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Javier García Cogorro, socio fundador de Columbus Venture Partners

Javier García Cogorro, socio fundador de Columbus Venture PartnersDavid Conde

Javier García, socio fundador de Columbus Venture Partners  «Tenemos un país con mucha gente cualificada, pero la mayoría no está trabajando a su nivel»

San Sebastián está inmerso en las obras del futuro polo biotecnológico de Illunbe, que servirá para ampliar el Parque Tecnológico de Miramon, y que acogerá a Sokai Hub Guipúzcoa, el primer vehículo de inversión inmobiliaria especializado en el sector de Life Sciences en España.

La iniciativa, pionera en el mercado nacional, responde a una creciente demanda de espacios adaptados a la investigación biomédica y la innovación en salud, y sigue la estela de otros clústeres consolidados en Europa y Estados Unidos. Ha sido impulsada por el fondo Columbus Venture Partners, referente europeo en el campo de la biotecnología y ciencias de la salud, y la gestora inmobiliaria independiente, Quercus Investments.

El objetivo compartido de esta colaboración es claro: crear espacios inmobiliarios de alta calidad que respondan a la creciente demanda de empresas del sector Life Sciences en España, dotándolas de las condiciones necesarias para innovar, escalar y consolidarse dentro del ecosistema europeo de salud y tecnología.

Uno de los actores clave en la remodelación de Illunbe es Javier García Cogorro, socio fundador de Columbus Venture Partners. Este matemático de formación ha atendido a El Debate para hablar sobre este proyecto, el papel que puede jugar la innovación en la economía y la situación de la inversión extranjera en nuestro país.

–¿Por qué San Sebastián?

–Todo comenzó en 2016, a raíz de un proyecto muy puntero que teníamos: la fabricación de vectores virales, que son virus capaces de llevar un ADN sintético a una célula y corregir una enfermedad. Desde Columbus teníamos acceso a una tecnología muy innovadora que venía de Estados Unidos. Llegamos a un acuerdo con una empresa americana y propusimos que la fabricación la haríamos en España. Cuando empezamos a buscar dónde instalar esa fábrica todo el mundo pensaba que el criterio más importante era el económico. Pero para nosotros no lo es. El criterio más importante es dónde hay el mejor acceso al talento. En este caso estaba en Francia, por lo que San Sebastián tiene una posición estratégica muy importante, porque esta cerca de Francia. Podemos tener personal de París, de otros centro de Lyon, de Nantes, donde las universidades están muy desarrolladas en el tema de las biociencias.

San Sebastián es muy flexible, nos permite entrenar talento. Hay un apoyo institucional muy diferencial, no solo a nivel de capital, sino en todas las formas, desde permisos hasta I+D. La forma de trabajar en el País Vasco es muy diferencial también. Se dan una serie de circunstancias que permiten que aquello crezca. De hecho, ahora mismo, San Sebastián se ha convertido en la ciudad española con mayor crecimiento de puesto de I+D de toda España. La innovación ha transformado la ciudad, y eso nos ha animado a seguir.

–¿Cómo se ha financiado el proyecto?

–Con capital privado al 100 %. Ahora estamos en la parte de cerrar la financiación bancaria, y estamos viendo algunas ayudas, sobre todo a nivel de crédito europeo. Pero principalmente es capital privado. No queríamos capital público, ni nos lo iban a dar porque es un proyecto muy grande. Además, queríamos tener cierta autonomía a la hora de tomar decisiones.

–¿Qué empresas va a albergar?

–Todavía no podemos decirlo, pero ya tenemos entre un 35 % y un 45 % alquilado a empresas españolas de alta innovación que pretenden desarrollar nuevas ideas, nuevas tecnologías, desarrollos industriales en biociencias o en áreas similares, como puede ser la inteligencia artificial.

Recreación de uno de los laboratorios que va a albergar Sokai Hub Guipúzcoa en San Sebastián

Recreación de uno de los laboratorios que va a albergar Sokai Hub Guipúzcoa en San SebastiánSokai Hub Guipúzcoa

Nuestro objetivo es que las empresas puedan entrar y crecer. Si una empresa no crece, normalmente desaparece. Y ese crecimiento requiere espacio, sobre todo en la parte industrial. Empiezas en un plan muy piloto, muy de laboratorio, y luego tienes que escalar. Ese escalado no te lo permite cualquier tipo de infraestructura. De hecho, ese es uno de los graves problemas que hay en España ahora mismo. El problema es que muchas veces se construye el espacio y luego se pregunta qué meter dentro. Nosotros lo hemos hecho al revés. Vamos a crear esta estructura porque sabemos que hay empresas que van a poder venir aquí y que van a poder crecer.

