El Corte Inglés consolida su resurgir y apunta a seguir creciendo
La emblemática empresa española lo pasó muy mal en la pandemia y unos años antes, pero la nueva estrategia dirigida por Marta Álvarez, hija de Isidoro Álvarez, está funcionando
El Corte Inglés de Castellana es uno de los más rentables.
El Corte Inglés ha presentado este año unos resultados muy buenos para los que venía mostrando en los últimos años. En el ejercicio 2024-25, que se cerró a final de febrero y se dio a conocer en junio, ha facturado 16.675 millones de euros (menos de la mitad que Mercadona, la empresa que más factura en España), ha registrado un ebitda (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de 1.209 millones de euros y un beneficio neto de 512 millones. No solo son cifras superiores a las del año pasado. Están muy por encima de las registradas entre 2011 y 2017, cuando el ebitda no llegó a los 1.000 millones y desde luego del año de la pandemia, 2020, cuando se hundió a 120 millones de euros.
Todavía no ha llegado a los 18.000 millones que facturó en 2007, pero el negocio se ha encarrilado
Aunque todavía no ha llegado a los 18.000 millones de euros que facturaba en el año 2007, los ingresos de El Corte Inglés mejoran año a año. Sobre todo ha conseguido reducir la deuda, que era su gran amenaza. Hoy se sitúa en 1.796 millones de euros, 1,5 veces el ebitda, una cifra razonable (los expertos la consideran preocupante cuando está por encima de tres veces).
El Corte Inglés ha conseguido bajar su deuda vendiendo edificios y negocios como Informática El Corte Inglés. Mientras tanto se enfoca en una estrategia más dirigida que antes al segmento de clientes medio-alto que recuerda cada vez más a la del Harrods inglés, famoso por su selección amplia de productos de gama alta y servicios exclusivos.
Se ve claramente por el modo en el que están actuando con sus grandes almacenes: se centran en los que realmente crecen, van bien y les hacen ganar dinero (Castellana, Serrano y Pozuelo en Madrid, Marbella o Lisboa, entre otros), y el resto van viendo si los van reduciendo, eliminando o vendiendo. De hecho, según fuentes conocedoras, El Corte Inglés se planteó crear una marca más premium (más de lujo) para algunos centros (Castellana, Marbella, Lisboa), algo para lo que estuvieron trabajando con la consultora McKinsey, pero finalmente lo desestimaron para no dividir la marca.
La compañía invertirá con fuerza, 3.000 millones hasta 2030, para remodelar sus tiendas, expandir sus negocios y ampliar sus capacidades logísticas y tecnológicas. La digitalización es la gran asignatura pendiente de El Corte Inglés. Lleva al menos diez años trabajando en ello y sigue sin ser un referente de la compra online en España.
La digitalización y la gente joven son dos asignaturas pendientes de El Corte Inglés
Otra asignatura pendiente es atraer a la gente joven. «El gran problema que tiene El Corte Inglés es que las generaciones jóvenes, los millennials (nacidos aproximadamente entre 1981 y 1996) y los Z (entre 1997 y 2012), no le ven como un referente al que ir a comprar moda», señala un experto del sector. Últimamente han hecho un esfuerzo lanzando una iniciativa para atraer a la generación Z con marcas jóvenes, pero aún les queda recorrido por delante.
Más allá de este reto con los jóvenes, El Corte Inglés tiene un activo grandísimo en España: es el único destino multimarca importante que queda a nivel nacional. Cualquier marca extranjera que quiera entrar en nuestro país sabe que el modo natural de hacerlo es a través de El Corte Inglés.
Es algo muy importante de cara al turismo de compras que tanto está creciendo en El Corte Inglés. Fuera de España saben que el punto de destino del lujo en Madrid es El Corte Inglés, y de hecho El Corte Inglés trata muy bien a los turistas extranjeros; sobre todo, a los chinos. Tiene unos servicios de información específicos en chino, con personal chino, y trata muy bien a los agentes y guías turísticos. Les incentivan para que les lleven turistas extranjeros. Chinos, rusos, japoneses, estadounidenses saben que El Corte Inglés es el gran almacén de lujo que hay que visitar.
El turismo de compras está creciendo con fuerza en El Corte Inglés. Es un referente del lujo para clientes extranjeros
Dentro de esta apuesta por el cliente de alto nivel adquisitivo, está también Viajes El Corte Inglés. Hubo rumores de que iban a venderla, pero de momento no han querido desprenderse de ella. Es la única agencia premium que existe en España, con una cuota muy alta en el mercado de empresas y de cruceros. Es un negocio que va bien (el segundo más importante: 3.449 millones de ingresos en el último ejercicio y 101 millones de ebitda), pero queda muy lejos del principal de El Corte Inglés, que es el retail, sus centros comerciales (12.976 millones de ingresos y 922 millones de ebitda).
La búsqueda del cliente premium también se da en el negocio de alimentación, con el Club del Gourmet y la compra en 2021 de los supermercados de gama alta Sánchez Romero. El Corte Inglés apuesta por esta línea y los supermercados de proximidad en este negocio, y hace años que da por pérdida la batalla de los hipermercados.
En productos de gran consumo (bolsas de basura, por ejemplo), El Corte Inglés ha subido precios, algo que puede haber tenido su efecto en los beneficios, y los objetos dirigidos a clientes premium tienen precios altos, pero no afectan tanto a sus compradores, que buscan más la calidad que el precio.
Con esta estrategia, El Corte Inglés sigue creciendo y va en la buena línea, aunque está claro que está cambiando. Se hace más pequeño (con menos centros), está más centrado en su negocio, y han variado algunas de las que habían sido sus señas de identidad. Los despidos que se ha visto obligado a hacer (unos 13.000 desde el año 2020) se han traducido en una atención al cliente que en ocasiones ya no es tan exquisita como antes. Las garantías tampoco son las mismas en algunos casos. Con los electrodomésticos, por ejemplo, hace unos años se compraba un frigorífico en El Corte Inglés y sus técnicos lo traían, lo instalaban, y si no funcionaba se lo llevaban y lo arreglaban, pagando un poco más. Ahora se compra el electrodoméstico en El Corte Inglés, ellos lo piden a una plataforma cobrándoles una comisión, y los de esta plataforma lo instalan. No hay ya esa garantía tan clara de El Corte Inglés.
Aun así, su marca sigue generando mucha confianza, y bajo ese paraguas venden viajes, seguros o fondos de inversión. El Corte Inglés consolida su resurgir, y lo hace gracias al liderazgo de su presidenta, Marta Álvarez, que se ha rodeado de un gran equipo directivo al que deja hacer, aunque ella está muy encima y siempre toma la última decisión. Está haciendo un gran trabajo. Entre ese equipo de directivos de confianza está creciendo la figura del argentino Gastón Bottazzini, que fue nombrado consejero delegado en julio de 2024. Ex consultor de McKinsey, fue consejero delegado de Fallabella, el negocio más parecido a El Corte Inglés en Iberoamérica. Salió de allí porque el proyecto de digitalización, curiosamente el principal reto que tiene El Corte Inglés, no salió bien. Ahora tiene la oportunidad de resarcirse.