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06 de mayo de 2024

Cuatro de cada 10 jóvenes en paro en Europa son españoles

Cuatro de cada 10 jóvenes en paro en Europa son españolesNP

Empleo

¿Qué pasó con los mileuristas? España lidera la destrucción de empleo joven

Mientras el Gobierno presume de cifras de empleo, el tejido de jóvenes apenas tiene acceso al mercado laboral por un sueldo decente

Las cifras de paro que el Gobierno se encarga de maquillar y alabar cada mes tienen unas costuras que se rompen con cada dato que se conoce de fuentes no oficiales. Uno es el de los fijos discontinuos que en El Debate hemos desmontado y explicado. El otro es el de empleo juvenil que, según los datos de Eurostat, ha subido en la Unión Europea hasta el 15,1 % y se ha desbocado en España con el 38 % del total de Europa.
Casi cuatro de cada 10 jóvenes que no tienen trabajo en Europa son españoles. Una cifra desalentadora para los que buscan trabajo y para los que empiezan los estudios y ven que en este país es casi imposible conseguir un empleo digno y bien remunerado.

Emprendedores

Los jóvenes emprendedores tampoco lo tienen fácil en España. Las cuotas están previstas para empresarios con un negocio en marcha, los que empiezan tienen un año para que sus beneficios no se vean recortados y al segundo año pueden olvidarse de quedarse con los primeros 300 euros que ganen cada mes.
Daniel tiene 24 años y ha tenido una oferta laboral que ha tenido que rechazar. «Me pedían escribir artículos en un medio a razón de 50 euros cada uno. El máximo es de seis al mes», explica, por lo que los 300 euros se quedan en apenas 240 el primer año y tienen a desaparecer de ahí en adelante. «Si no consigo más trabajos como este, no me compensa y si los consigo quizá tenga que emplear todo mi tiempo en trabajar para generar unos 1.000 euros al mes».
En diciembre de 2019 el 44 % de los jóvenes entre 16 y 29 años tenían un sueldo por debajo de 1.000 euros y el 31 % no tenía ingresos. En 2022 el 45 % no llegaba a mil euros y el 23 % aseguraba no tener ingresos mensuales. Un cifra más baja, pero que tiene truco.
Esa cifra es más alarmante cuando los datos oficiales dicen que el 52 % de las personas en edad de trabajar no perciben ingresos del estado. Es decir, que hay un 48 % de personas cobrando cualquier tipo de ayuda o prestación, casi 25 millones de personas recibiendo dinero del estado. Algo insostenible a todas luces.

Medio millón de parados

En el momento en el que un joven no tiene unos ingresos decentes la maquinaria vital, social y económica se para. Acceder a una hipoteca, consumir, viajar, independizarse, formarse… todo se limita a sobrevivir con menos de mil euros.
En un mes, de noviembre a diciembre de 2022, España ha sumado un 1,1 % más de parados jóvenes y ya son 535.000 sin dedicación.
Grecia mejora por muy poco las cifras de España (31,3 %), Italia (23 %), Suecia (20,3 %) o Letonia (19,4%) tienen el deshonor de tener a su tejido joven parado. La clasificación la lidera Alemania (5,8 %), Países Bajos (7,8 %) o Islandia (8,3 %).
Los empresarios no se esconden ante este problema. Muchos contratan al borde de la ley o se la saltan con los famosos contratos en práctica y becas que se extienden más de lo debido. Otros aseguran que los seguros sociales y la subida del salario mínimo interprofesional les hace complicado contratar porque «por 1.100 euros tengo que pagar otros 500 euros en impuestos y no tengo tanto margen», explica Marina, propietaria de una gestoría en Madrid que tiene una importante rotación de trabajadores en tareas administrativas.

Fomación

Luego llega el problema de la formación. Los datos dicen que hay más cien mil puestos de trabajo vacantes en el sector de la tecnología porque no hay trabajadores preparados para ocuparlos. Se supone que son sectores donde se paga más porque el perfil requerido es el de ingenieros o, en cualquier caso, licenciados en la rama de ciencias, que siempre se valora mejor que la de letras.
La fotografía no es halagüeña en España. La fuga de talento se explica por causas como esta y, lo peor, es que este talento ya no quiere volver. Jorge trabaja en una empresa de ciberseguridad en Polonia y cobra unos 40.000 euros anuales. «En España ni me planteo buscar este trabajo, no volveré porque lo que hay está mal pagado», asegura. Poco trabajo y mal pagado para los jóvenes que buscan sus primeras experiencias laborales o para los veteranos que ven cómo su sueldo no suma euros a final de mes.
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