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Los créditos al consumo no paran de crecer: cada vez se usan más para viajar y menos para tapar agujeros

El 16,3 % solicitan este tipo de préstamos para ir de vacaciones, un 6 % más que hace dos años. Mientras, para aumentar liquidez ha caído con fuerza

El mercado crediticio continua al alza. La petición de préstamos al consumo, ese crédito personal que suele pedirse para financiar bienes de consumo como son los electrodomésticos, una reforma en casa o un coche, se ha disparado a comienzos del 2025 hasta el 34,8 %, un 4,60 % más que el 30,2 % del año anterior, y el doble que hace cinco años, en plena pandemia.

Así lo refleja el VII Barómetro de Préstamos al Consumo elaborado por la Asociación de Usuarios Financieros, Asufin, en el que también se explica que en este importante incremento han confluido dos motivos. Por un lado, la consolidación en la bajada de los tipos de interés, que había pospuesto ciertas decisiones de financiación en el año anterior. Y por otro, el optimismo que seguirá impulsando al consumo y que conlleva que los motivos de financiación para compra o contratación de servicios se multipliquen.

No solo la subida supone un cambio, también lo es el hecho de que cada vez se demandan más para financiar viajes y vacaciones. En 2023, menos del 10 % lo pedían con este fin, el pasado año fue un 12,2 % y ahora, ese porcentaje se ha elevado al 16,3 %. De hecho, cada vez es más habitual que las propias agencias de viajes tengan acuerdos con las entidades bancarias o con los establecimientos financieros de créditos.

Por delante se sitúa la necesidad de aumentar la liquidez, con un 20,4 %, un motivo que ha caído con fuerza, hasta un 4,10 %. En tercer lugar, se encuentra refinanciar deuda, cayendo del 16,6 % al 16 % en 2025.

Dicho estudio es previo a la guerra comercial iniciada por la administración estadounidense, por lo que el «optimismo» de los consumidores españoles podría disminuir. «A principios del año pasado vimos cómo muchos consumidores estaban esperando para pedir un préstamo. Cuando bajaron los tipos lo hicieron, pero ahora podría ocurrir lo contrario: que ante una situación de incertidumbre prefieren esperar», explica Antonio Gallardo, responsable de estudios de Asufin. «Esto podría afectar especialmente a sectores donde el gasto no es estrictamente necesario, como el de los viajes, que es uno de los que más ha crecido», añade.

Riesgos si no se planifica

La bajada de los tipos de interés se nota en el coste del dinero que ha disminuido. El descenso más acusado ha sido en los préstamos a corto plazo —menos de cinco años— que pasan del 11,56 % al 9,88 %. Los préstamos a medio plazo —más de cinco años— también bajan de forma importante, aunque en menor cuantía, pasando del 10,96 % al 9,86 %. Pero aún siguen existiendo tipos por encima del 10 %, «sobre todo para perfiles de alto riesgo», cuenta Gallardo.

Aunque los tipos de interés hayan disminuido hay que seguir teniendo mucho cuidado, porque puede traer consecuencias negativas para quien los pide: el sobreendeudamiento y los impagos.

«Existe un gran riesgo que es caer en un ciclo de endeudamiento, pidiendo un préstamo para pagar otro. Eso genera un efecto bola de nieve. Muchas personas lo piden sin prever si podrán asumir el pago, y luego, cuando llega el verano, ya no tienen margen», avisa el responsable de estudios de Asufin. Además, esto condiciona la capacidad de endeudarte en el futuro. «Si en el futuro se quiere pedir una hipoteca, pero ya se tienen varios préstamos abiertos, se puede perder esa oportunidad», añade.

A la hora de contratar este tipo de créditos, el responsable de Estudios de Asufin, recomienda, en primer lugar y lo más importante, planificar el gasto, y valorar las distintas opciones. «Nunca se debería financiar de forma impulsiva en el punto de venta. Hay que consultar distintas entidades, incluido tu banco habitual», recomienda Antonio Gallardo.

Por otro lado, también es necesario comparar los precios y el coste que va a acarrear. «No hay que dejarse llevar por cuotas muy bajas, porque suelen alargarse mucho en el tiempo. Aunque parezcan cómodas terminan saliendo mucho más caras. Hay que buscar una cuota que puedas pagar cómodamente, pero en el menor plazo posible. Y si se puede, amortizar cuanto antes», sentencia.

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