
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva.
Cuerva revierte su reforma del voto en Cepyme ante la polémica generada en la patronal
El presidente de Cepyme, enfrentado con Garamendi, lo justifica en «evitar que la modificación pueda interpretarse como una decisión adoptada en beneficio propio» antes de las elecciones
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, da marcha atrás en la reforma del voto delegado. En un comunicado emitido a última hora de este viernes, Cuerva confirma que pedirá al Comité y a la Junta Directiva que se aplique, de forma extraordinaria, «la delegación de voto tal y como estaba anteriormente».
«El objetivo es dotar de la mayor claridad al proceso electoral que se iniciará de forma inminente y evitar que la modificación aprobada pueda interpretarse como una decisión adoptada en beneficio propio», trasladan desde Cepyme. Ello a pesar de que Cuerva llevó a la reunión del Comité Ejecutivo de la patronal de las pymes un informe jurídico firmado por la expresidenta del Tribunal Constitucional Emilia Casas en el que concluye que «no hay ilegalidad estatutaria» en la decisión de la Junta Directiva de limitar el voto delegado.
El pasado 18 de febrero, Cuerva comunicó al comité ejecutivo de Cepyme su intención de llevar a la junta una votación para reducir la delegación de voto en los mismos términos que establecen los estatutos de ATA y CEOE, después de que algunas organizaciones empresariales territoriales denunciaran presiones a través del patrimonio sindical para que apoyaran al candidato de Antonio Garamendi en las elecciones que la confederación de las pymes celebrará en los próximos meses.
La reunión, como ya informó El Debate, fue especialmente tensa. El comité votó en contra de la medida –15 en contra frente a 11 a favor– y acusó a Cuerva de cometer una irregularidad al llevar al llevar a la junta una cuestión que debía ser aprobada por la ejecutiva previamente. En la junta, por cierto, la limitación del voto delegado se aprobaría con 64 papeletas a favor y 55 en contra. Tras ello, exigieron por carta la «inmediata retirada» de la reforma del reglamento interno al tratarse de una «grave transgresión de los estatutos de Cepyme» y se reservaban futuras acciones legales.