
Es recomendable configurar el termostato con diferentes temperaturas
Energía
Cuánto gasta tener la bomba de calor todo el día enchufada
La respuesta no es sencilla, ya que depende de varios factores, como la zona en la que se ubique, el precio de la luz o las propias características del aparato
Entre las múltiples opciones que existen en el mercado para poder calentar el hogar en la actualidad, las bombas de calor es de las que más ventajas ofrece. En este sentido, a diferencia de las calderas de gas o de gasoil, no requieren de combustibles fósiles para su funcionamiento, ya que poseen una alta eficiencia y un consumo energético bajo.
Aun así, muchos se preguntan ¿qué es exactamente un consumo energético bajo? La respuesta, por desgracia, no es sencilla, ya que depende de varios factores, como la zona en la que se ubique, el precio de la luz o las propias características del aparato. Al mismo tiempo, también influyen las dimensiones de la casa.
En general, estos aparatos son capaces de generar más energía, ya sea en forma de frío o calor, de la que reciben. Debido a este motivo, de forma muy simplificada, uno de estos aparatos tiene un gasto aproximado comprendido entre 2 y 5 kWh. Sin embargo, este consumo no es uniforme, por lo que al alcanzar la temperatura fijada, disminuirá el consumo energético.
Configurar el termostato con diferentes temperaturas
A la hora de usar este tipo de aparatos, es recomendable mantenerlos conectados durante todo el día en lugar de encenderlos y apagarlos. No obstante, desde el portal sectorial de las instalaciones de climatización, Caloryfrio.com, aclaran que se debe configurar el termostato con diferentes temperaturas en función del horario.«Si no se va a estar en casa durante unas horas es recomendable programar o bajar la temperatura de la calefacción unos grados para que no se produzca un gran salto térmico, en lugar de apagar completamente la bomba de calor», indican. «Si se apaga del todo, el aparato debe de hacer más esfuerzo para recuperar esa energía».
Finalmente, en aquellas horas en la que no se demanda tanto calor, es preferible reducir la temperatura a unos 17 o 18 grados, pero sin apagar la bomba. «Siempre es más conveniente que las paredes no se enfríen del todo, para mantener el control de la temperatura con un termostato programado», explican.