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La crisis de suministros alcanza al papel a las puertas de la campaña de Navidad
Desde el sector confirman un incremento de los precios de producción que no se trasladará a los consumidores. El incremento de la demanda ha provocado un embudo en los centros de fabricación donde los pedidos se retrasan 45 días
Meses después del final de la pandemia, las consecuencias del parón de producción y el cambio en los hábitos de consumo han generado una crisis de abastecimiento que alcanza hoy a varios sectores productivos, uno de ellos, toda la industria que rodea al papel.
Cuando durante los días más complicados del confinamiento muchos celebraban el incremento del consumo de libros y de cómics, pocos esperaban el embudo económico que se estaba comenzando a producir.
Las tres grandes bases de suministro de pasta de papel situadas en la península escandinava, Finlandia y la Columbia Británica han aprovechado el viento de cola del aumento inesperado de la demanda para hacer caja. «Han incrementado sus precios en casi un 30 % en los últimos seis meses», responde Manuel González, presidente de la Asociación de Editores de Madrid a preguntas de El Debate.
Una demora de 45 días
La enorme subida de la demanda no solo ha generado un encarecimiento del producto, sino también un atasco en las productoras de papel, que «mantienen una demora para atender los pedidos que alcanza en estos momentos los 45 días de media», afirma González.
Punto y aparte merece todo lo que se refiere al cartón. El estallido de pedidos online a través de plataformas como Amazon ha supuesto un aumento desproporcionado de la demanda, lo que también ha disparado los precios.
Un problema de suministro y precios que está impactando en las editoriales, que se preparan para dos de las campañas más importantes del año: el Black Friday y la Navidad.
No subirán los precios en Navidad
Sin embargo, serán las editoriales las que contengan el impacto. «No esperamos que suban los precios para la campaña de Navidad», afirman desde la Asociación de Editores de Madrid.
Su presidente explica que según establece la Ley del Libro, los editores tienen que informar con tiempo suficiente a toda la cadena de distribución y ese cambio necesita un intervalo de tiempo que como mínimo es de un mes. Por lo tanto, «no debería haber incremento de precios en las novedades programadas con anterioridad al segundo semestre de este 2021».
No obstante, no sólo el incremento del precio del papel ha sido absorbido por el sector. El incremento del recibo de la electricidad, el encarecimiento del transporte de mercancías y el retraso en los pedidos han retrasado la recuperación del sector editorial. «Todo ello está provocando que se lastre algo la recuperación, que se retrasen las perspectivas de crecimiento para el segundo semestre de 2021 y para el primer semestre de 2022; pero no deberían ser factores desencadenantes de una nueva crisis de largo alcance porque se trata de algo coyuntural».
De cara al 2022 hay mejores previsiones. «Esta situación se irá paulatinamente corrigiendo a medida que los centros de fabricación papelera aumenten su producción para atender esa demanda creciente», dice González, que confía en que con el paso de los meses China y otros países asiáticos consigan reestablecer la normalidad de flujo de suministros.
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