​Montero estruja a comunidades y ayuntamientos para mantener a Sánchez en el poder

Las trampas contables son cada vez más memorables. Hacienda ha decidido lanzarse al monte y la Intervención General de la Administración del Estado está cada día más conta la pared. En la letra pequeña de su informe reconoce textualmente que «estas cifras recogen una serie de hechos que dificultan la comparativa, por su diferencia cuantitativa, en la liquidación definitiva de 2023 del sistema de financiación de comunidades autónomas de régimen común y de entidades locales, practicada en julio de 2025».

Pero no contentos con esto, los técnicos de la IGAE se ven obligados en letra muy pequeña a añadir que «la liquidación definitiva de 2023 de comunidades y de entidades locales por Fondo de Suficiencia Global, Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales, Fondos de Convergencia, Fondo Complementario de Financiación, Fondo de Asistencia Sanitaria, etc.… ha supuesto un gasto de 10.514 millones, inferior en 5.251 millones a la liquidación definitiva de 2022».

Hacienda ha transferido este año un monto inferior al año pasado a quienes tiene la obligación de financiar

En definitiva, Hacienda ha transferido este año un monto inferior al año pasado a quienes tiene la obligación de financiar con la recaudación del IRPF, del IVA y de los Impuestos Especiales, que suma 16.943 millones de euros menos.

Si a los 41.421 millones de déficit, de los que Hacienda alardea que son un 12 % menos que en los nueve primeros meses del año de 2024, es decir 5.633 millones menos que en 2024, le sumásemos los 16.943 millones de euros, el déficit real de caja se dispararía hasta los 58.364 millones de euros y supondrían un déficit de caja real de un 3,5 % y no de un 2,5 % que refleja el informe de la IGAE.

Está claro que, en este organismo, los funcionarios con sentido común y con la clara conciencia de que mañana se pueden encontrar en un auténtico lío y aunque sea con letra muy pequeña dejan caer la información para que «locos» de las cifras, como yo, buceemos hasta encontrar la explicación a lo que pasa y porque pasa.

Con un déficit de caja real de 58.000 millones, es difícil explicar que nuestra deuda a 31 de agosto se haya ido hasta los 79.000 millones

Está claro que con un déficit de caja real de 58.000 millones, es difícil explicar que nuestra deuda a 31 de agosto se haya ido hasta los 79.000 millones, pero mucho más difícil es explicarlos con un déficit de 41.500 millones y más teniendo en cuenta que esta cifra se incrementará hasta los 90.000 millones a cierre de septiembre cuando el próximo día 17 de noviembre el Banco de España confirme esta cifra.

Para que veamos realmente donde se encuentra la Administración General del Estado, es decir, de lo que es responsable directamente Pedro Sánchez y sus ministros, he preparado con la información de la IGAE el siguiente cuadro:

Los impuestos recaudados y llevados a la caja para su uso por la AGE crecen un 12,3 % lo cual demuestra la voracidad recaudatoria de nuestro Estado.

Los Gastos Públicos pagados hasta septiembre, solo suben un 5,8 %, por lo ya mencionado anteriormente. Si a esta cifra de 184.419 millones igualásemos las transferencias a las comunidades y ayuntamientos realizadas en 2024, los gastos sumarían 201.362 millones con una subida de un 15,5 %.

Vemos que todos los conceptos de gastos siguen sin control: los de personal suben un 6,3 %, los corrientes un 7,3%, los gastos financieros pagado en estos tres trimestres suben un 12, 2 %.

Las transferencias a los Organismos Autónomos dependientes del Estado suben un 24,5 %, a la Seguridad Social para pagar sus gastos suben un 20 %, al Exterior, donde uno de los montos más importantes que es la financiación de la UE, sube un 21,8 % y las Clase Pasivas, es decir, la jubilación de funcionarios públicos que tienen estos derechos y que se pagan a través de los Presupuestos Generales del Estado y no a través de la Seguridad Social, llega a 16.618 millones de euros y sube un 6 %.

Los pagos en Inversiones Reales suben un 8,5 %, aunque la Inversión Civil solo lo hace un 0,6 %, mientras que la Inversión en Defensa sube un 16,4 % y las Transferencias de Capital, es decir, para Inversiones Reales, solo lo hace un 2,7 %.

Con todo ello para loor de la Ministra de Hacienda y apuntarse una medalla en Bruselas de que lo tiene todo controlado, presenta un déficit de caja de 41.421 millones que es el 2,5 % del PIB, eso si el PIB es el de todo el año y el déficit es solo de tres trimestres.

Pero si incluimos lo que como mínimo se debería de haber enviado a las CCAA y a las CCLL, que están en el déficit de caja oficial con decrecimientos del 5,1 % y del 12,3 %, la cifra podría haber alcanzado como mínimo un 3,5 %, que nos pondría en una senda del 4,7 % con alto riesgo de entrar en el Protocolo de Déficit Excesivo y que nos obliguen a un plan de bajada de gastos como a Francia, lo que si obligaría a Sánchez a convocar elecciones anticipadas para que se coma el marrón quien gane las elecciones.

Sánchez no quiere dejar el poder. Por eso María Jesús Montero se ha lanzado al monte y ha agarrado de sus partes más nobles a todas las Comunidades Autónomas y a los Ayuntamientos, sin olvidar que es el PP el que gobierna en más lugares.