El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu.
El ministro Hereu dice que la «globalización ingenua» ha terminado, y pone como ejemplo la gigafactoría de Stellantis en Zaragoza
Señala que hay que «transformar» el turismo, una cuestión delicada teniendo en cuenta el liderazgo de nuestro país en este terreno
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, se ha mostrado en el Congreso de Directivos CEDE como un «firme defensor» de la globalización tradicional, que ha sacado de la pobreza a muchos países, pero en aparente contradicción ha dicho que «la globalización ingenua, no condicionada por la geopolítica, ha terminado». En este sentido, ha puesto de ejemplo la gigafactoría de Stellantis en Zaragoza, cuya primera piedra se puso ayer y que refleja la apuesta por un reforzamiento de la autonomía en la producción.
Hereu afirma estar centrado en la reindustrialización de España y en la transformación del turismo para que nuestro país siga liderándolo. Ve necesaria esta transformación del turismo porque «afecta a la vida de nuestros ciudadanos». Es clave que esta «transformación» no dañe al turismo, que según sus datos ha alcanzado los 76 millones de visitantes y los 105.000 millones de euros de ingresos hasta septiembre, con un aumento del gasto del 7 %.
El ministro de Industria se ha mostrado partidario de seguir trabajando con Estados Unidos, y también con China, y ha resaltado su orgullo de formar parte del gobierno socialista, «de su modelo social de mercado» y la extensión de libertades, algo claramente discutible pensando por ejemplo en la creciente presión fiscal del Ejecutivo de Sánchez en España.
Hereu ha indicado la necesidad de reforzar «nuestra base económica» para poder mantener nuestro Estado de Bienestar, pero no ha detallado cómo ampliaría esa base económica.
Por otra parte, ha afirmado que «nuestro horizonte está en Europa», aunque también ha señalado que «Europa constata que aún le falta la fuerza para ser una potencia en el mundo».