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17 de mayo de 2024

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

La ministra de Hacienda, María Jesús MonteroÁlex Cámara / Europa Press

Análisis económico

Más gasolina para la inflación: Hacienda aumenta un 11 % los fondos transferidos a comunidades autónomas

Y a los amigos de Cataluña les manda más que a Andalucía y a Madrid

Antes de empezar con el artículo, quiero enviar a mi mentor en el mundo de la escritura, mi coautor del próximo libro y mi gran amigo, Gustavo Morales, ánimo desde aquí y el deseo de que salga pronto de la UCI y poder darle un abrazo con todo el cariño del mundo.
Va por ti, Gustavo.
La verdad es que me dan mucha pena los que están al frente de este Gobierno. Hay momentos en los que pienso que no se puede hacer peor, y al rato me demuestran de nuevo su incompetencia.
Llevamos semanas viendo cómo, desde el ala comunista del Gobierno, no paran de atacar a los grandes empresarios de este país, desde Juan Roig a Amancio Ortega, y el ala socialista partiéndose de risa, por cómo les dan bofetadas a los empresarios de puro y levita, como dijo el presidente.
Montan una cacería contra los empresarios y se sacan de la manga un impuesto sobre los ingresos atacando a la banca y a las eléctricas y la ministra de Hacienda se marca el «pingüi» de que han recaudado 1.455 millones de euros en el primer control y que van a llegar a 3.000 millones de euros en el año.
Se ponen chulitos y amenazan a las cadenas de distribución con el tema de los alimentos y les dicen que, como no bajen los precios, intervendrán los mismos.
Parece que hay un intento diario de desestabilizar a las grandes empresas.
Y va Ferrovial y le comunica que se va a Países Bajos, porque es un país Triple A en deuda y tienen una enorme seguridad jurídica y se rasgan las vestiduras y vuelven al insulto.
Pues ahora los que han quedado como auténticos «tontitos» de manual son todos los que han ido abriendo la boca de forma innecesaria durante todo este tiempo. Y como ha dicho Sánchez Galán, Iberdrola puede ser gestionada desde Estados Unidos o desde Escocia, que todavía es más fuerte porque eso es no estar en la UE.
Pero, como en este país todo es al revés, la ministra de Hacienda, a quien le gusta marcarse puntos, saca en el portal de notificaciones de Hacienda un comunicado en el que nos hace saber a todos los tontos de España que ha incrementado un 11 % la dotación de fondos transferidos a las comunidades autónomas en los dos primeros meses del año: ha pasado de enviar en el 2022 en esos dos primeros meses 18.500 millones de euros a enviarles 20.500 millones.
Y eso sí, a los amigos de Cataluña les manda más que a Andalucía, que son un millón más de habitantes, y mucho más que a Madrid, que no hace otra cosa que tocar una sinfonía que no gusta en la Moncloa.
Por todo ello, parece que María Jesús «Txiqui» Montero no ha leído los comunicados del Banco Central Europeo en los que empieza a amenazar a los países que echan gasolina a la inflación para, en lugar de parar, alimentarla con más gasto, que va a aplicar medidas más drásticas que los tipos de interés, si no cesan en sus actuaciones.
Aunque el BCE no indica las medidas, porque sería una amenaza que haría mucho daño, simplemente con empezar a desprenderse de deuda española y colocarla en los mercados sin decir nada, sería como anunciar que no cree que la deuda de España sea buena.
Nuestros tipos de interés se podrían disparar y al Gobierno no le quedaría otro remedio que claudicar y empezar a reducir el gasto público de forma inmediata para evitar el colapso financiero.
Estos ministros, salidos de las cavernas del conocimiento económico, no hacen otra cosa que alimentar con más gasto el incendio de la inflación, que es lo mismo que si los bomberos en lugar de agua echasen queroseno para apagar un incendio.
Estos ministros que se niegan a bajar los impuestos de la carne y el pescado, que en nuestro país han sido y son la base de la alimentación.
Estos ministros que presumen de ropa nueva y peluquería de moda cada vez que se ponen delante de un micrófono.
Estos ministros que, en lugar de reunirse con los empresarios importantes de este país para saber de sus preocupaciones, se enteran de las noticias por los comunicados de prensa o por las televisiones.
Estos ministros son los que nos gobiernan.
Este Gobierno, que es el líder en la UE en caída del PIB en la pandemia, que sigue sin ser capaz de tomar las medidas correctas para que la economía crezca, que en renta per cápita nos ha colocado en la posición 27 de 27 y lo mismo en pérdida de poder adquisitivo, que se ha llevado la deuda nacional a 1,5 billones, que modifica las reglas del juego de contabilizar el paro, de calcular el IPC y que además ha entrado en la deriva «roja» de atacar a los empresarios culpabilizándolos de todos los males, se asusta porque una gran empresa se va a residir a la Unión Europea y desobedece al Banco Central Europeo con más gasto público.
Todo esto sin contar que tenemos a la UE calentita con los cambios jurídicos hechos, como la desaparición de la prevaricación y malversación de caudales públicos, asustados con la ley del 'solo sí es sí', preocupados por la inseguridad jurídica provocada por los cambios en el Tribunal Constitucional y sin saber qué se ha hecho con los fondos Next Generation y a qué se han destinado.
Y para colmo sale el Tito Berni, que organiza una «grande bouffe» a 15 diputados, en época de confinamiento, que siguen la juerga con chicas y droga y que en los meses siguientes no paran de hacer «negocios» y a saber cuántos de ellos se han hecho con el dinero público.
¿Cuánto le queda a la Comisión Europea antes de intervenirnos y parar con el desastre que tenemos?
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