Pedro Sánchez y Ursula von der Leyen
Nuevos objetivos
El Gobierno pide un crédito de 84.000 millones a Bruselas mientras admite incumplir el plan de recuperación
El Ejecutivo ha reconocido que no puede cumplir con lo pactado con la UE y ya ha enviado un cambio de objetivos
La relación del Gobierno de España con la Unión Europa es inverosímil. Las ayudas llegan, pero no se reparten. El responsable del plan de recuperación dimitió hace unos meses en vista de que era imposible cumplir con el calendario mientras el ministerio de María Jesús Montero fiaba el reparto a unas hojas de Excel enviadas a las comunidades autónomas.
El año se acaba y los objetivos para 2023 se renuevan. Es un año electoral donde Pedro Sánchez necesitará enjuagar sus revisiones del código penal y otras leyes de dudosa moralidad que le han puesto en contra de la opinión pública.
Calviño
El Ejecutivo ha anunciado por medio de Nadia Calviño que ha pedido un préstamo a Bruselas de 84.000 millones de euros en unas condiciones muy ventajosas para España. Al margen de esto, el Gobierno también recibirá de la UE los 74.000 euros que le corresponden a fondo perdido por el pobre desempeño de la economía patria a lo que hay que sumar casi 8.000 millones por no haber recuperado el PIB anterior al covid y 2.600 millones por el plan RepowerEU para evitar la dependencia energética rusa.
Casi 95.000 millones de euros llegaran a las arcas del Estado a lo largo de 2023 que se tendrán que traducir en los objetivos fijados por Bruselas y, a la vez, en la mejor campaña para que Pedro Sánchez acuda a las elecciones de final de año con un maquillaje perfecto que no deje ver las costuras rotas de su legado.
Esta relación tan curiosa de España con Bruselas tiene otro punto de fricción que no parece importar mucho a las partes. El Gobierno ya ha comunicado al organismo europeo que no puede cumplir con los compromisos del plan de recuperación y no ha tardado en enviar sus cambios.
El Ejecutivo alega que modifica estos hitos «debido a la concurrencia de circunstancias objetivas que dificultan su cumplimiento» y que prefiere cambiar las reglas del juego a mitad de partida, siempre con el permiso de la UE, antes de que se recorten los fondos.
Campaña electoral
Bruselas no quiere o no puede exigir más al gobierno de Pedro Sánchez. Hay varias reformas, como la de las pensiones, que esperan acometerse como dictan desde la UE y, sin embargo, España apenas da pasos para buscar una solución.
Muy pocas voces se han pronunciado desde máximo organismo europeo para denunciar que España no reparte de manera adecuada los fondos de ayuda. A eso, ahora se le suma un crédito blando. Más dinero que acabará financiando una nueva legislatura de Sánchez.
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