El ministro argentino de Desregulación, Federico Sturzenegger
El hombre que empuña la motosierra de Milei 'vende' Argentina a las empresas españolas: «El Estado medía hasta el tamaño de los ajos»
Sturzenegger, ministro argentino de Desregulación, presume de haber derogado decenas de normativas «absurdas»
El gran embajador de las políticas de desregulación del Gobierno de Javier Milei tiene nombre castellano pero apellido suizo. «Soy 25 % español, 25 % suizo, 50 % italiano y cien por cien argentino», se describe Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina.
De visita en Madrid, el gran puntal económico del Gobierno argentino junto con el ministro de Economía, Luis Caputo, ha trasladado a las empresas españolas que «Argentina está cambiando». Y ha puesto como ejemplo la derogación de numerosas normativas «absurdas», como la que prohibía el internet por satélite. Un ejemplo, según Sturzenegger, de que muchas veces la normativa se dicta no por mejorar el bienestar de los gobernados sino por intereses de determinados lobbies.
«El gobierno anterior desarrolló una empresa pública para tirar fibra óptica y gastó siete mil millones (de dólares) en una red pública que aún así no podría llegar a todos los rincones. Milei llegó y a las dos semanas rompió el papel (levantó la prohibición) y hoy en Argentina un millón de personas tienen acceso a internet desde satélites. El Estado ha gastado cero», explicó, en un desayuno organizado por el Foro de la Nueva Economía.
En el ánimo del Ejecutivo libertario está el intentar que las empresas españolas vuelvan a ver al país iberoamericano como atractivo y fiable para invertir, aunque el reto es titánico, después de varios tropiezos de grandes dimensiones. El más recordado, el de Repsol, a la que le fue expropiada YPF en 2012 en una maniobra del ejecutivo kirchnerista por el que el país luego fue condenado a pagar 16.000 millones de dólares.
Antes de reunirse con representantes de la asociación empresarial CEOE, el ICEX y la Cámara de España, Sturzenegger anticipó que Argentina aspira a convertirse «en el polo petroquímico más atractivo del mundo», gracias a la energía barata, en particular el gas pero también la eólica. Además, el Ejecutivo argentino quiere impulsar la minería, tras dar carpetazo a décadas de trabas «a la protección de los derechos a la propiedad».
«La calidad la decide el mercado»
El ministro de Milei ha reconocido que el país «ha sido el peor alumno de la clase durante mucho tiempo, con inseguridad jurídica» que afectó también a las empresas españolas que en los 90 contribuyeron al despegue de las infraestructuras en el país. «Fueron injustamente sometidas. El proceso ahora no es decir que vengan, que todo cambió, sino mantener un rumbo, un equilibrio fiscal y completar el proceso de estabilización económica para volver a niveles de inflación equiparables a los de cualquier país del mundo».
«Entendemos que llevará tiempo y muchos pasos, pero nosotros tenemos que cumplir con nuestra parte y demostrar que Argentina cambió. Algunas empresas vendrán primero, y después vendrán el resto», ha añadido Sturzenegger, insistiendo en que Argentina «es hoy un socio confiable».