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03 de mayo de 2024

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (i) y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero

Yolanda Díaz y María Jesús Montero, en el Congreso.Europa Press

El enfrentamiento entre Díaz y Montero condena a los empresarios a otro alza del SMI «a la búlgara»: subirá un 5 %

Los empresarios exigían la indexación de los contratos públicos para aceptar un incremento del 4 %, algo a lo que Hacienda se negó. Finalmente, suben el salario mínimo un 5 %, hasta los 1.134 euros

La reunión entre Trabajo, sindicatos y patronal para comunicar la subida del salario mínimo interprofesional ha culminado en un escenario de ruptura con las patronales empresariales tras la negativa de Hacienda a indexar los contratos públicos al SMI, como pedía la CEOE.
En esta tesitura, el Ministerio volverá a aplicar una subida «a la búlgara» sin escuchar a los representantes empresariales –que son, al fin de al cabo, los que pagarán esa factura– y la connivencia de CCOO y UGT, con quienes han acordado una subida del 5 %. El SMI subirá de los 1.080 euros mensuales en catorce pagas hasta los 1.134, o 54 euros más al mes. La subida se aplicará con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024.
La «apuesta por el diálogo» de Yolanda Díaz explotó el pasado lunes cuando el secretario de Estado de Empleo, Javier Pérez Rey, amenazó a la patronal con una subida «más ambiciosa» si no aceptaban la oferta del 4 % puesta sobre la mesa. Desde la patronal, este mensaje fue visto como un «chantaje», máxime después de que el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) ya establecía una subida del 3 % más un 1 % adicional, como máximo, en función de la inflación.
«Estaremos en la próxima reunión, pero la respuesta ya la tienen. Y digo la tienen porque ante estas circunstancias, nosotros no vamos a entrar en el chantaje. En el espíritu del diálogo social no tiene cabida ni la amenaza ni el chantaje», comentaba este miércoles Lorenzo Amor, presidente de ATA.
Fuentes de la patronal señalan que, más allá de las bravuconadas del ‘número dos’ de Trabajo, el problema se encuentra en la negativa del Gobierno a tratar la indexación del SMI a los contratos públicos y las bonificaciones para el sector del campo. Y es que el rechazo no ha venido desde la cartera que dirige Díaz, sino del Ministerio de Hacienda, que es quien tiene que hacerse cargo del aumento de los costes.

Hacienda no ve «lógico» que el la subida del SMI recaiga en las cuentas públicas

María Jesús Montero, por supuesto, dijo hace unas semanas que «no le parece lógico» que la subida del SMI recaiga en las cuentas públicas algo que Garamendi, que ya se tragó el sapo del 8 % el año pasado, ve completamente «razonable». «Que se pongan de acuerdo antes entre ellos», apuntan desde la CEOE, en relación a los enfrentamientos que mantiene Trabajo con Economía y Hacienda.

Subida del 5 %

En cualquier caso, esta ruptura de la patronal ya abocaba a un incremento superior al 4 %. La propia Díaz ya dijo que el SMI subiría «mucho», pero no había especificado cuánto, mientras los sindicatos –que en privado aseguraban que estarían dispuestos a firmar el dichoso 4 % si la patronal se sumaba– exigían un aumento de entre el 5 y el 7 %.
Una subida de este calado supondrá un aumento en la recaudación del Estado de entre 815,75 y 1.140,76 millones de euros anuales por el incremento del gasto en cotizaciones sociales. Un ‘hachazo’ a cuenta de los empresarios con destino a la caja de Hacienda.
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