La Agencia Tributaria realiza mensualmente un informe donde muestra la evolución de las ventas de todas las grandes empresas de este país, que tienen obligación de presentar sus declaraciones de IVA y de IRPF.
Como dice en su web la AEAT, «a tales efectos, son Grandes Empresas las personas físicas o jurídicas cuyo volumen de operaciones haya excedido la cifra de 6,01 millones de euros durante el año natural inmediatamente anterior.»
Estas empresas suponen algo menos del 1 % del total de declarantes por IVA, pero su peso en la facturación del total de empresas es superior al 60 %.
Trimestralmente publica el mismo informe, añadiendo las ventas de todas las pymes activas del país, estando incluidas en estas declaraciones todos los autónomos que tienen alguna actividad en dicho trimestre.
Por lo tanto, en los informes trimestrales de ventas, tenemos el informe más preciso que se pueda obtener de la economía real, no sumergida, de nuestro país, pues todos los empresarios saben que en caso de no proceder a presentar el informe será inmediatamente sancionado.
Tengo un amigo, que me llamó el otro día, que obviamente no voy a dar su nombre, que me dijo que por error presentó en enero su declaración de IVA, el día 31 en lugar del 30, y acaba de recibir un comunicado que por presentarlo tarde tiene una sanción del 1 %. También me dice que esta sanción es igual por presentarla tarde 1 día o 30 días. Esto lo explico, porque es bueno saber que si uno se equivoca por un día va a pagar el 1 % de recargo de su declaración, pero que si se equivoca por 25 días también va a pagar un 1%.
Esto demuestra el nivel de control, que tiene la Agencia Tributaria y la nula escapatoria que hay frente a ella. Por ello, precisamente, sus datos son impecables. Nos dan la realidad, mes a mes, de la evolución de las ventas de las grandes empresas y cada trimestre los datos globales.
El sistema montado es espectacular y te lo puedes descargar a un sistema de hojas dinámicas, donde puedes extraer todos los datos que quieras de esas empresas.
Hoy vamos a comparar las ventas del 2022 sobre el 2021, en euros corrientes, es decir, lo exactamente presentado por cada contribuyente.
Así podemos ver en el año 2021 las ventas totales declaradas a Hacienda sumaron 1,8 billones de euros.
La agricultura ya solo representa el 1,4 % de las ventas declaradas y alcanza la ridícula cifra de 24.440 millones de euros.
La construcción y las actividades inmobiliarias suman 112.317 millones y suponen el 6,2 % del total de las ventas. Es una pena que en este sistema de información los datos cargados están solo desde 2008, donde este sector quedó en 54.473 millones de euros con una bajada con respecto al año anterior de un 9,81 %.
La industria en el 2021 representó 484.424 millones, que supuso el 26,9 % del total de los ingresos y el sector servicios supuso 1,2 billones de euros representando el 65,5 %.
Tenemos que recordar que el 2021 todavía fue un año atípico. Si bien la economía volvió a crecer un 5,5 %, frente a la caída del 11,3 % del 2020 y el 2022 ha sido un año con una crisis energética provocada en parte por la crisis de Ucrania y en parte por la Agenda 2030 y el «Green Deal».
Las ventas totales de los 4 sectores económicos alcanzan la cifra de 1,9 billones de euros, que suponen un crecimiento del 7,5 %, lo que significa que, si la inflación media fue de un 8,5 %, las ventas han crecido 1 punto por debajo de la inflación, o sea, que en realidad han decrecido.
Así tenemos que la agricultura es un sector que decrece con respecto a 2021, quedando en 21.917 millones de euros y una bajada del 10,3 %. Esto implica que la agricultura pasa a ser meramente simbólica, a pesar de tener un ministerio, que lo ocupa un señor que aparentemente sabe mucho de este sector, pero que está claro que no sabe aplicar su sapiencia para hacerlo crecer.
La construcción y las actividades inmobiliarias crecen simplemente un 3,2 %, muy lejos de lo que crece la inflación y a pesar de llegar a 115.915 millones de euros de actividad, pasa a representar un 6 % de la actividad total.
La industria, que crece un 3,4 % alcanza los 0,5 billones por primera vez, pero su participación se queda en el 25,8 % y la ministra del gremio fumando en pipa.
Y, por último, el único sector que crece por encima de la inflación es el sector servicios que llega a 1,3 billones de actividad, crece un 10 % y representa un 67 % del total de los ingresos.
Es tremendamente preocupante que la agricultura este a punto de caer del 1 % en importancia y de que la industria y la construcción y las actividades inmobiliarias no lleguen al 40 %.
Ya lo sabíamos que somos un país que vive de los servicios, pero el problema es que cuando vienen mal dadas, los servicios es lo primero que cae, pero no importa.
Este país necesita un plan estratégico a 5, 10 y 25 años que involucre a todas las fuerzas económicas y que llegue quien llegue al ejecutivo, ese plan se cumpla con los necesarios ajustes a medida que el plan se vaya ejecutando.