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19 de abril de 2024

Ilustración educación

Ilustración educaciónLu Tolstova

Educación

La enseñanza de la Generalitat valenciana incluye el lenguaje inclusivo para frenar el «patriarcado»

La Consejería de Educación valenciana va a imponer un lenguaje inclusivo para tratar de eliminar la sociedad «androcéntrica y heteropatriarcal» en la que, según apuntan, vivimos

El curso 2022-2023 comenzará en la Comunidad Valenciana el 12 de septiembre para todos los alumnos, desde las escuelas infantiles hasta las universidades, una nueva modalidad implantada por la polémica Ley Celaá o LOMLOE. No es la única novedad, desde este curso los alumnos del último ciclo de primaria y tercero de ESO deberán cursar la asignatura de Valores Cívicos y Éticos.
La nueva materia se estructura en cuatro ámbitos: convivencia, autoconocimiento y autonomía personal; actitudes compatibles con la sostenibilidad del entorno y la educación de las emociones. No obstante, la consejería de Educación va a aprovechar el contenido de la materia para imponer a todos los estudiantes un lenguaje inclusivo para tratar de eliminar la sociedad «androcéntrica y heteropatriarcal» en la que, según apuntan, vivimos.
Tampoco pasan de largo las ideas que añadió al currículo de Educación Segundaria el pasado mes de agosto la Consejería de Educación, dirigida por Raquel Tamarit de Compromís.
Por tanto, la reforma educativa llenará las aulas valencianas de una gran carga ideológica. Los alumnos 'aprenderán' a reflexionar sobre «la igualdad de género y las diversas olas y corrientes del feminismo, la prevención de la violencia contra las mujeres y niñas, la corresponsabilidad de las tareas domésticas y el respeto por la diversidad étnica-cultural y de género».
El «uso del lenguaje inclusivo» no solo está presente en esta asignatura, sino que debe estar presente en todos y cada uno de los temarios de los centros educativos, como por ejemplo Educación Física, Tecnología y digitalización o Matemáticas, entre otras, ya que, tal y como explica el currículo «potencia la autonomía y la libertad del alumnado a la hora de tomar decisiones y de definir su identidad personal en todos los ámbitos».
Además, la asignatura permite a los estudiantes, según el currículo, «definirse y expresarse en contra y de discrepar respecto a lo que nos encasilla en un marco, predeterminado por una estructura patriarcal y etnocéntrica».

Agenda 2030 para «transformar el planeta»

Parece no bastar con meter el «lenguaje inclusivo» en las aulas, sino que tanto el Gobierno central de Pedro Sánchez como la Generalitat de Ximo Puig han conseguido incluir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 para, según apunta el currículo de la Comunidad, «transformar el planeta del impacto del ser humano en el planeta y cambio climático».
La LOMLOE recoge ya desde su preámbulo «la importancia de atender a la educación para el desarrollo sostenible de acuerdo con lo establecido en la Agenda 2030». La nueva ley pretende que los 17 objetivos presentados por la ONU sean motivo de estudio por los alumnos, que bajo un revestimiento de ciudadanía responsable y preocupada por el clima, adquiere a su vez un tufo a propaganda progresista.
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