–¿Qué perfil de inquilinos buscan?

–Buscamos empresas que tengan base tecnológica, capacidad de crecimiento y que quieran tener un desarrollo industrial. Esos tres componentes son clave, pero no son los tres fundamental. Con los dos primeros nos vale, pero el tercero es todavía más interesante porque les permite expandirse dentro de las instalaciones.

–¿Cómo ha sido el proceso?

–Llevamos desde mediados de 2023 conceptualizando el proyecto. La conversación empezó a principios de 2024, y en mayo de ese año decidimos apostar por ello. Ahí empezamos a hacer el proyecto para conseguir los permisos y lo terminamos a principios de este año. En febrero compramos el sola y en mayo hemos empezado toda la obra.

–Todo ha ido muy rápido

–¿Este proyecto va a potenciar el mercado laboral en el País Vasco?

–Sí. De hecho, lo hemos visto desde que comenzamos a invertir en 2016. Hasta ahora hemos creado cerca de mil puestos de trabajo directo. Si añades todo lo que hay alrededor se convierte en un hub importante. Hemos sido capaces de atraer talento que ya estaba allí y también crear nuevo talento.

–Cuando hablamos de mercado inmobiliario pensamos, sobre todo, en pisos, pero también espacios como este que están creando.

–Existe el mercado inmobiliario tradicional de pisos y centros comerciales, pero el que nosotros estamos viendo es un mercado inmobiliario de conocimiento, que permite unir dos cosas claves: el capital tradicional y el capital intelectual.

Nuestro objetivo va más en la línea de conseguir una industrialización o un desarrollo económico basado en la industrialización del sector de la biotecnología. Eso necesita de espacios adecuados que son muy diferentes a los espacios que realmente se construyen en España. Y Sokai es un primer intento.

Recreación de Sokai Hub Guipúzcoa

Recreación de Sokai Hub GuipúzcoaSokai Hub Guipúzcoa

Durante años hemos construido cerca de 60.000 o 70.000 metros cuadrados de espacios para nuestras empresas y hemos aprendido mucho de lo que hace falta. Ahora decimos que, en lugar de hacerlo nosotros, vamos a hacerlo para todo el mundo. Esos espacios van a permitir que haya empresas que puedan estar detrás de un laboratorio y dos años más tarde crecer y tener su línea de producción, su desarrollo, crecer y tener más capacitación de personas, pero al mismo tiempo no tener que moverse a una geografía distinta.

El problema que tenemos es que las compañías solo se mueven cuando no pueden desarrollar su actividad en el territorio en el que están. Pero si el talento y la infraestructura son locales, va a ser mucho más difícil que las compañías se muevan si hacen las cosas bien.

–¿Cree que el sector de la biotecnología puede ser un buen motor económico para la economía española?

–Hay pocos sectores ahora que tengan el potencial que tiene la biotecnología y las biociencias. La salud es importante. El mundo tiene que vivir más y de manera más saludable. Por eso, todo lo que hagamos en innovación y que impacte en este sector no solo va a tener impacto en España, también a nivel mundial.

Es un sector que todos los países están mirando, y en España sería importante. Lo que pasa es que no tenemos una tradición de empresa farmacéutica grande ni de venture capital grande. Nos faltan ciertas cosas que otros países tienen. Si que tenemos una tradición y una producción científica adecuada, pero nos falta trasladarlo al mercado.

La parte manufactura es la clave ahora mismo. Apostar por un país donde pueda haber manufactura es apostar por riqueza en el futuro. Lo vimos en la pandemia, donde las fábricas de vacunas no existían y había muchos problemas. Lo vamos a ir viendo también en nuevas tecnologías, donde la manufactura realmente tiene un valor añadido importante. Creo que en los próximos 10 o 15 años es un área donde hay que invertir.

–¿Cómo valora el déficit de innovación que tiene España?

–Sin innovación no hay desarrollo, no hay futuro. Estamos en niveles de 2008-2009. Todavía no hemos llegado a los niveles que teníamos antes de la crisis económica. Como sociedad, o apostamos por la innovación o nos quedaremos en un ciclo económico que no es el más brillante para un país. La innovación es crecimiento, es mejores puestos de trabajo y mayores salarios.

