebas revelaron una pequeña rotura en la costilla que me obliga a parar unos días. Espero estar de vuelta en Madrid», comunicó el jugador italiano.
La polémica está servida, justo cuando el calendario aprieta y la gira europea de tierra batida entra en su fase más exigente. El dobles, con mucho menos seguimiento que el individuales, también deja anécdotas curiosas y en Montecarlo se vivió un momento de máxima tensión.