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La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.Banco Central Europeo

El BCE alivia, pero no resuelve: la bajada de tipos da un respiro a los hogares sin poder borrar las cicatrices

La octava bajada de tipos del BCE devuelve algo de renta disponible a los hogares, pero no cambia la cultura de cautela

La inflación ha sido motivo de preocupación tanto para los consumidores como para el Banco Central Europeo (BCE), encargado de mantenerla bajo control. Aunque su respuesta fue más tardía que la de la Reserva Federal estadounidense o el Banco de Inglaterra, el BCE ha actuado de forma histórica desde julio de 2022, cuando decidió subir los tipos de interés en la eurozona por primera vez en más de una década. El objetivo era nítido: frenar la espiral de precios, a pesar del potencial encarecimiento del crédito y cualquier víctima colateral.

No fue hasta junio del año pasado cuando la institución comenzó a aliviar la presión monetaria, con una primera bajada de tipos tras alcanzar el 4 %. Desde entonces, ha encadenado siete recortes consecutivos. El último, anunciado esta misma semana, sitúa la tasa de depósito en el 2 %, su nivel más bajo desde diciembre de 2022 y justo la mitad del máximo alcanzado en septiembre de 2023. El Euríbor ya preveía este giro y cerró mayo en el 2,081 %. De cara a los próximos días, se espera que perfore el umbral del 2 %. La nueva parece ser buena para los hipotecados a tipo variable, que podrían ahorrar 85 euros al mes por cada 100.000 de deuda y hasta 3.100 euros al año en préstamos de 300.000 euros.

El Euríbor ya preveía este giro y cerró mayo en el 2,081 %. De cara a los próximos días, se espera que perfore el umbral
del 2 %

Lagarde ha evitado comprometer nuevas bajadas, aunque sí confirma que el final de la actual política monetaria se acerca. La pregunta que ahora flota en el aire es si esta tregua será suficiente para compensar los estragos del ciclo alcista y si hay rayos de luz para el hipotecado o los jóvenes que aspiran independizarse antes de los 35. Jorge González-Iglesias, CEO de la fintech-proptech especializada en hipotecas Gibobs.com, explica que «esta nueva bajada de tipos representa una oportunidad significativa, ya que podría traducirse en condiciones más favorables para el acceso al crédito hipotecario».

«Si el BCE continúa bajando tipos y el Euríbor se estabiliza por debajo del 2 %, la tendencia alcista en el volumen de compraventas que vemos desde principios de año se mantendrá o incluso crecerá. Esto dependerá también de otros factores, como la recuperación de la confianza del consumidor, la mejora del poder adquisitivo y la disponibilidad de crédito hipotecario». Sin embargo, el mismo advierte que cualquier previsión podría quedar desfasada si se producen cambios significativos en las negociaciones arancelarias con Trump.

Alivio, cautela y cicatrices: el estado de ánimo de los hipotecados

«Desde principios de año, se están notando disminuciones en las cuotas, lo que implica un incremento de la renta personal disponible en torno a los 150 euros mensuales en hipotecas medias», puntualiza Elena González, directora del Departamento de Economía y Finanzas de ESIC University. No obstante, el alivio no es inmediato ni homogéneo: depende del momento de revisión del préstamo, del importe pendiente, del diferencial contratado y, por supuesto, de la política comercial de cada entidad —las cuales, a priori, «sí que están trasladando las bajadas, aunque no con la celeridad que los ciudadanos quisieran», matiza la docente–.

Muchos hipotecados a tipo variable perdieron hasta 1.600 euros anuales de capacidad de ahorro solo por el aumento de la cuota, viéndose obligados a ajustar otros gastos o consumir ahorros previos. Esto es especialmente alarmante en un país donde el nivel de endeudamiento se encuentra muy por encima de lo recomendado por las autoridades de control. En esta línea, ocho de cada diez familias tuvieron que reducir sus gastos de otras partidas para poder afrontar su hipoteca, según datos de Cofidis.

Muchos hipotecados a tipo variable perdieron hasta 1.600 euros anuales de capacidad de ahorro solo por el aumento de la cuota

Esta evolución ha acentuado la brecha entre dos perfiles de hogares cada vez más distantes. Por un lado, están quienes han logrado amortizar total o parcialmente sus hipotecas a tipo variable, aprovechando ahorros previos o ingresos estables para reducir su exposición al tipo de interés. Por otro, aquellos que han tenido que recurrir al crédito para sostener su nivel de consumo, asumiendo un mayor riesgo financiero en un contexto todavía incierto.

Recuperar el bolsillo lleva tiempo, pero recuperar el ánimo puede ser cuestión de semanas. Las últimas decisiones del BCE han devuelto algo de oxígeno a muchas familias y una tímida vuelta al consumo. Según datos del INE, el gasto de los hogares en bienes duraderos repuntó un 2,4 % en el primer trimestre de 2025. «Existe una mezcla de prudencia y confianza. Muchos consumidores esperan que el Euríbor continúe bajando gradualmente, pero son conscientes de que factores externos, como tensiones geopolíticas o repuntes inflacionarios, podrían alterar esta tendencia. La mayoría asume que el Euríbor se estabilizará en niveles moderados, lejos de los picos de 2023», aclara el CEO de Gibobs.com.

La estabilidad manda: el tipo fijo sigue reinando entre los nuevos hipotecados

La rebaja de los tipos de interés no está cambiando la preferencia de los nuevos compradores. Las hipotecas a tipo fijo y mixto han sido las grandes vencedoras de la última política monetaria de Lagarde y siguen siendo la opción dominante entre quienes acceden por primera vez al mercado inmobiliario. Según datos de Gibobs, un 80 % de las hipotecas firmadas en mayo fueron a tipo fijo, mientras que el 20 % restante correspondió a hipotecas mixtas.

Los porcentajes reflejan que la estabilidad sigue pesando más que cualquier expectativa de bajada. En un entorno todavía incierto, el tipo fijo ofrece previsibilidad frente a las oscilaciones del mercado. Al mismo tiempo, la guerra entre entidades se ha intensificado: los bancos están compitiendo para atraer nuevos clientes, lo que permite renegociar las hipotecas y ahorrar una gran cantidad de dinero, tanto de forma mensual como de la cuota total de los préstamos. «Hemos visto ofertas muy competitivas con tipos fijos los primeros años cercanos al 1 % en las mixtas y desde el 1,60 % para las fijas», concluye González-Iglesias.

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