
Tren de la operadora ferroviaria Iryo.
Iryo y Alsa unen fuerzas, pero pueden acabar rivalizando en las rutas a Galicia, Asturias y Huelva
Ambas compañías están estudiando presentarse a la licitación de los nuevos corredores Madrid-Galicia, Madrid-Asturias/Cantabria y Madrid-Cádiz-Huelva
Iryo sigue apostando fuerte por la expansión en nuestro país a pesar de los malos resultados obtenidos en 2023, cuando registró unas pérdidas de 79 millones de euros. La compañía, cuyo máximo accionista es el operador público italiano Trenitalia, ha reforzado su servicio multimodal con la firma de nuevos acuerdos entre los que destaca el alcanzado con Alsa para llegar al noroeste, zona incluida en la segunda fase de liberalización de la alta velocidad y que los operadores no acaban de ver claro.
La compañía ha presentado este jueves en Fitur el balance del pasado año, cerrado con 14 millones de viajeros, un 88 % de puntualidad frente al 83 % de la competencia y un 73 % de ocupación. Además, mantiene una cuota de mercado que se mueve en una horquilla entre el 23 y el 28 % según la zona y un NPS –indicador que muestra la lealtad de sus clientes– del 72 %.
¿Se trata de un buen resultado? Todo depende. La guerra de precios ha disparado exponencialmente el número de viajeros, dejando un preocupante saldo de pérdidas millonarias para los tres operadores en el mercado de la alta velocidad. Iryo cerró 2023, su primer año completo de operaciones, con un balance negativo de 79,3 millones de euros, frente a los 42 millones de Ouigo y los 65 de Renfe.
El que más ha sorprendido ha sido el alcanzado con Alsa. Según ha explicado Gorini, este acuerdo incluye 54 conexiones para llegar al norte, oeste y la zona de Levante. La filial española de Mobico es una referencia del transporte de viajeros por carretera de nuestro país y el pacto no sería particularmente llamativo si no fuera porque ambas compañías están estudiando presentarse a la licitación de la segunda fase de la liberalización de la alta velocidad que cubre precisamente este territorio.
Alsa está estudiando presentarse con los andaluces de Eco Rail a esa segunda fase que cubriría los corredores Madrid-Galicia, Madrid-Asturias/Cantabria y Madrid-Cádiz-Huelva. De hacerlo, se convertiría en competencia directa de Iryo.
Otra cosa es lo que haga Iryo. Preguntados por la licitación, esta compañía sigue tirando balones fuera hasta conocer las condiciones del concurso ya que se trata de un complejo trazado que requeriría distintos anchos de vía para los que los nuevos operadores no están preparados para operar.
«Adif todavía no ha dado información sobre los elementos de las licitaciones. Si se presenta una oportunidad, estaremos interesados, pero habrá que ver los detalles de la licitación que proponen», señalan desde Iryo, que advierte que los únicos fabricantes capaces de suministrar convoyes adecuados para esa vía son Talgo y CAF.
Con una débil capacidad industrial, Talgo cuenta con una cartera de pedidos que alcanza los 4.223 millones de euros, entre los que se encuentra el diseño y fabricación de 95 trenes Intercity Talgo 230 para Deutsche Bahn y la danesa DSB, y 23 cabezas tractoras de muy alta velocidad para Renfe. Sin embargo, la compañía no es capaz de dar salida a tiempo a estos pedidos y las penalizaciones en concepto de retraso podrían comerse los beneficios. Además, las incidencias registradas en sus S106, los conocidos como avriles, han sido un constante quebradero de cabeza para Renfe, que ha exigido compensaciones millonarias por los problemas que han provocado.