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06 de mayo de 2024

La presidenta del BCE, Christine Lagarde.

La presidenta del BCE, Christine LagardeAFP

El BCE inicia su travesía en el desierto: ¿hasta cuándo mantendrá los tipos al 4,5 %?

Los expertos no prevén que se alcance el objetivo de inflación hasta el tercer trimestre de 2025

Después de diez subidas en los últimos catorce meses, los expertos no esperan más incrementos de los tipos de interés. Pero particulares y empresas se preguntan cuándo decidirá el BCE abrir la mano en un escenario de deterioro económico.
En su último informe de previsiones, los técnicos del organismo que preside Christine Lagarde apuntan a un estancamiento a corto plazo de la economía de la zona euro por el endurecimiento de las condiciones de financiación, la débil confianza empresarial y el bajo nivel de la demanda externa. Aunque a partir de 2024 el crecimiento repuntará, seguirá lastrado por las adversas condiciones de crédito y no se alcanzará el objetivo de inflación del 2 % hasta el tercer trimestre de 2025.
La duda es ahora conocer los próximos pasos del BCE, que ha recordado en muchas ocasiones que hará lo necesario para contener la inflación. De momento, la tasa de la zona euro lleva cinco meses de caídas consecutivas y en septiembre se colocó en el 4,3 %; sin embargo, la subyacente todavía es muy alta, el 5,4 %. Aunque parece claro que los tipos no volverán a subir, muchos se preguntan cuándo este organismo relajará la política monetaria.
«Lo más probable es una relajación de la inflación y un deterioro de los datos de la economía real que acabarán empujando al BCE a recortar los tipos el primer semestre del próximo año», comenta Tomasz Wieladek, economista jefe para Europa en T. Rowe Price. «Pero su reacción ante un aumento de los precios dependerá de la fuente de la inflación», añade.
Con el conflicto en Oriente Medio y la invasión de Ucrania, los expertos están especialmente interesados en el precio de los carburantes. «Si los precios del petróleo suben significativamente y los gobiernos no subsidian para compensar los efectos, el impacto en los hogares será la destrucción de la demanda», señala Wieladek.
«Los hogares simplemente consumirán menos y, por lo tanto, el BCE podrá adoptar un enfoque prospectivo para alcanzar su objetivo de inflación, dando más peso a la actividad económica en su función de reacción. Sin embargo, si los precios del gas vuelven a subir y los gobiernos optan por proteger de nuevo a los consumidores, entonces no hay destrucción de la demanda y el BCE se centraría más en la inflación», agrega.
No obstante, si la inflación salarial comenzase a aumentar de forma significativa, pero sin señales de holgura en el mercado laboral, este experto advierte del riesgo de que el BCE «empiece a prestar mucha más atención a la inflación y vuelva a subir los tipos».

Shocks de oferta

Enrique Reina, socio de Accuracy, recuerda que los procesos inflacionarios tienen su origen «en shocks de oferta como la guerra de Ucrania y Palestina, y en los problemas en las cadenas de suministros después del coronavirus y no en desequilibrios por el lado de la demanda»
«Por tanto, el BCE tratará de equilibrar la estabilidad de precios que, como hemos visto, se está controlando gradualmente. Así, lo más probable es que optará por mantener los tipos poniendo fin al ciclo de subidas y que gradualmente irá bajando los tipos si no hay tensiones inflacionarias inesperadas», asegura este socio de la consultora financiera y estratégica.
No obstante, este experto recuerda que ya el pasado mes de septiembre, el BCE anunció un incremento inesperado de tipos para reforzar su mensaje de compromiso y cualquier presión inflacionista emergente podría llevar a este organismo a sorprender con una nueva subida.
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