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20 de mayo de 2024

Fernando Rayón
Crónica económicaFernando Rayón

El Gobierno también decide sobre las opas

Todos parecen saber tanto de lo que es una oferta pública de adquisición de acciones que dan ganas de sacar la libreta y tomar nota para aprender. Los políticos, los primeros, por supuesto

Actualizada 04:30

Vista de la antigua sede del BBVA en la Plaza de Cataluña de Barcelona

Vista de la antigua sede del BBVA en la Plaza de Cataluña de BarcelonaEFE

Un día para recordar. Aquel en el que el BBVA presentó una opa al Sabadell. Los informativos abrían con la noticia y todos parecían saber tanto de lo que es una oferta pública de adquisición de acciones que daban ganas de sacar la libreta y tomar nota para aprender. Los políticos, los primeros, por supuesto. Que para eso estamos en la campaña catalana y era mejor estar contra el BBVA que seguir hablando de inmigración o gestión.
Pero era lo esperado. Al consejo del Sabadell le iba a parecer poca la oferta del banco vasco –«¡más consejeros, Torres, más consejeros!»- y el BBVA tendría que lanzar la opa que anunció la semana pasada. Pero para entonces todo el mundo ya había tomado partido, incluidos los medios de comunicación. Quizá por eso cuando el presidente de la CEOE Antonio Garamendi recordó ayer que las empresas «son libres de actuar, de participar y de hacer ofertas o no», los ministros empezaron a hablar de capitalismo salvaje y de fondos buitre: «Es una opa hostil», decían con gran conocimiento de causa. Una coña. Pero tanto movimiento tiene una cosa buena: está sirviendo para saber lo que puede ocurrir y conocer también a los protagonistas de la cosa.

Salvador Illa ha dicho que «toda Cataluña dice no a esta opa hostil»; como si fuera Pujol, que decía que Cataluña es él

Para empezar, es muy difícil que una opa triunfe en nuestro país. Tenemos ya mucha experiencia. Seguramente lo sabe también Carlos Torres, presidente del BBVA, cuyas referencias ayer a los recortes de plantilla son para enmarcar en el despropósito. Pero no es que estén muy finos los de su banco en comunicación últimamente. Ni siquiera cuando han filtrado que todo esto ya lo tenían hablado con el Sabadell. Debió ser en un café con mucho ruido…
Dos: aquí los políticos hablan del banco bueno «que financia a nuestras PYMES» (eso dice Pere Aragonés del Sabadell) o de que «toda Cataluña dice no a esta opa hostil» (Salvador Illa). Vivir para ver. Illa ya está como Pujol: que Cataluña es él; y Aragonés ha olvidado cuando la Generalitat pedía a Pedro Sánchez multas para las empresas que se marcharon tras la declaración de independencia. Por cierto, la primera fue el Sabadell el 5 de octubre de 2017, cuando cuatro días después del referéndum trasladó su sede social a Alicante.
Y tres. El Gobierno sigue a lo suyo: a meter mano en las empresas. Por si alguien lo dudaba, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, al que la opa le pilló en zapatillas, compareció en el programa de Silvia Intxaurrondo (Televisión Española) para rechazar la opa: «El Gobierno tiene la última palabra a la hora de autorizar la operación (…). Estamos en forma y en fondo rechazando esta operación». Imagino que los inversores y accionistas internacionales están tomando nota de la movida.
Menos mal que Yolanda Díaz «ya se lo veía venir». Dice estar contra la opa hostil de BBVA porque «liquidaría a Sabadell en beneficio de fondos de inversión extranjeros». Alguien debería decirle que esos fondos son los principales accionistas del banco catalán. O quizá que centre sus dotes adivinatorias en las elecciones que le quedan. ¡Caray con la pitonisa!

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