
Corredores pasan junto a la Torre Eiffel en París
Los franceses ignoran el llamamiento de su Gobierno a trabajar más: «Está en juego nuestra supervivencia»
Los sindicatos rechazan la petición del primer ministro François Bayrou, que advirtió de la grave situación que atraviesa el país
El Gobierno francés tiene la receta para poner coto a la grave situación financiera que atraviesa el país, pero no parece tener a nadie que quiera escucharla. «Francia no produce lo suficiente y no trabaja lo suficiente», proclamó esta semana su primer ministro François Bayrou en el marco de un comité de crisis. Un llamamiento que, no obstante, parece haber caído en oídos sordos.
«La supervivencia del país está en juego», advirtió el jefe del Ejecutivo, que reunió a parlamentarios, agentes sociales, asociaciones, administraciones locales y de la seguridad social para buscar antes de verano soluciones duraderas para esa crisis.
Para Sophie Binet, líder del poderoso sindicato galo CGT, se trata solamente de «una operación publicitaria del Gobierno», que no pone el foco en resolver los problemas del país. El órdago de Bayrou no convenció ni a los sindicatos ni a los miembros de la oposición, que acusaron al Gobierno de alentar el miedo para justificar unas políticas que consideran responsables del agravamiento de la situación.
Las fechas de la propuesta de Bayrou, en plenas vacaciones de Semana Santa, no han ayudado precisamente a ganar adeptos para su causa. Como destaca el rotativo británico The Times, el día que Bayrou, centrista nombrado por el presidente Macron en diciembre para encabezar el gobierno en minoría, lamentó la «peligrosa y potencialmente irreversible trampa» de una deuda equivalente al 115% de la renta nacional, el periódico Le Parisien publicó su popular guía anual sobre «cómo alargar los días festivos de mayo».
Desde la introducción de la semana laboral de 35 horas en 1998, muchos trabajadores han podido obtener días libres por horas extras, conocidos como Réduction du Temps de Travail (RTT). Significa reducción del tiempo de trabajo, pero popularmente se conoce como «remets tes tongs», que significa «ponte las chanclas». Un uso inteligente de la RTT permite convertir los tres días festivos de mayo en dos semanas libres.
Un ajuste de 40.000 millones
El Ejecutivo cifra en 40.000 millones el ajuste necesario para el año próximo, que pretende conseguir con una mayor eficiencia del gasto para mantener la trayectoria presupuestaria prevista, que pasa por ir recortando el déficit público por debajo del 3 % en 2029.
La ministra de Hacienda, Amélie de Montchalin, que compareció junto a Bayrou, indicó que será necesario reducir un 6 % el gasto público cada uno de los próximos cinco años, aunque afirmó que lo harán «sin motosierra», con medidas de racionalización.
El Gobierno evitó al máximo dar pistas sobre dónde habrá que meter la tijera, para dejar que sean los agentes sociales y partidos quienes hagan propuestas, pero la ministra avanzó que podría abordarse reducir agencias públicas, limitar las bajas por enfermedad o racionalizar las compras.
Bayrou descartó subidas de impuestos, porque considera que harían huir inversiones, y renunciar al rigor presupuestario, que aumentaría una deuda ya colosal (casi 3,3 billones de euros) cuyos intereses cuestan 62.000 millones de euros a las arcas públicas cada año y que pueden aumentar a 100.000 millones de euros en 2029.
La postura del Gobierno es que los franceses ya pagan los impuestos más altos del mundo, pero ese dinero no está proporcionando mejores servicios públicos. Gran parte de él se destina a «gasto social» y a sostener la baja edad de jubilación en el país, apenas elevada recientemente a 64 años cuando en España ya alcanza los 67. El país, además, es uno de los pocos del mundo que ha rebajado la jornada laboral a 35 horas semanales, frente a las 40 de España.