Nadia Calviño, junto al Código de Buenas Prácticas de las Estadísticas Europeas.
Este es el artículo del reglamento europeo que prohíbe la interferencia de Calviño en el INE
La actual presidenta del BEI ayudó al INE a calcular un crecimiento de la economía española más elevado del que presentaban inicialmente
La actual presidenta el Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, ministra de Economía, Comercio y Empresa desde 2018 hasta 2023, indicó en su libro Dos mil días en el Gobierno que «ayudó» al Instituto Nacional de Estadística (INE) a calcular un crecimiento de la economía española más elevado del que presentaban inicialmente.
«En el Ministerio de Economía teníamos claro que había un problema con la metodología de estimación del PIB del INE. Nunca hemos sabido bien por qué, pero el caso es que el organismo de estadística mantuvo durante años una estimación de la actividad muy inferior a la real. Por respeto, institucional, yo no quería cuestionar en público el trabajo del INE, lo que me exigió hacer verdaderos malabarismos en las entrevistas y preguntas parlamentarias. Pero sí podíamos tratar de ayudarles a nivel técnico para mejorar sus metodologías, y eso hicimos», afirmó Calviño.
Esta ayuda se produjo tras la destitución en junio de 2022 del entonces presidente del INE, Juan Manuel Rodríguez Poo, el primer presidente que abandonaba la institución en los últimos treinta años sin mediar cambio de Gobierno.
Dentro del INE confirman que desde el Gobierno y Moncloa se presionó especialmente sobre los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y la Contabilidad Nacional Trimestral, que da a conocer las cifras del PIB; pero el INE se negó a tocar nada, y el Gobierno pasó al ataque.
Esto está completamente prohibido por la UE. En el Código de Buenas Prácticas de las Estadísticas Europeas, en el principio número 1, se señala que «la independencia profesional de las autoridades estadísticas frente a otros departamentos y organismos políticos, reguladores o administrativos, y frente a los operadores el sector privado, garantiza la credibilidad de las estadísticas europeas». El más claro es el principio 1.1, que indica que «la independencia de los institutos nacionales de estadística y de Eurostat frente a las injerencias externas, tanto políticas como de otro tipo, en el desarrollo, la elaboración y la difusión de estadísticas, está establecida por ley y garantizada para otras autoridades estadísticas». El principio 1.4. establece que «los directores de los institutos nacionales de estadística y de Eurostat y, en su caso, los directores de otras autoridades estadísticas, son los únicos responsables para decidir los métodos, las normas y los procedimientos estadísticos, así como el contenido y el calendario de la publicación de las estadísticas».
Desde instituciones como la Asociación de Estadísticos Superiores del Estado (AESE) se criticó con dureza la decisión del Gobierno: «Supone una novedad sin precedentes que desde el propio Gobierno, y en particular desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, se cuestionen cifras de estadísticas del INE tan relevantes como el IPC o el PIB, y que desde el propio Ministerio se anunciara meses antes de la destitución del anterior presidente la creación de una estadística no oficial (dado que no está incluida en el Plan Estadístico Nacional) denominada Indicador Diario de Actividad para contraponerla al PIB», señalan.
Desde esta institución no cuestionan que se debata sobre diversos aspectos de las estadísticas del INE, como se ha hecho a lo largo de los años. Lo discutible es que se presione para cambiarlos cuando las estadísticas no van bien para el Gobierno y que se acelere el proceso después de un batacazo como el que recibió el PSOE en las elecciones de Andalucía. «La metodología de las estadísticas del INE es rigurosa, pública, está avalada por la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat) y permite la integración y comparabilidad de las cifras en el ámbito europeo», argumentan en ese momento desde AESE.
La homogeneidad es lógica: si no se tiene, cada país puede hacer trampas y, por ejemplo, poner el dato de deuda pública que quiera. «La estadística es una ciencia sobre la que no debería haber injerencias políticas. Nunca se había producido una presión sobre el INE, y de repente ha habido presión e injerencia», añaden desde AESE. Algunos expertos van más allá y estiman que la presión para minar la credibilidad del INE se realizaba desde un año antes de la destitución de Rodríguez Poo.