El mercado de alquiler de Cataluña ha sufrido la Ley de Vivienda
Más de 330 candidatos por piso: así ha dinamitado el control de precios la oferta de vivienda en Cataluña
«Por mucho que digan los economistas libertarios, lo cierto es que la evidencia empírica, los datos, los hechos —no las suposiciones—, lo que demuestran es que el control de precios funciona cuando viene acompañado de medidas estructurales que se aplican de forma coordinada y sostenida en el tiempo». Estas palabras fueron pronunciadas por Pedro Sánchez el pasado 13 de enero, durante la clausura de un foro de vivienda organizado por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, en el que anunció doce nuevas medidas para intentar poner fin a la crisis de vivienda que vivimos en España.
A pesar de lo que diga el presidente del Gobierno de España, sí que existen datos que ponen en entredicho el control de precios: en Cataluña, primera comunidad autónoma en imponer esta medida, hay más de 330 interesados por un piso, una cifra que es cinco veces superior a la de 2023. Así lo refleja el Barómetro del Alquiler de 2024 del Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos.
La zona tensionada de Cataluña entró en vigor hace casi un año –en marzo de 2024–. En un primer momento, afectó a 140 municipios de la región, y posteriormente, se amplió a otros 131 más, que, en total, representan alrededor del 90 % de la población de la comunidad autónoma. El resultado que se ha observado es que la oferta de vivienda en alquiler de larga duración se ha desplomado casi un 26 %, y la presión ha pasado de 65 a 331 personas contactando de media con cada vivienda que salió al mercado en un plazo de diez días.
Este incremento se nota especialmente en Barcelona donde, de los 81 contactos por vivienda que tenía en 2023, una cifra «ya de por si muy alta», alertan desde el Observatorio, se ha pasado a 421, un aumento de 340 personas.
Además, se han perdido 37.043 viviendas, lo que representa un 38,4 % del total de inmuebles que salieron del mercado del alquiler en España.
Sus efectos se extienden además a las provincias limítrofes: Gerona ha pasado de 32 a 104, y Tarragona de 13 a 92, lo que significa un crecimiento de 72 y 79 interesados, respectivamente.
Mismo camino en País Vasco
El País Vasco ha sido la segunda comunidad autónoma en implementar la limitación de precios. El pasado viernes, 31 de enero, fue declarado zona de mercado residencial tensionado el municipio vasco de Rentería, en Guipúzcoa. Además, las autoridades regionales ya han anunciado que planean extender esta medida a otras localidades, incluidas las tres capitales, aunque por el momento, solo el Ayuntamiento de San Sebastián lo ha solicitado formalmente.
Sin embargo, el mercado es muy sensible a este tipo de anuncios y declaraciones por parte de los responsables públicos, y su efecto se ha dejado notar en la presión del alquiler en las tres provincias a lo largo del año. El número de contactos que recibe cada vivienda que sale al mercado en Vizcaya ha crecido en 148, dese los 43 de 2023 a los 191 de 2024. El crecimiento también ha sido muy significativo en Álava, que ha pasado de 26 interesados en 2023 a un total de 111. En Guipúzcoa también ha aumentado la presión, con una subida de 31 a 95.
100.000 viviendas menos
España, en su conjunto, no se queda corta. La presión en el alquiler ha crecido con 124 personas interesadas en un piso frente a las 45 de 2023, y una merma en la oferta de 96.512 inmuebles en tan solo un año.
La consecuencia de este creciente desajuste entre oferta y demanda ha provocado, asimismo, un incremento en los precios: los inquilinos españoles pagan 1.118 euros por un alquiler, lo que supone una subida interanual del 11,2 %.
Más allá de Cataluña y el País Vasco, la presión se sitúa en niveles altos en Valencia, con 125 interesados por vivienda, Baleares (124), Madrid (109), Santa Cruz de Tenerife (94), Las Palmas (90), Alicante (84), Sevilla (73), Málaga (71), Guadalajara (69) o A Coruña (62).
Respecto a la caída de la oferta, además de en Barcelona, las mayores reducciones de inmuebles en el mercado se han producido en provincias como Alicante, con 7.992 viviendas menos que en 2023, Asturias (-6.291), Vizcaya (-5.702), Las Palmas (-3.995) o Sevilla (-3.105).
Los precios más caros se encuentran en Barcelona con una media de 1.604 euros, seguida de Baleares, con 1.598 euros y Madrid, con 1.495 euros de media. Completan la lista de lugares más caros para vivir Guipúzcoa (1.430 euros), Vizcaya (1.232 euros), Málaga (1.191 euros), Las Palmas (1.070 euros), Valencia (1.044 euros) y Santa Cruz de Tenerife (1.031 euros).