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03 de mayo de 2024

José María Rotellar

La solidaridad tributaria de la Comunidad de Madrid

Esa es la realidad. Mejor les iría a todos copiando las políticas de la Comunidad de Madrid, ya que la experiencia muestra que generan prosperidad, pero si no quieren imitarla, al menos que respeten su corresponsabilidad fiscal al igual que Madrid respeta la del resto

Actualizada 04:30

Una de las reformas que están pendientes es la del Sistema de Financiación Autonómica. Ahora se está retomando este asunto, debido a la búsqueda de votos para la investidura que está llevando a cabo Sánchez. No hace mucho, al inicio del verano de 2012, el Gobierno de Sánchez, apoyado en ERC, Podemos, el PNV y todos sus socios de la moción de censura, acordaron iniciar los procedimientos para impedir que Madrid bajase impuestos, cosa en la que reincidieron al tratar de imponerle a Madrid un recargo estatal de dudosa constitucionalidad en el impuesto de Patrimonio, y al acusarla falsamente de «dumping» fiscal.
Se quejan de que el resto de los españoles está pagando a Madrid dichas bajadas de impuestos y que compite deslealmente. Nada más lejos de la realidad. Como los madrileños no votan las políticas confiscatorias impulsadas por Sánchez y sus aliados, como ha quedado de manifiesto en las últimas elecciones regionales y generales, intenta imponer sus normas en forma de trágala, con aquel comité de expertos sesgado hacia sus ideas que organizó y con estos intentos de introducir enmiendas en los presupuestos para acabar con la fiscalidad de Madrid, fiscalidad que podría imitar Cataluña, si quisiese.
Con la opinión de dicho comité, donde varios de sus miembros ya dejaron clara su posición en el pasado en línea con los postulados del Gobierno, tiene la excusa para tratar de obligar a Madrid a que elimine las deducciones en Sucesiones y Donaciones y para que reponga Patrimonio. Es cierto que después, en actitud de contraataque, Madrid, especialmente, con la importante rebaja de IRPF propuesta y la eliminación de los dos tributos propios que tenía, y también Andalucía y Castilla y León, han impulsado iniciativas para reducir los impuestos dentro de las competencias regionales, pero el riesgo de que Sánchez obligue a las regiones a subirlos si vuelve a gobernar, es alto.
Esa subida de impuestos la promociona el Gobierno para combatir lo que, falsamente, llama insolidaridad de Madrid, paraíso fiscal y, en palabras de sus amigos de Más Madrid, «guarida de millonarios». Todo es falso: Madrid es la región más próspera, la que más aporta al resto y donde más se recauda, como veremos a continuación, empleando datos del Sistema de Financiación Autonómica (SFA), basados en 2021 porque los datos de 2022 ni siquiera se han comunicado a estas alturas -ya va más de medio mes de retraso- y tampoco serían definitivos en su liquidación, aunque se hubiesen comunicado.
¿Y qué se desprende de los datos? En primer lugar, la Comunidad de Madrid es la región que más aporta al Sistema de Financiación Autonómica para, vía solidaridad, hacer posible que las regiones menos prósperas puedan tener una sanidad, educación y servicios sociales dignos, que no podrían sostener si no fuese por la solidaridad de Madrid, ejercida con agrado, a diferencia de lo que suele pasar con los nacionalistas.
Madrid es, de largo, la que más aporta al Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Esenciales, para que esas regiones con menor capacidad económica puedan prestar los servicios, sanitarios, educativos o sociales. De esa manera, sólo en el último año liquidado de manera definitiva, Madrid ha aportado al Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales (FGSPF) 4.577 millones de euros, frente a los 1.522 de Cataluña o los 269 millones de Baleares. El resto, de manear neta, recibe fondos.
DGT de la CM a partir de los datos oficiales del Ministerio de Hacienda

DGT de la CM a partir de los datos oficiales del Ministerio de Hacienda

Pero es que si analizamos la aportación neta de Madrid al FGSPF desde el comienzo del SFA (2009) hasta el último año liquidado definitivamente (2021), comprobamos cómo Madrid ha aportado al fondo para que otras regiones puedan prestar la sanidad, educación y servicios sociales de otras regiones una cantidad que asciende a 44.852 millones de euros, frente a los 15.584 millones aportados por Cataluña. Es decir, Madrid aporta el triple que Cataluña a la solidaridad con el resto de regiones.
DGT de la CM

DGT de la CM

Y, para finalizar, esa aportación de Madrid ha sido creciente en el tiempo: ha pasado de aportar a la solidaridad 3.180 millones en 2009 a aportar 4.577 millones en 2021. Esto no sólo demuestra que Madrid aporta más, sino que cuanto más crece Madrid, más aporta, de manera que, si se le impidiese seguir con la política de bajada de impuestos que ha impulsado más su crecimiento, perderían también el resto de regiones, al poder aportar menos por crecer menos.
DGT de la CM

DGT de la CM

Es más, esa mayor aportación de Madrid de 4.577 millones de euros, asciende a 6.312,77 millones de euros si atendemos al resultado tras las transferencias de nivelación. De ese modo, sólo tres regiones aportan en neto:
  • Madrid, con 6.312,77 millones de euros.
  • Cataluña, con 2.363,79 millones de euros.
  • Baleares, con 396,43 millones de euros.
Es más, esto hace que Madrid aporte el 31 % de la financiación que recibe, por 11 % de Baleares y por el 9 % de Cataluña. Es decir, Madrid aporta, sobre los recursos que recibe, más del triple de lo que aporta Cataluña.
Pueden querer frenar las bajadas de impuestos de Madrid, que tanto les molestan al Gobierno en funciones y a sus socios, pero deberán buscarse otra excusa y no la de la solidaridad, porque la realidad es tozuda y muestra, con datos, cómo Madrid es la que realmente aporta más fondos, con diferencia, a la solidaridad regional. Si el Gobierno quiere mejorar la solidaridad, debería decírselo al PNV, por ejemplo.
Una cosa es que los regímenes forales del País Vasco y Navarra deban ser respetados, porque son constitucionales, al quedar así reflejados en la DA 1ª de la Constitución, y otra muy distinta es que el erróneo cálculo del cupo vasco y de la aportación navarra deberían ser corregidos, además de que debería articularse un mecanismo para que, manteniendo los regímenes forales, estas dos regiones cumpliesen con otro precepto constitucional –recogido en los artículos 2, 138, 156 y 158 de la Constitución–, como es la solidaridad entre regiones, solidaridad que, a día de hoy, no cumplen.
Los datos son claros: las dos regiones forales ni aportan a la solidaridad interterritorial, al no participar del Sistema de Financiación, ni las aportaciones estatales a dicha solidaridad se incluyen a la hora de establecer el cupo vasco o la aportación navarra, cupo y aportación que no hay que confundir con una aportación a la solidaridad del resto de españoles, pues sólo reflejan una compensación por los servicios que el Estado presta en dichas regiones.
Cupo y aportación, que, por cierto, no se actualizan adecuadamente, de manera que supone una merma para el Estado y, por tanto, un drenaje de recursos que el propio Estado podría destinar a la solidaridad para las regiones de régimen común.
Esa es la realidad. Mejor les iría a todos copiando las políticas de la Comunidad de Madrid, ya que la experiencia muestra que generan prosperidad, pero si no quieren imitarla, al menos que respeten su corresponsabilidad fiscal al igual que Madrid respeta la del resto. Nadie está obligado a bajar impuestos, pero tampoco debe obligarse a nadie a subirlos. Que cada cual haga lo que estime y luego que responda ante sus ciudadanos.
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