El problema no es lo que hagamos nosotros, sino lo que hacen otros países que van más rápido que nosotros. La brecha que se ha abierto es muy grande. Hace 50 años, Corea era un país del tercer mundo y la economía española era superior a la coreana. Ahora mismo la economía coreana es infinitamente mayor, y se debe principalmente a la innovación. La inversión en I+D ha sido clave. En España mucha gente sigue pensando que ese es un gasto necesario. Pero no es un gasto. Es realmente el futuro de un país. El futuro del tejido industrial y empresarial del país se basa en la innovación.

El País Vasco tiene otra visión. De hecho, aunque también tiene un porcentaje ínfimo, la inversión está por encima de la media española.

–¿Qué está haciendo el País Vasco bien en materia de innovación?

–Han sido muy hábiles en adaptar el régimen fiscal a la necesidad de un proyecto de innovación con incentivos fiscales muy potentes. Además, la interlocución es mucho más directa. El Gobierno vasco entiende lo que la innovación realmente puede hacer por la economía. Ya no es un tema fiscal, es que si innovas vas a tener un resultado mucho mayor al final. Y para que eso sea real tienes que atraer inversores, apoyar al inversor y conseguir que ese capital tenga ventajas.

Yo soy un firme defensor de que la subvención no es lo adecuado. La fiscalidad es mucho mejor, y sobre todo es un complemento al valor que añade el empresario a la hora de poner su dinero. Eso en el País Vasco se ha conseguido, y la prueba está en que ellos están en el 2,1 % y la media nacional está en el 1,5 %.

–¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta alguien que quiera invertir en España?

–La seguridad jurídica. Los inversores, normalmente, consideran el mercado español como un mercado donde la seguridad jurídica puede cambiar. También consideran que hay limitaciones en la salida de las inversiones. Eso hace que haya otros mercados que resultan atractivos.

El problema del inversor es que tiene muchas opciones. Nosotros siempre pensamos que viene a España porque hay buen tiempo o buena calidad de vida, pero en realidad busca rentabilidad. Entonces hay que darle la calidad de vida, pero también la rentabilidad y la seguridad jurídica, y esa forma de poder hacer negocio igual que la puede hacer en el norte de Europa, en Estados Unidos, en Corea o en otros sitios.

Javier García Cogorro, socio fundador de Columbus Venture Partners, en su entrevista a El Debate

Javier García Cogorro, socio fundador de Columbus Venture Partners, en su entrevista a El DebateDavid Conde

Tenemos que ver como nos adaptamos para que el inversor encuentre en España un entorno atractivo para invertir, pero claro, eso no pasa siempre. De hecho, los últimos datos muestran que la inversión extranjera ha bajado significativamente. No hay que mirar hacia fuera. Hay que mirar hacía dentro. Hay una situación en el país que no les motiva y tenemos que fijarnos, principalmente, en lo que no estamos haciendo.

También hay que tener en cuenta que no tenemos un modelo de inversión local muy potente. Muchos inversores se dejan guiar por inversores locales, pero el nivel en España no es el mismo que en otros sitios.

–¿Qué tiene que hacer España para atraer más inversión extranjera?

–Tenemos que volver a mirar la innovación como el motor estratégico del país, como el motor que puede mover la economía. Ahora mismo, no está primada. No hay políticas que permitan que un inversor privado venga y diga que este es el mejor sitio para invertir en el mundo, o uno de los mejores sitios.

Tiene que haber unas políticas que realmente fomenten la inversión y la innovación. Estas irían desde la posibilidad de abrir empresas más rápido, eliminar burocracia, eliminar situaciones que complica el desarrollo de inversiones, hasta posiciones fiscales muy agresivas que no benefician los rendimientos cuando tienen que ver con la innovación.

Hay otro problema importante y es la ejecución de fondos europeos, que está muy por debajo de lo que habíamos pensado. Si no eres capaz de movilizar los recursos que te da Europa, el inversor se pregunta por qué va a poner él ciertos recursos. Y nosotros tenemos un porcentaje muy bajo de aplicación de esos fondos europeos, lo cual es un indicador de que no somos capaces de movilizar.

Somos un país cuya economía crece por otros sectores, pero lo que va a hacer que la economía crezca y que los trabajos sean mejores son los proyectos de I+D. Tenemos un país con mucha gente bien cualificada, pero estoy seguro de que la mayoría no está trabajando al nivel de cualificación que tiene. Son factores estructurales que hay que corregir y que no se corrigen de un día para otro. Ese es el problema del que llevamos muchos años hablando sin darle una solución.

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