
Jose María Martínez-Val es catedrático de Tecnología Nuclear.
José María Martínez-Val, experto en energía: «En el apagón ha faltado previsión y ha sobrado chulería»
El mix energético puesto en marcha por el Gobierno de Sánchez pierde control y flexibilidad sobre el sistema. Inyectando 14.000 megavatios más de gas natural, ni nos habríamos enterado
José María Martínez-Val (Ciudad Real, 1951) fue el número 1 de su promoción de ingenieros industriales de la Politécnica de Madrid, premio nacional de carrera y posteriormente catedrático de Tecnología Nuclear y de Termotecnia. Su actividad profesional ha sido fundamentalmente académica e investigadora, pero atendiendo siempre a temas profesionales. Fue presidente de la Sociedad Nuclear Española en los años 1987 y 1988 y desde 2002 a 2010 presidió el Comité Científico y Técnico de Euratom, organismo público europeo encargado de coordinar los programas de investigación de la energía nuclear. Ha inventado treinta patentes, la mayoría en energía solar térmica. Como experto de largo recorrido en la materia, le preguntamos por el apagón.
–¿Qué le ha parecido el papel de la antigua Red Eléctrica, hoy denominada Redeia?
–Lo estarán pasando mal nuestros colegas. Se han encontrado con un sistema que, a fuerza de eso que los norteamericanos llaman wishful thinking, han hecho que la electricidad funcione 100 % con renovables y prácticamente con 0 % de gobernabilidad de la red. Cuando un sistema queda sin gobernanza, resulta imposible que cumpla las especificaciones para las que fue proyectado. A Red Eléctrica le obligan a trabajar con un sistema inestable, que se parece a una bicicleta que tiene que estar quieta sobre sus ruedas, sin pedaleo ni movimiento ninguno. Por experiencia propia sabemos que, cuando la bicicleta pierde la inercia que le da movimiento, tenemos que poner un pie en el suelo para no caernos. Los políticos han llevado a los ingenieros de Red Eléctrica a trabajar de esta guisa. Aunque no querían poner el pie en el suelo, al final nos hemos llevado un batacazo total porque nuestro sistema eléctrico carece de la inercia eléctrica que puede proporcionarle ese nivel de equilibrio dinámico en el que tiene que trabajar la red. El caso eléctrico es más complejo que el de la bicicleta, porque la inercia se la tiene que dar quien puede y desde otra fuente de energía; por ejemplo, gas natural. La red eléctrica necesita esa inercia; si no la tiene, se cae.
–¿Qué ha fallado?
–Ha fallado el mix, que está basado en un 100 % de renovables y un 0 % de gobernabilidad, y ese 0 % nos ha dejado tirados. Los políticos han convertido la red eléctrica en una especie de diana de sus deseos. ¿Cómo se gobierna ese 100 % de renovables? No tenemos control. Cuando hay un suceso pequeño, pueden manejarlo, porque hay excedente. Pueden poner en funcionamiento una línea más de eólicas, que están muy cargadas. Cuando el suceso es de más entidad, como el de ayer, no pueden manejarlo. No tienen la inercia térmica que te da el gas natural o el carbón en Alemania; cualquiera que tenga un ciclo termodinámico.
–¿Ha faltado previsión?
–Ha faltado previsión y ha sobrado chulería. Nadie puede manejar un sistema físico sin gobierno. Eso ya lo inventó el señor Watt con el regulador de bolas que está desde el principio en el escudo de la Escuela de Ingeniería Industrial. Los reguladores de las máquinas de vapor se hacían así, con la inercia que proporcionaban dos bolas dando vueltas en un eje vertical.
–¿Podría haber hecho más Red Eléctrica?
–Ha llegado un momento en el que no podía más. Con 100 % de renovables y 0 % de gobernanza, se han caído. Había una chulería de que podían hacer eso y más. No se pueden controlar las renovables en todo momento.
-¿Se puede arreglar fácilmente esta situación?
–Fácilmente: se ponen 10.000, 12.000 o 15.000 megavatios de potencia de gas natural en marcha y ya está. Si hubiéramos tenido 14.000 megavatios en funcionamiento, ni nos habríamos enterado.
–¿Cuál cree que ha sido la causa última: el fenómeno atmosférico raro del que hablaba Sánchez, un ciberataque...?
–Se puede decir poco del suceso iniciador del apagón con los datos que ha aportado Red Eléctrica. El análisis necesita mucho mayor calado, pero ahora lo perentorio era recuperar el sistema. Algunas autoridades portuguesas han señalado que pudo ser un fenómeno atmosférico muy raro el que produjo la oscilación, y que no pudo gobernar la red eléctrica española. El ciberataque me suena muy raro. Habría tenido otros componentes. Lo que se ha visto es que bajó la demanda de golpe y subió de golpe, pero los datos de Transición Ecológica no explican nada. Habría que complementarlos con los datos meteorológicos de ayer, que eran de una situación muy luminosa, como la de hoy. Ayer a la hora del apagón (12.30), yo estaba en la ITV de Getafe despidiéndome del dueño después de una reunión. Comentamos cómo estaba apretando el sol, mucho más que a primera hora de la mañana. Era lógico por la trayectoria solar, pero en este caso se trataba de variaciones debidas a los cendales (como una tela de seda) de nubes y algunas pequeñas nubes existentes. Cuando un cendal de nubes pasa sobre una placa solar, sea térmica o fotovoltaica, la placa ve una reducción instantánea de la potencia a la cuarta parte de la que recibía antes. Si desaparece el cendal, nos encontramos con un incremento muy considerable de la energía que llega a la placa y que en la fotovoltaica produce un incremento de la potencia generada localmente, y eso se ve por parte de la red de alta tensión como una disminución de la demanda. Es extraño que ese fenómeno ocurriera a la vez en toda España, pero no imposible: el lunes había una atmósfera de buen equilibrio.